Lobos sucios

Creo que se trata de una ambiciosa producción española, que narra una historia basada en un hecho real que se prolongó durante unos años en tierras gallegas, durante el cual presos españoles y gentes del lugar extrajeron el wolframio que los alemanes necesitaban para construir tanques y armamento para seguir luchando durante la II Guerra Mundial.
Y digo ambiciosa por cuanto se nota que hay medios en cuanto a dirección artística, elenco internacional interpretativo y un empaque técnico impecable que otorga verosimilitud a la ambientación.
Pero fracasa, o al menos, para no ser tan duro con la cinta, no llega a convencer nunca por algunos hechos en verdad incongruentes que le restan credibilidad.
Mezcla el drama con la aventura o el thriller de genuino género negro, sin que resulte convincente en ningún momento, aunque no se puede decir que aburra. Pero se nota que algo falla en casi todo momento, quedando todo en un quiero y no puedo.
Por ello se pasa el rato, pero no llena y al final te deja un regusto amargo como de trabajo con los mimbres necesarios para gustar mucho, pero que no lo hace y se queda en medio camino, quién sabe si por la inexperiencia del realizador o porque el argumento hace aguas queriendo trascender pero muriendo en la orilla.
Se puede ver, pero te deja insatisfecho. Y es una pena por cuanto estas historias verdaderas sucedidas durante nuestra contienda, merecían mejor suerte, pero no hay manera de hacer algo completamente redondo.
Lo mejor, la brillante fotografía de Sergi Gallardo, y las dos protagonistas, sobre todo, para mi gusto, Manuela Vellés.

Esta es la historia que en 105 minutos intenta contar Casal, explicando por qué el coraje de dos mujeres sin estudios, gallegas como él, como su tierra, merecerían ser recordadas por su decisiva intervención en la contienda de la 2ª Guerra Mundial.

Otra cosa es que quedemos convencidos. Para hacerlo más entretenido y entendámoslo, es cine, se encajan un par de historias de amor. Tormentoso, eso sí, que estamos en guerra.

Este interesante episodio de la influencia española en la gran Guerra queda muy bien contado en el documental "La batalla desconocida" que se puede encontrar en la web de RTVE (www.rtve.es/alacarta/videos/otros-documentales/otros-documentales-batalla-desconocida/4449990/) aunque este trabajo aventaja de lejos a este enésimo film de revancha que denosta la miseria humana de los alemanes y la Guardia Civil, en contraste con la gran talla moral que una vez más exhiben los presos republicanos y las dos paisanas.
Nuevamente tenemos que padecer el sempiterno discurso maniqueo del cine español de los últimos cuarenta años. No entienden que hace tiempo que aburre..

Bien por la visceral interpretación de Marian Álvarez que queda notablemente devaluada por su ininteligible pronunciación. Bravo por los actores de doblaje que, para mérito propio, aventajan muy de lejos a los actores patrios que utilizan su propia voz para, en muchos casos, arruinar sus personajes haciéndolos incomprensibles. Bravo por los actores veteranos que con los años han aprendido a hablar para el medio aunque, lamentablemente, ya les den menos papeles.

Ajenos ya al discurso político, lo que queda es un drama, algo de pasión, algo de intriga y... ¡Ah!, sí, una loable fotografía. Mientras no le cueste dinero, puede intentar verla.

Un relato que hubiera podido dar mucho de sí queda malogrado por la deficiente dirección. Los hechos pueden estar basados en una historia verídica pero la forma de contarlos no los hace parecer verosímiles. Los personajes y los escenarios quedan muy acartonados. La dinámica de la narración tampoco brilla por su agilidad. Es una lástima porque la temática hubiera podido dar lugar a una buena película. Se queda en el intento, con muy pocos momentos aceptablemente logrados.

La película resulta por momentos tediosa y repetitiva, aquí se mezclan temas políticos, con amores conflictivos, acciones de espionaje y resistencia, con brujerías y esas cosas, que no conforman del todo. Lo bueno son las actuaciones de las hermanas Manuela y Candela, interpretadas por Marian Álvarez, y Manuela Vellés y el entorno natural de los bosques y montañas gallegas. La música también es muy buena.
Un hecho poco conocido en el mundo occidental, por decirlo de alguna manera, fue que la explotación del wolframio era una actividad singular debido a que la maquinaria bélica de los nazis, además del deseado combustible, tenía la necesidad imperiosa de este metal poco común. De echo, las principales minas que abastecían al ejercito alemán y a los aliados, estaban en Galicia y norte de Portugal.