Sangre, simplemente sangre

Tercera película que veo del director. Esta me ha parecido menos interesante, tanto en su propuesta, algo trivial y vulgar, como por la estética, nada que ver con La casa de las dagas... Tiene un tratamiento de comedia, a medio camino entre la risa y las situaciones cómicas que no parece el tono propio de un cine que tengo por solemne, pesado, serio, espeso, dramático, sesudo. Es una apuesta diferente, distinta de su clásico nicho de producción. Y no es que le salga mal, es que no me gusta. Seguro que al director le agrada, y seguro que tiene fieles seguidores, pero no es lo que esperaba, simplemente.
El tratamiento del color es muy sintomático de su interés por impactar visualmente en el espectador. En primer lugar, por el lugar al aire libre en el que transcurre la cinta, unos parajes áridos y desérticos con unas formaciones rocosas amarillas, ocres y naranjas que destacan sobre el cielo azul. En segundo lugar, opr las ropas de los protagonistas, llenas de colores brillantes y texturas sedosas llenas de matices, brillos y pliegues que las hacen especialmente atractivas para el espectador.
Una propuesta diferente a las otras dos que acabo de ver. Diferente de La casa..., porque no hay batallas, luchas, ni efectos especiales. Y distinta a Regreso... porque se aleja de los temas 'revolucionarios', espesos y dramáticos como pocos.
Dice la propia cinta, al comienzo, que está basada en Sangre fácil de los Coen. Sé que vi esta cinta, pero no tengo una clara conciencia de ella, no me acuerdo de nada. Seguro que si la comienzo a ver me acordaría.

Un remake de "Sangre fácil" de los hermanos Cohen pasada por la mirada esteticista de un Zhang Yimou que no está aquí en sus mejores momentos. En general, la película oscila entre aburrida y cargante (insoportable el personaje interpretado por Xiao Shenyang) en una sucesión de planos donde se abusa del gran angular. Lo mejor, la idea de adaptar un western crepuscular a la China del siglo X, la impenetrabilidad de Sun Honglei y que la película dura menos de una hora y media.

Impresiona ver en lo que se convierte un gran director de cine cuando ha sido laureado hasta la saciedad y éste obviamente "se ha dormido en sus laureles".

La película es pésima, floja, indigerible. Es un remake en plan chino de aquel filme de Joel Coen "Sangre fácil" (USA 1984), acerca de un hombre rico que tiene una esposa joven que le pone los cuernos con uno de sus empleados y a partir de ahí habrá un asesinato; pero Yimou hace una realización de un modo cansino, aburrido y hastiante.

Le advierto al que se atreva a ver esta película que quedará defraudado y sentirá que ha perdido dos horas de su vida ante algo que no tiene mérito alguno. ¡Y el tiempo es algo tan valioso, más que el oro!

Tiende demasiado a la exageración a la que son tan aficionados los artistas orientales. Comienza bien, pero enseguida pierde fuelle con tantas idas y venidas nocturnas de los protagonistas. De vez en cuando, Yimou nos regala con un plano tipo postal, de esos que tan bien sabe pergeñar, pero para que una película funcione hacen falta más cosas, algunas de ellas básicas, y que ninguna de ellas asoma por aquí. Es una pena, habrá que esperar a que el director chino se reponga de la paliza de organizar los JJOO y se ponga a rodar otra de Wuxia.

Otra película más en la que Zhang Yimou ha cuidado tanto al contenedor que no ha parado a pensar en el contenido. La fotografía es lo único reseñable ya que la película termina haciéndose larga y demuestra con creces que es absurda, aburrida, infantil y vacía.
El guión sería buenísimo, pero el Sr. Yimou ha conseguido destrozar lo que este intentaba contar.