Madre

Es una película hecha para la censura de aquella época. Es muy puritana y con unos valores morales hechos a medida para la época.

Una mujer, que vive en un hogar pobre, tiene visiones de grandeza y quiere enredarse a un hombre que, al menos, ve un porvenir mejor que viviendo en casa de sus padres. Gracias a su belleza lo consigue engatusar y se casan y tienen una hija. A partir de aquí y con los años, y encima el hombre que tiene que ir a trabajar fuera, pues se distancian y vuelven a sus raíces: ella es basta y le gusta la juerga y la moralidad pues la tiene muy justa. Y él sigue en su vida refinada.

No desvelo más, porque hay que verla. Hay el sacrificio de una mujer, que ya he visto en otras películas y entiendo que esto es una moda de aquella época (por la repetición del sacrificio) y que a la gente le gusta.

Lo que no me gusta de la historia es que, ella, siendo como es de basta y vulgar, no haga esfuerzos por cambiar, ya que lo tiene fácil. Es como si la gente con poca educación no pueda cambiar, y es la parte que más me chirría de la historia.

Es muy emotiva, es sí, porque ponen toda la carne al asador para enternecer al espectador.

De nuevo esa sensación que te deja en los labios el presenciar una película de la que no habías oído hablar jamás. La historia va de menos a más, con flashbacks necesarios que cobran sentido cuando se va adentrando en la misma.

Miles de preguntas van surgiendo a medida que se avanza. ¿Qué sentido tiene el desear siempre lo que no tienes? Ni aún cuando alcanzas ese deseo te sacias. ¡Qué similitud con este siglo XXI!

La dulzura de Laurel traspasa el tiempo. No está desarrollada la historia con la potencia debida, ni el tiempo que merece. Falta espacio y metraje, panaceas de las que Vidor, seguramente, no disponía. Pero lo vamos comprendiendo todo perfectamente.

Un "remake" de un film de Henry King, que tuvó un gran éxito y que Vidor realizó apoyándose en la interpretación de Barbara Stamwyck, absoluta protagonista de la película.
No es nada memorable bajo ningún aspecto, sí es un estimable melodrama dónde el buen hacer de la máquina de hacer cine que era Hollywood en esta época hacen que practicamente cualquier película o proyecto resultase visible o interesante. Este es un ejemplo más de ello. Pero ni es de lo siquiera notable de Vidor ni tampoco una de las mejores actuaciones de una Stamwyck ataviada con un surtido de espantosos sombreros, por cierto.