La casa de papel (Serie de TV)

Decepcionante, lo que se inicia como un robo acaba como una naracción de las relaciones amororas de parejitas en plan crespusculo, entre todo dios, entre los rehenes, entre rehenes y atracadores, entre policias y atracadores... de locos, de traca... nos han tomado por tontos para alargar en dos temporadas lo que se podía haber hecho en cuatro capitulos. Acaba aburriendo y esperando que al menos los detengan a todos pero ya se sabe como va a terminar, se ve venir de lejos.

Lo siento mucho pero yo veo a la Flores haciendo ese personaje copiado y tantas veces visto, a la Corberó yendo de dura, al otro susurrando y ajustándose las gafas como para darse un toque de personalidad, a la peña cogiendo una pistola en cada mano en plan Fast and Furious y todo ese tufo a copia y pega de trama y personajes made in USA tantísimas veces copiado y pegado, que no puedo mas que hacer un PUFFFFFF a ver si acaba pronto. Porque la historia es que a mi novia le encanta y claro, si yo quiero que el viernes veamos Me llamo Earl, ahora tenemos que ver esto. De hecho, mientras la veo escribo, eso significa que está apasionante.

Me decido a escribir una crítica, después de leer que : "los personajes son malos", "que hay incongruencias de guión", " que vaya asco" y alguna tontería por ahí de que "no se entiende el español".

"La casa de papel" es una buena serie. ¿Por qué?, primero porque entretiene, tiene una buena duración, 2 temporadas para que no pueda derivar en más entresijos. Contiene todos los elementos para que sea un buen cocktail de ritmo, personajes carismáticos, buena fotografía y buena banda sonora. Me parece una grandísima escena ese "Bella Ciao" cantado por el profesor y Berlín. Porque sí, estos dos son el alma de la serie y me atrevería a decir junto a Helsinki. Os voy a dar la razón en lo de que Úrsula Corberó y su personaje es lo peor de la serie, pero ¿el resto del reparto? vamos, están geniales. Si esta serie fuera americana, nadie pondría tantas pegas, pero como la hacemos en España hay que despedazar el producto cuál Rotweiller, echando mierda de que toda la serie es una pura basura. Pues a lo mejor soy la única, pero cuando llego a mi casa, a veces quiero una serie profunda y a veces, otra donde haya acción y simplemente me entretenga y creo que "La casa de papel" lo consigue con creces. A los que cuestionan cada giro de guión, imagino que con las decisiones de Walter White se las creerían absolutamente todas, ah, perdona que como es americana, ya es Dios.

A la crítica de que no se entiende el "español", qué decir que la serie es española. Es como si un americano se quejara viendo "Peaky Blinders" porque tienen acento de Birmingham y localismos, por favor, esto ya es lo último que me quedaba por leer...

Desde el principio, toda esta serie me hace recordar a alguna película.
Desde Nikita, los sospechosos de siempre, duro de matar, etc.
El argumento es casi inexistente, se nota que es una constante improvisación, donde se suceden situaciones ridículas y encuentros forzados.
Para terminar Úrsula Corberó no se decide si es Uma thurman en Pulp Fiction, Matilda o Amelie.
Creo que todo el aparato propagandístico de la empresa que vende esta basura llega hasta influir la crítica profesional.

Notaza de «La casa de papel» en la web, ¿no?, sobre todo teniendo en cuenta que es una serie española. Lo entiendo, pero no nos pasemos.

Cierto que el planteamiento es bastante bueno: un robo atípico en pleno Madrid ejecutado por una banda de delincuentes de mayor y menor pelaje encabezada por un misterioso personaje llamado el Profesor. Del Profesor hablaremos luego.

Hasta aquí, bien. La realización está trabajada, de película. Los actores, destacables. No sé si en algún momento he podido decir la gran actriz que es Úrsula Corberó; camaleónica, sólida, con su Tokio rabiosa y desquiciada. Esta ladrona es realmente una impresentable, dañina y carne de cañón, y ella la interpreta que da gusto.

El problema de todo esto es que los personajes son, en una palabra, estúpidos. De esta manera, la trama que se desarrolla es igual de estúpida en líneas generales si exceptuamos al Profesor. Digo yo que si eres un delincuente profesional debes de tener una serie de principios claros a la hora de delinquir; por ejemplo, no improvisar, obedecer, tomarse el golpe en serio o mantener la cabeza fría. Y eso que Río, Oslo, Berlín (el segundo mejor personaje seguramente), Denver, Moscú, Helsinki, Nairobi y Tokio no tienen que pensar nada, solo seguir el plan que previamente y durante años ha ideado el Profesor.

Si «La casa de papel» te engancha y te convierte en una persona inmoral que quiere que el robo salga bien, es exclusivamente por ese personaje, llamémosle Salvador, alias el Profesor, a cargo de Álvaro Morte. Este hombre metódico, típico empollón, inteligente, tranquilo y tirando a tímido es quien de verdad logra nuestra admiración por ser tan puñeteramente eficiente. Salvador siempre va un paso por delante incluso cuando va por detrás y lo que te saca de quicio es que tenga que ir solventando las estupideces y meteduras de pata de sus compinches, unos inútiles perdidos a quienes deseas ver entre rejas.

Ninguna historia puede sobrevivir forzando la credibilidad. «La casa de papel» se pasa de la raya y el final con ese toque de crítica social me parece totalmente gratuito.