El hombre que mató a Hitler y después a Bigfoot

Película independiente, con título atrayente, que te invita a ver que le pasó a este tipo. El tipo es Sam Elliot, que cumple con su papel, dominándolo como quiere y haciendo lo que puede cuando todo se va de madre. La película empieza bien, con buen ritmo, una historia interesante, que nos la va mostrando de de forma cuidada y bien llevada. Con buenos diálogos, personajes bien llevados, ambiente, hasta fotografía... Pero llega un momento en que todo se va al garete, el bigfoot se lo lleva todo por delante. La segunda parte donde aparece este personaje y su historia rompe toda la película, haciéndo de ella un chiste y matando todo lo bueno visto hasta ahora. Y eso que ya había metido el director alguna cosa chirriante, alguna escena, pero el final del trayecto es devastador.