El tirador

El pistolero que ha sido prejuzgado a lo largo de una vida de asesinatos (en defensa propia) como un desalmado sediento de sangre pero que, cuando llega el momento de enfrentarse a la suya propia, realmente se libera y deja entrever unos sentimiento más cercanos a la justicia, la lealtad y el amor que muchas almas caritativas bien vistas por la comunidad... ¿Quién sino Wayne podría hacer este papel?

A Eastwood se lo propusieron, pero no le habría sentado tan bien. Él haría algo parecido después en "Sin perdón", pues de condenados al ostracismo y redención estamos hablando.

El conjunto de actores que le acompañan, todos entraditos en años, realzan el aire crepuscular genuino del film. Por qué no coincidieron antes Siegel y Wayne no lo se, pero habrían hecho otra buena película.

Film crepuscular en todos los sentidos, el crepúsculo de Wayne (posiblemente uno de los actores más infravalorados del cine aunque también el más encasillado), doy un 6 a la película y es por la mera presencia de tres actores que han dado sentido a la expresión "séptimo arte" como son Wayne, Bacall y Jimmy Stewart.

La película a pesar de estar basada en una novela de Swarthout de 1975 nos encontramos con que es más una biografía de Wayne que un guión adaptado.

Pero aún así, si nos desprendemos de la visión mitomana que podemos tener de Wayne o Stewart (la cual tengo a borbotones) nos encontramos con un western facilón, escaso de escenarios y de trama, propio de interiores y de antihéroes, si los protagonistas no fueran John Wayne y le secundaran Bacall y Stewart sería un western de sobremesa de televisión autonómica

Creo que lo más destacable de la película son los contrastes dentro de la propia Carson City, rompiendo completamente esa visión de ganado, cowboys y polvorientos salones, nos encontramos una ciudad con tranvía de tracción animal, timbres eléctricos, un saloon más propio del Este que de Nevada, abundantes postes de telégrafo (olvidando el solitario telégrafo que cruzaba el país) y hasta el pequeño automóvil de Sweeney.

Lo peor, como dicen más arriba el doblaje, es lógico que Wayne, Bacall y Stewart hayan cambiado mucho de dobladores durante su carrera, pero no es en absoluto lo esperado, Wayne con una voz nítida aunque marcada (cuando la voz de Wayne nunca fue clara ni limpia) y Stewart sin su característico tono aflautado.

La película te permite pasar un buen rato con un western breve adornado con la presencia del Rey pero más allá de eso es un western muy normalito.

El último trabajo de John Wayne fue este estimable western dirigido por Don Siegel que supuso un digno broche final al conjunto de su irrepetible carrera.

Se trata de un homenaje al personaje encarnado por Wayne toda su vida basado en los famosos pistoleros del salvaje oeste. Una especie de justiciero con corazón al estilo de Don Quijote de la Mancha con el que se hizo mundialmente famoso ganándose el corazón del público.

Un elenco de veteranos actores protagoniza esta historia sobre el final de una época, ambientada a comienzos del siglo XX, en la que el progreso entierra un violento mundo liderado por caciques y pistoleros. En el reparto también figura un joven Ron Howard quien más adelante triunfaría a lo grande como director (la alopecia fue cruel con el).

Banda sonora de lujo obra del maestro Elmer Bernstein y fotografía a todo color del gran Bruce Sturtees.

Es un western crepuscular, con una historia tierna pero digna. Como siempre, su interpretación, impecable. Pequeño papel para otro grande: James Steward. Lauren Bacall, sobria, en su estilo. Y el posteriormente director de cine Ron Howard, en uno de sus pocos trabajos como actor.

Dirigida por Don Siegel "El último pistolero" es la última película que rodó el gran John Wayne que estaba enfermo de cáncer al igual que el pistolero protagonista de la historia, un pistolero legendario quién por culpa de su reputación no consigue acabar sus días con tranquilidad teniendo que luchar sin quererlo contra su propia leyenda.
La película es un western crepuscular tremendamente nostálgico en el que además de Wayne aparecen otras dos estrellas del Hollywood dorado, Lauren Bacall en el papel de la viuda que acoge al protagonista en su casa y James Stewart que ya había coincidido con Wayne en "El hombre que mató a Liberty Valance" como el médico del pueblo. Toda la película es un homenaje a Wayne, desde que empieza con varias imágenes de otros westerns protagonizados por el a modo de introducción hasta el esperado final que cumple con todas las expectativas.
"El último pistolero" se rodó en una época en la que el western ya estaba de capa caída pero el mejor actor de westerns de todos los tiempos no se podía despedir de otra forma, es en definitiva un buena película muy recomendable para todos los fans del género.