Todos queremos algo

Uno acaba harto de tanto tópico de ligues, canutos, cerveza y chorradas. Pero, se dice, es un retrato de los ochenta. De una parte de los ochenta, la más tonta.
Y casi al final Linklater quiere dar un toque de profundidad, pero ya es tarde. Hemos tenido que aguantar hora y media de trivialidades.
Me temo que algunas de estas críticas de aquí están inspiradas en la nostalgia. Pero la nostalgia, para serlo de verdad, tiene que ser de algo con cierto fuste. Si no, será nostalgia pero de un cierto infantilismo.

De los cuarenta minutos que he visto (confieso que ha pasado a la lista de desechadas), lo que para mí destaca positivamente es la atmósfera ochentera tan lograda. Viéndola creí que se había rodado en la época. También la calidad de las interpretaciones y la dirección, PEROOOOO me he aburrido soberanamente. Se limitan a mostrarte un modo de vida de lo más tedioso, donde nunca pasa algo excepcional, donde poca cosa te provoca siquiera una sonrisa. Me recuerda a la frase que dijo una crítica estadounidense sobre El buen pastor, de Robert De Niro, "Si la vida de los espías es tan aburrida, se la pueden quedar para ellos". Lo mismo digo de estos estudiantes. Igual alguien piensa- Pero, muchacha, si te has quedado a la mitad-. Sí bueno, es verdad, pero pasarme tanto tiempo esperando a que despegue un guión mientras se te cierran los ojos de puro aburrimiento, no compensa por muy buena que pueda ser el resto. Bastante aguanté.

A todos nos gusta contar nuestras juergas de la época universitaria, lo guay que era no pensar en nada más que salir de juerga, pillar cacho (perdón por la expresión, aunque no desentona en esta película), y ser unos héroes míticos en la especialidad deportiva de mayoritaria aceptación. Es una fase de nuestras vidas que tendemos a mitificar porque quizá sea la última vez en la que, de verdad, somos libres y no tenemos ninguna responsabilidad más que jugar a los marcianitos, acicalarnos, emborracharnos, soltar alguna frase ingeniosa que engatuse a alguna ingenua con similar nivel de desarrollo cerebral y de desequilibrio hormonal.
Todos mitificamos esta época de nuestra vida antes de darnos cuenta de que más tarde o temprano seremos expulsados del paraíso, querremos cambiar el mundo, fracasaremos, tendremos que ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente, y poco a poco ,nos iremos convirtiendo en seres más o menos respetables, más o menos responsables, más aburridos y menos libres.
Linklater ha querido plasmar esa etapa de su vida cuando era realmente libre, sin responsabilidades, sin obligaciones. El problema es que hemos visto miles de películas similares y esta tampoco aporta mucho más. Echo en falta mejores diálogos, escenas más trabajadas y una historia que aporte algo más que lo ya comentado.
Me encantó toda la saga de Antes de..... , me encantó Boyhood, pero con 'Todos queremos algo' he quedado un tanto decepcionado. Esperaba algo más la verdad. Según avanzaba el metraje pensaba que la relación sentimental que se establece con la protagonista femenina iba a aportar un poco de la calidad que he visto en otras películas de Linklater. Pero también acaba siendo un tanto plana y no demasiado interesante.
Espero volver a disfrutar con las películas de Linklater como lo hice con Boyhood, con los diálogos inteligentes y con su forma de plasmar 'la vida misma' sin necesidad de contar ningún acontecimiento extraordinario.

A ver, después de muchas de las últimas críticas que indican que se trata de una típica película de fiestas universitarias en la que no pasa nada, me atrevo a lanzar la siguiente pregunta: ¿qué sentido tiene hacer una película universitaria en 2016 ambientada en los 80?

Para el que se perdiese Barrio Sésamo de pequeño, que no sufra, que he aquí la respuesta... Obviamente es una película universitaria para gente que en los años 80 estuviese en esa época, qué intención iba a tener el director de dirigir en plena época de redes sociales, móviles, y virtualismos varios una película ambientada en los 80 a un grupo de edad de 20-25 años que no había nacido en esa época.

Hecha esa aclaración, en la película no es que no pase nada, es que esa es la esencia de la película, el discurrir de la vida de una serie de universitarios justo antes de comenzar el año y las clases y hacernos partícipes de su día a día, sus miedos, inseguridades, desubicación, ganas de divertirse, de disfrutar, su vitalidad, etc... y que aquellos que recordamos con nostalgia aquellos maravillosos años por unos instantes recordemos nuestras propias vivencias esbozando una leve sonrisa y susurrando aquello de "juventud divino tesoro".

Linklater es un director que sigo hace bastante tiempo y me han gustado la mayoría de sus películas, entre ellas la trilogía de Before, Dazed and Confused, A Scanner Darkly y la flamante Boyhood.

Esta vez nos trae Everybody Wants Some!! Que vendría a ser una versión más madura de Dazed and Confused de 1991, la cuál si bien no me sentí identificado porque trataba de situaciones entre jóvenes de los 70s y sus boludeses universitarias, me pareció que tenía la suficiente comedia como para divertirme. Todo lo contrario me pasó con Everybody Wants Some!!

Seguramente haya sido un film dirigido para los nostálgicos yanquis que pasaron en las universidades a finales de los 70s, sigue manteniendo ese espíritu de Dazed and Confused.
Técnicamente la obra es muy elegante, manteniendo una dirección cinematográfica y fotografía muy bien cuidadas a lo largo de todo el metraje. La verdad es que no hay con qué darle en esos aspectos y para la crítica de turno esto suma muchos puntos, en varios sitios está por encima de un 8.

Para mí está llena de clichés y estereotipos fáciles de la época, lo típico. Y es que no me entretuvo, salvo una que otra situación, y el vestuario que es genial, es que nunca pasa nada, absolutamente nada, es un embole. No llega a ser una obra maestra ni a palos, la paso por alto porque Linklater es un muy buen director y cualquiera puede tener un mal día.

5/10 y creo que es la primer película del año que no estoy de acuerdo con los excesivos puntajes que se está llevando por parte de la prensa.