Magic Mike: El último baile

No cumple con las expectativas que se habían generado. La película se queda corta en varios aspectos clave.

En primer lugar, la trama carece de cohesión y dirección clara. Parece que los eventos ocurren sin un propósito definido, y muchos momentos se sienten desconectados entre sí. Esto hace que la película pierda su ritmo y no logre mantener el interés del espectador a lo largo de su duración.

Además, los personajes no reciben el desarrollo necesario para que el público se sienta conectado con ellos. Aunque se introducen nuevos bailarines en la historia, sus antecedentes y motivaciones no se exploran lo suficiente. Esto los convierte en figuras planas y difíciles de involucrarse emocionalmente. Incluso el personaje de "Magic" Mike Lane, interpretado por Tatum, no logra brillar tanto debido a la falta de material convincente.

En cuanto a los temas que se abordan, la película parece solo raspar la superficie en lugar de analizarlos en profundidad. Se desperdicia una oportunidad para generar reflexión y diálogo sobre estos problemas importantes que afectan a la sociedad actual. Esto hace que la película se sienta superficial y falta de relevancia en su mensaje.

Aunque la dirección de Soderbergh mantiene su estilo visual distintivo en las secuencias de baile, esta vez no logra aportar frescura ni innovación. Por momentos, las escenas de baile parecen repetitivas y predecibles, sin ofrecer nada nuevo ni emocionante para los espectadores.

En resumen, "El último baile de Magic Mike" es decepcionante. A pesar de contar con el talento de su elenco y director, la falta de cohesión en la trama, la superficialidad en el desarrollo de personajes y la falta de profundidad en los temas abordados hacen que la película tenga poco impacto. Para aquellos que esperaban un broche de oro, es posible que se sientan defraudados por esta entrega que no logra alcanzar su potencial.

Steven Soderbergh es un cineasta muy irregular. Ha tenido una carrera en la que ha intercalado peliculones como "Traffic" con éxitos de taquilla (la saga Ocean), pasando por rarezas como "The Girlfriend expierence"... pero el punto más bajo de su dilatada filmografía es sin duda la trilogía de "Magic Mike", aunque bien es cierto que él no dirigió la segunda parte. De hecho, que volviese para esta tercera entrega haría subir algo el listón, acercarla a la primera que, es verdad, no era para quitar el hipo, pero era bastante mejor que "XXL". Pero no. Esta es aún peor.

Sinceramente, las aventuras de un señor que se dedica a bailar en espectáculos privados a señoras adineradas, que usa su cuerpo como anzuelo y la sexualidad para ir medrando en la vida, no me parece algo como para hacer tres películas. Sea del género que sea, estos personajes no me entusiasman. Y menos aún si me lo quieren presentar con el envoltorio que se lleva ahora del empoderamiento femenino. Ahora se lucen los cuerpos femeninos y la sexualidad porque es una forma de empoderarse. Pues miren ustedes, eso se lleva haciendo siglos. Y pensaba que se había avanzado en ese terreno: Que ya se podía representar a la mujer sin cosificarla demasiado, sin ser un ser que sea objeto de deseo carnal ni sujeto de ese deseo, presentándolas como seres de no muchas neuronas que se ponen como locas cuando ven a un macho musculoso contonearse. Básicamente, no me gusta que se retrate a la mujer como a los babosos que se ponen a salivar en las salas de streaptease... llamadme loco. Será que soy muy poco moderno. No me gusta que se retrate a los hombres como salidos, pues a la mujer tampoco. Fíjate tú qué cosa. No me gustan los personajes femeninos que se valen de sus encantos físicos para conseguir lo que quieren... Pues tampoco me agradan los personajes masculinos que hacen eso.

Además, es que la película es bastante aburrida y bastante mala.

Steven Soderbergh ("Traffic" (2000), "Sexo, mentiras y cintas de vídeo" (1989), "Ocean's Eleven" (2001), "Indomable" (2012), "Erin Brokovich" (2000)) regresó en 2023 con las aventuras eróticas del stripper estrella que inició con "Magic Mike" (2012) y que se continuaron con la que es a mi parecer la mejor entrega de toda esta saga que en esa ocasión fue dirigida por Gregory Jacobs: Magic Mike XXL (2015). En esta tercera parte ya no tenemos a esa alocada e irreverente pandilla de bailarines eróticos que compartía tanta química de compadreo (porque, aunque Matthew McConaughey se bajará del barco tras "Magic Mike" (a Alex Pettyfer nadie lo echó de menos), en "Magic Mike XXL" gozábamos de unos enredos vivaces entre Kevin Nash, Joe Manganiello, Matt Bomer, Channing Tatum y Adam Rodríguez... a los que se unían unas cómplices Jada Pinkett-Smith y Andie McDowell en su salsa) sino únicamente el Magic Mike del título (Tatum) ya retirado de su etapa de cabriolas y magreos... hasta que una millonaria divorciada (Salma Hayek) le ofrece ser el director de una obra teatral con bailes exóticos en un teatro de Londres.

