La delgada línea amarilla

Pelicula honesta, inteligente y con muy buen trabajo por parte de todas las partes necesarias para una buena película: buen guión, buen trabajo de dirección y un trabajo bordado por los actores. Un grupo de hombres analizados desde un acontecimiento que los maneja a todos ellos: pintar las lineas de una carretera perdida por la que no pasa un alma. Pura inteligencia y sensibilidad. Esta película debe ser caracterizada de existencial por la forma en la que un hecho anodino y fatigoso (el pintar las lineas de la carretera) se convierte en un hecho de persistencia, arrojo y lealtad entre desconocidos. Recomendable para tipos sensibles, un día de resaca, debido a que esos días a uno le apetecen películas tranquilas, sin sobresalto y que toquen el corazón.

La película funciona bien, pese a los excesivos gestos sensibles que se dan desde el principio, gracias a la interpretación de los actores.
Quizá la moraleja esté en la propia línea amarilla. Larga, delgada, casi eterna. Una línea a modo de metáfora para separar el trato correcto entre desconocidos y los lazos casi familiares que pueden llegar a tejerse cuando se tiene un motivo común.
Lamentablementela falta de contención empuja la historia hasta el melodrama. Una lástima.

Buena peli. Entretenida. Con una buena reflexión social acerca de las condiciones laborales de nuestro país. Con elenco de lujo y bien actuada.

Te transmite esa sensación de soledad y desierto que es el camino y sus parajes, pero que son análogos a la vida interior de los personajes. Una reflexión bien honesta acerca de la vida y la condición humana.

Lo que no me gustó es que es un poco sentimental y a veces parece que sólo es una sucesión de sesiones de grupo de autoayuda. Pero no importa. Así tenía que ser la peli y se la compro. La disfruté bastante.

Hay líneas que dividen, líneas que delimitan, la de esta historia es una línea de vida, que transforma, que vuelve a dar dirección en el camino. Cinco personajes de personalidades disimiles que realizan una odisea al trazar una delgada línea amarilla en una casi desolada carretera, irán mostrándose por dentro como solo se hace cuando existe la confianza con un amigo. Una historia de encuentros y desencuentros, de amor y fraternidad que surgen mientras se traza una línea que podría salvarle la vida a alguien y labor que ha de transformar a los personajes.