El patrón, radiografía de un crimen

El Patrón es por sobre todo una película muy porteña, que respira barrio.
Retrata, parte del destrato que sufren a diario miles de laburantes, que sin otra cosa que su fuerza de trabajo, tienen que enfrentarse a a inescrupulosos que los explotan asquerosamente, y los humillan como si la esclavitud no se hubiera extinguido.

Con un trabajo excepcional de Joaquín Furriel y basada en un hecho real, es una película que devuelve en satisfacción cada uno de los minutos que dura.

Actuaciones deslumbrantes, la de "Hermogenes", la pelicula trata de una historia veridica, pero no siempre uno logra entender en este tipo de peliculas que fue real, y sigue pensando y mirando como si fuera algo guionado inventado...acá no pasa, es muy real, es como haber puesto una camara en los ojos de Hermogenes, es un como haber vivido un triste reallity de su vida..., corta, sencilla, realmente dolorosa.

Basada en hechos reales y en el libro de Elias Neuman , El Patrón es una historia intensa y dramática sobre la explotación laboral y la esclavitud a un pobre muchacho del interior del país, que se ve obligado a escapar del hambre de su ciudad y viajar a Bs. As, lamentablemente un explotador y dueño de varias carnicerías lo esclaviza con promesas y lo fuerza a vender y disfrazar carne podrida. La avaricia, el abuso, la corrupción pueden desatar en una persona, aunque su temperamento sea sumiso y obediente, una verdadera tragedia.
Sin dudas los laureles son para el señor Joaquín Furriel con una interpretación brillante.
El guión es fuerte, revelador y con mucha intensión de demostrar como se abusa de la gente humilde.

Una perfecta descripción de la injusticia social y el aprovechamiento laboral al que se ven sometidos las clases sociales mas postergadas por muchos de sus empleadores. En este caso, el protagonista, analfabeto y de bajísimos recursos es contratado por un carnicero, maltratador y estafador para que se haga cargo del local a cambio de condiciones indignas de trabajo. Muy cruda y real. Muy buen guión y consagratoria actuación protagónica de Joaquín Furriel. Súper recomendable.

El cine Argentino es un cine de calidad desde hace más de veinte años, bueno, no hay que ser un super genio de la critica para saber y darse cuenta de ello. Sin embargo, sorprende entonces que la crítica nacional haya hecho pasar sin pena ni gloria un filme como este. Me inclinaría por decir que esto se debe a que está plagado de grandes filmes, y que dentro de todo, El Patron, radiografía de un crímen, no es un filme del todo redondo, aunque de niguna manera es uno malo.
La historia es bien simple:Hermógenes, tipo de un pobre interior (interpretado por un excepcional Joaquin Furriel, en su mejor forma), sin estudios, decide ir a Capital Federal a intentar forjar un futuro mejor, pero allá se encontrará con un despiadado patrón malhumorado, irrespetuoso y chanta (Ziembrowski). Ahora bien, veamos como claramente en este resumen se incluyen casi dos horas de metraje y pese a que podríamos resumir toda la trama en una carilla y nos sobraría espacio, las mismas no se hacen tediosas.
El guíon pasa por dos ejes centrales: lo que sucedió en el pasado, llevado a cuestas por Furriel, y lo que ocurre luego del crimen en el enjuiciamiento que lleva sobre sus espaldas el honesto abogado interpretado por Pfening. Pues bien deberíamos decir que el primero de los ejes esta muy bien desarrollado, y es sin dudas lo mejor del filme, mientras que el segundo es algo más rutinario y no tan entretenido. No es que la interpretación de Pfening sea mala, muy por el contrario da perfectamente en el psique du rol de un abogado honesto y compenetrado con su cliente, que fue capaz de sentir el dolor de un pobre tipo y dejar de lado a su familia y su remuneración económica por él. Pero si se ve más allá de ello, no existe nada para destacar. La investigación es pobre, la escena del juicio es pobre, las escenas en la cárcel no dejan nada (salvo cuando este interactúa con Furriel, quien brilla en todo su esplendor) y las del juzgado son escasas y rutinarias.
Lo que si es de destacar es el trasfondo dramático del caso. Furriel es un verdadero esclavo, explotado por su patrón que le hace poner la cara para vender carne verdaderamente putrefacta como si fuera un manjar. Las escenas donde lo vemos limpiar la carne podrida o ponerle aditivos para disimular su horrible color son realmente muy buenas y reveladoras, y pueden llegar a revolver los estómagos de más de uno. Oh si, esas escenas donde furriel pone la carne en la lavandina o baja esas media res con gusanos dan ganas de hacerse vegetariano.
Ello también, está llevado a cabo por dos grandes actuaciones. Una, la ya mencionada de Furriel, quien hace de santiagueño pobre pero honrado y nos hace compenetrarse con su sufrimiento, y la otra, el patrón de Ziembrowski, un chanta y mal educado esclavista que tenía bien merecido su final. Los secundarios también componen una excelente factura, como Da Silva, que enseña los secretos de los carniceros (dejando algunos de los mejores momentos del filme) Realmente el final plantea una dicotomía moral propia del caso ¿Es Furriel un asesino, un tipo que mató por emoción violenta o un verdadero héroe que decide matar a su patrón para salvar la vida de algún niño que pueda llegar a comer la inmundicia que este vende?
Realmente, El Patrón, radiografía de un crimen, se me hace un filme sumamente recomendable. Es revelador de usuales avivadas de los argentinos (al mejor estilo Carancho), pero con un guión y trasfondo de verdadera calidad. Las actuaciones están verdaderamente excelentes, tanto en principales como en secundarios. Quizá la investigación y el juicio que lleva a cabo el abogado interpretado por Pfening empañan un poco las cosas, ya que son algo rutinarios y poco inspirados, y el final es demasiado abrupto, pero son cosas que no hacen que sea un mal filme, todo lo contrario, es un filme que debe ver y disfrutar, porque le aseguro que esconde una muy buena (y asquerosa) historia.