No dormirás

Gustavo Hernández dirige su tercer largometraje 7 años después de " La casa muda ( 2010 ) ", su ópera prima que tuvo una gran acogida por la crítica después de su paso por el festival de Sitges. En esta ocasión la presentación de la película tuvo lugar en el pasado festival de Málaga, en donde fue premiada a la mejor fotografía y montaje, y que intenta ofrecer un cine de género original e innovador, pero que me aburrió y no entré en esta idea que al menos cuenta con una agradable sorpresa a nivel interpretativo, la de la argentina Eva de Dominici, conocida por sus apariciones en series de televisión, y que lo hace bastante bien como Bianca, esa joven actriz que lucha por el papel de Antígona en una obra de teatro, en competencia con Cecilia, interpretada por la española Natalia de Molina. La presencia de ambas mantiene a flote el proyecto, aunque me costó entrar en el nuevo rol de la protagonista de " Techo y comida ( 2015 ) " hablando con acento sudamericano en lugar de su andaluz natal. La película es una coproducción de varios países, con participación española, y cuenta con la presencia además de la citada Natalia de Molina con las actrices españolas Belén Rueda y en una breve aparición de María Alfonsa Rosso. No me convence Belén Rueda que se está encasillando en este tipo de personajes en películas de terror o suspense psicológico, y que se excede en sus gestos.

La película se inicia con un prólogo en 1975 y posteriormente avanza 9 años para presentarnos esa historia en el interior de ese hospital psiquiátrico en donde se crea esa historia tan original en su punto de partida, pero que no me convence y no está bien desarrollada.
La fotografía del argentino Guillermo Nieto sabe jugar bastante bien con la luz en las escenas de oscuridad y es lo más destacado a nivel técnico y artístico. No es una película de genero de sustos, aunque hay un par de situaciones que pueden inquietar al gran público por el empleo del sonido excesivo más que por el desarrollo argumental, ya que el guion es bastante irregular, y no es fácil de recomendar, ya que puede desesperar al gran público aficionado a las películas de terror. Quizás los cinéfilos aficionados al terror psicológico diferente al habitual pueden disfrutar de esta película.

LO MEJOR: La fotografía.
LO PEOR: El guion. Bastante aburrida para ser una película de terror.

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En general muy mala.
Miedo poco o ninguno. La película empieza bien te atrapa, pero va decayendo conforme va avanzando el film. Los actores no son muy creíbles y sus actuaciones flojas. La historia no se acaba de explicar bien, han querido mezclar Origen con Pesadilla en Elm Street y no les sale muy bien. La intra-historia no aporta nada, es más te hace la película más pesada.
Lenta y difícil de ver, para nada recomendable.

A mí me proponen eso de no dormir durante días y, bueno, una razón muy poderosa me tienen que dar para que acepte, si es que aun así acepto. Estos actores están demasiado comprometidos.

Lo que puede sonar a broma en realidad es muy importante para la trama. No ya es que tú quieras quedarte despierto, es que sencillamente no vas a poder. A no ser que te encuentres bajo una supervisión total que impida que te quedes dormido, lo más seguro es que pese a tu voluntad de mantenerte despierto caigas en el sueño incluso sin darte cuenta.

El guion de esta historia se basa en eso, en que no duerman; el plan maestro depende de su falta de sueño. Si duermen, todo se desmorona… pero aquí nadie vigila a nadie. Bianca y compañía van a su aire y, oye, ¡qué resistencia tienen! Ni una cabezadita. Si la directora Alma, con una Belén Rueda en su papel habitual de mujer sofisticada y enigmática, tan implicada está en la experimentación con el sueño (¿ella duerme, a todo esto?), debería crear otro ambiente que le permitiese controlar las condiciones de sueño de sus actores y no arriesgarse a que se queden dormidos mientras se lavan los dientes. No lo encuentro creíble, lo siento.

«No dormirás» comete la indiscreción de contarte casi todo en los primeros cinco minutos, esa manía de empezar cualquier película con un cartel explicativo. Aunque es intrigosa, no consigue aprovechar las posibilidades que el punto de partida ofrece, así que a medida que la historia avanza se pierde misterio y termina cayendo en giros de guion que hacen más difícil reconstruir la historia y un sentimentalismo paranormal al que ya estamos acostumbrados: el fantasma quiere matarte pero también es sensible, muy maternal. Venga, venga.

Además, de una forma práctica, ¿alguien me puede explicar cómo funciona la puesta en escena de esta obra de teatro? ¿En qué consiste la función y cómo la ven los espectadores?

En fin, a dormir un ratito.

Acabé de ver la película. Muchos sustos que no se entienden, símbolos etc., Doy un 6 por la impecable performance de la protagonista, por la fotografía y por la idea. Lo de los sustos es una pena, porque rebaja un filme grandioso en una taquillera barata. Podría ser una película de una nota mucho más alta, si no fuera por eso y en mi opinión por el actor, el único chico miembro del grupo de teatro, que me aborrecía su carácter.

En fin, recomendable sí es.

En el catálogo de Netflix me salta esta película, de nacionalidad uruguaya y con Belén Rueda, ya erigida como reina del terror patrio, entre su elenco. Son razones para darle una oportunidad. El género, el exotismo de la nacionalidad y que aparezcan por allí Natalia de Molina y la mencionada "reina del grito" española.

El inicio ya amenaza con lo que luego nos caerá encima, un terror más que previsible, muy confuso, malamente resuelto, con un aire de cine B en el peor sentido del término, con una Belén Rueda que no puede ni sabe defender su luciferino papel y una historia que se cae por sí sola.

Los sustos vienen subrayados por una música evidente que anima al espectador a asustarse y pasarlo mal, sin llegar a conseguirlo y solo el escenario, un antiguo psiquiátrico, es el marco adecuado para este tipo de películas.

Y nada más. Si no la habéis visto, evitadla; si se vio en su momento, ya se habrá olvidado.