Escape Room 2: Reto mortal

Un "escape room" muy, pero que muy exigente, y más para aquéllos que tienen que salvar su pellejo.

Se antoja demasiado exagerado, incluso siendo una cinta de ficción.

Conmigo la hubieran cagado ya que soy bastante gilipollas y no hubiera conseguido pasar ni tan siquiera la primera prueba.

Los protagonistas de la segunda versión de esta película son bastante listos y lo pillan todo al vuelo. Las pistas, por muy complicadas que sean, son rápidamente "cazadas" por sus personajes, los cuales actúan de una forma casi heroica, siempre al límite, pero la tensión es nula, cosa que no ocurre en su antecesora.

Cada prueba que deben superar es demasiada sobreactuada, casi un envoltorio de un regalo forzado.

En definitiva, una continuación que ni aporta ni seduce.

Nada que ver con su antecesora, se pierden las ganas de adivinar junto con los personajes los acertijos y las sensaciones de estar atrapados nosotros con ellos. Este intento de thriller solo imprime emoción y suspenso al principio pero poco a poco cae en lo repetitivo y lo absurdo. Los escenarios están tan cuidados y detallados como en la primera parte pero los acertijos carecen de sentido y en un intento de hacerlos intelectuales y complejos pues solo podría resolverlos Dios mismo. El final es extraño y absurdo y solo deja decepción ante la expectativa de ver una película tan asombrosa y emocionante como lo fué la primera.

Por algún motivo, en España el "Torneo de Campeones" se ha convertido en "Mueres por salir", quizás sea para no hacer spoiler de lo que nos deparará esta secuela cuya historia sigue justo donde acabó su predecesora.

Todo lo demás es igual, tendremos varias salas mortales y ciertamente ocurrentes donde sus protagonistas sufrirán de lo lindo para deleite del espectador, eso sí, ahora el contexto se ha llevado bastante más lejos, con excesivas explicaciones que le roban encanto, incluyendo un rocambolesco drama familiar.

Aún así sigue siendo un malsano divertimento gracias a su vertiginoso ritmo y a una escueta duración.

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Nada mas empezar tenemos un resumen de la anterior. Para mi perfecto, para el que entre por curiosidad a este film menuda gracia. Estamos ante una secuela directa de la anterior que, si bien se agradece que conserve la misma línea, repite la fórmula con un "copiar y pegar" de libro.

¿Qué hay de atractivo en ver la misma película con otros personajes? Bien es cierto que hay demasiadas peliculas que siguen un esquema parecido. Pero aquí parece que todo vale. Hasta los giros de guíon son un "meh" y no te crees lo que estás viendo.
Salas más rebuscadas que la anterior, y si la anterior era un "The Cube" comercial, aquí nos encontramos el clásico problema de las secuelas. Menos inspiración y repetición de lo acontecido.

Videoclip de 85 minutos para tener de fondo. No está mal si se busca algo rápido, pero despídete si esperabas encontrar algo que hiciese resaltar esta saga y recordarla con el paso del tiempo.

Para comenzar mi comentario debo decir que no he visto la primera película, así que no puedo comparar.
Esta me ha parecido efectista al cien por cien, por supuesto nada creíble, pero esto se daba por sentado.
Es un tipo de cine que no me va mucho pues todo sucede a gran velocidad, carente de la más mínima verosimilitud, y con situaciones que escapan a la lógica.
Eso sí, técnicamente es competente, sobre todo en la parte de la dirección artística y montaje.
Se da por sentado que los personajes son súper inteligentes pero esto no les otorga ninguna credibilidad en sus acciones toda vez que ningún ser humano en situaciones de vida y muerte tiene la rapidez necesaria para tomar vitales decisiones, al menos a la manera de lo que ocurre en pantalla.
Sí, ya sé, es una peli y hay que tener un mínimo acto de fe y aceptar la propuesta del argumento, si no, no se ve y punto.
Pero una vez vista creo que a pesar de su corta duración es algo cansina, repetitiva, no por las diversas circunstancia, pruebas más bien, que tienen su aquel, sino por que no se para de gritar en todo momento y resulta hasta irracional en muchos momentos.
Me quedo con el prólogo y con el primer tercio, cuando van en el metro y tal. El resto, un seguir y no parar, hecho que gustará al gran público pero que a mí me llega al final a resultar cansino y hasta tedioso.
En cuanto al epílogo, para una tercera película, claro, que no hay que acabar con la gallina de los huevos de oro.

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