Pero, aunque el guion trate de hacer ver al espectador que este Mike Lane (Tatum) se toma esta nueva propuesta con entusiasmo, lo cierto es que el actor nos presenta en casi la totalidad del metraje una desgana e indiferencia que solo transmite una superficial y pasajera rutina al espectador. Tampoco es que el personaje tuviera con anterioridad un carisma arrollador, pero en la cinta predecesora se observaba a un protagonista más voraz, emotivo y disfrutón en sus lances con una pandilla que le divertía de forma honesta y vivaracha. Es como si Tatum estuviera cansado del personaje y eso hace tomar distancias al espectador. Y seguramente se deba a que en esta ocasión ni está tan bien rodeado por un elenco tan variado en sus singularidades como acomodado en sus roles ("Tarzán" (Nash) o "Gran Ritche" (Manganiello) son unas ausencias destacadas entre otras) ni está ante un guion que nos aporte situaciones variopintas, inspiradas y prolíficas (tampoco es que "Magic Mike XXL" fuera una obra maestra, pero este "Último baile de Magic Mike" hace añorar la visita al local gay de aquella, la escena de la gasolinera o la entrada en la casa de la amiga con las madres de tertulia) que nos hagan sonreír y hasta reír entre baile y baile o durante ellos (unos bailes que en aquella ocasión contaban con más inspiración imaginativa y atrayente). Aquí todo se reduce a una trama realmente básica sin vicisitudes de sorna, sarcasmo o descaro dialéctico. Una trama tan escueta e insustancial como tópica y pronosticable (el "romance" es tan estandarizado como forzado, y lo mismo se puede decir del montaje teatral y su desenlace que hace parecer al baile hotelero de "Dirty Dancing" algo mucho más profundo de lo que es) que además se envuelve en unas coreografías que no pasan del efectivo pero fugaz magreo stripper (insisto, no como en "Magic Mike XXL").

Y digo efectivo porque son esos bailes eróticos con cuerpos esculturales aunados con la desenvoltura en ellos por parte de sus actores (desde los protagonistas Tatum y Hayek pasando por el resto de cuerpo de baile) lo que mantienen a "El último baile de Magic Mike" a flote como pasatiempo aceptable. Porque desde luego ni la historia que nos desarrollan, ni los personajes entre baile y baile, ni la creatividad de las coreografías cumplen el mínimo exigible en un producto cinematográfico de género musical ("Chicago" (2002) ya les adelanto que no es por desgracia). Pero esas danzas atrayentes que además son rodadas por Soderberg con un oficio digno (lo mismo se puede decir del resto de escenas y montajes musicales extradiegéticos del film), algo que no por ser esperable por parte del director de "Detrás del candelabro" (2013), "Ocean's Twelve" (2004) o "Efectos secundarios" (2013) es menos de agradecer. Tampoco es desmerecedora la incólume cinematografía que nos ofrece, ni el resuelto diseño de producción, ni la fotografía de mimadas luces de neón, ni el elegante vestuario y maquillaje. Desde luego Soderberg aprovecha los elementos escénicos con solvencia... aunque ha tenido presupuestos similares a los que ha dado un partido no solo superior sino memorable (y a "Traffic" me vuelvo a remitir). Pero a pesar de la mediocridad de este conjunto, lo cierto es que como evasión pasajera es un producto capacitado. Ya que como cinta con bailes eróticos de por medio no es un desastre a lo "Striptease" (1996) o "Cándido erótico" (1978), Este "El último baile de Magic Mike" es más bien parejo a nivel global a "No lo llames amor, llámalo X" (2011), "Dreamgirls" (2008), "Rocketman" (2019), "Dirty Dancing" (1987), "Judy" (2019) o "Hannah Montana: La película" (2009) si de relatos someros con números musicales y/o "profesionales del sexo" de por medio se trata. Respecto a la saga digamos que es mejor que "Magic Mike" y peor que "Magic Mike XXL". Es recomendable a todo público adulto (que no se escandalice con los movimientos sexuales en pantalla) como amenización fugaz.

Lo mejor: La actuación de Salma Hayek en general.
Lo peor: La actuación de Channing Tatum fuera de los bailes.