La loca historia del mundo

Floja, desenfadada, breve, ilógica, gamberra, divertida, agradable, simpática, chapucera, ridícula, absurda, entretenida, pobre, irregular, forzada, ingeniosa, pasajera, descarada y disparatada producción en clave de comedia del absurdo, bajo la dirección de uno de los míticos productores de este tipo de cine que tan buenos resultados obtuvo en su época, Mel Brooks.
En esta ocasión el creador de la historia, se centra en presentar y desarrollar diversas escenas cómicas, elaborando un desenfadado viaje histórico por diversas épocas de la humanidad.
El tono desenfadado y despreocupado del conjunto de la producción, hace que se vea con facilidad y sin que llegue a tomarse en serio en ningún momento. El viaje histórico ofrece la posibilidad de parodiar con ingenio algunas épocas de la historia, logrando dejar diversas y variadas pinceladas de humor, aunque en algunos momentos puedan resultar forzadas.
No es un tipo de cine que me llegue a entusiasmar, pero ha servido para que pase un rato entretenido y agradable por la historia.
La loca historia del mundo, es cine con buenos golpes de humor, pero que no consigue ser constante y pueda a verse afectada por su irregularidad.Se deja ver con la facilidad que se olvida.

La verdad es que esta película se habría quedado en regular o en floja si no hubiese sido por la trama de la revolución francesa. Pero la parte de los romanos es superada por una película como Golfus de Roma. ¿Para qué ver esa parte si ya tenemos la película de Golfus de Roma mucho mejor ejecutada? La parte de la inquisición es como un un musical forzado de Padre de Familia. La parte de las cavernas es peor que el humor de aquella época. Pero como digo, la salva la parte de la revolución francesa, que es con diferencia la parte más ingeniosa y entretenida de toda la película. ¿Por qué le veo aparecer a Harvey Korman en películas no muy buenas, pero en las mejores partes de la misma? Es graciosísimo que pase eso. En fin, algo decepcionante la película para ser una spoof movie antigua.

Era finales de los 70. El ritmo de vida era muy diferente al que existe hoy en día. Y no sólo me refiero al estrés, a la productividad y a la necesidad de hacer cosas. También el acceso a la información, y a la velocidad de maduración de los individuos.

Digo esto porque la película está llena de chistes picantes, que en la época de su estreno debían ser muy graciosos y eróticos, pero que en la actualidad se ven incluso inocentes. Y prácticamente así son todos los gags, con cierto tufillo a inocencia de otros tiempos. En los 80 era una película divertidísima, pero ahora no tanto. Aún así, me he reído varias veces, y algunas de sus escenas son míticas para la generación X.

Hay que destacar también que era una película con presupuesto, contando incluso con un número de natación sincronizada, y todos los actores extras que fuesen necesarios. Eso se nota.

Recuerdo que un gafapasta de la revista TP dijo, en aquella época, en una crítica, que Mel Brooks era el Mariano Ozores del cine americano. Yo creo que no. Brooks mezcla el humor ingenioso con el humor burdo, y no se limita a enseñar desnudos, que era lo que hacía Ozores.