All That Jazz (Empieza el espectáculo)

En buena parte de sus dos horas de duración, la dirección resulta sucia, seca y hasta desagradable, cumpliendo con los modales de la época. Personalmente lo aplaudo. Lo cierto es que da gusto ver la obra de alguien que sabe como mover una cámara. Las actuaciones son buenas. Los diálogos, aúndentro de los localismos de la cultura pop de la época que se emplean y los cuales resultan desconocidos a todo aquel que se crió ajeno al ambiente de Broadway, tres cuartos de lo mismo.

¿Entonces? No me deja de resultar indiferente. Alabo la intención del material, su buen hacer, lo contemplo si bien sin exagerada apatía, con el entusiasmo justo que le inspira a un cinéfilo el estar conociendo una obra nueva reputada así como el sucesivo y determinado deber de acabarla. Es decir, es una película por la que siento respeto pero no amor.

Obra maestra musical de Bob Fosse, una obra con tintes autobiográficos donde Fosse se juzga y acata las consecuencias de sus actos en su vida.

Bob Fosse, coreógrafo y director de cine, pone en escena a Joe Gideon, coreógrafo y director. Un hombre con problemas con las pastillas, con su estado físico y emocional, frustración, es un mujeriego y un indeseable en gran parte. Joe Gideon tiene una virtud, ama el show, es lo que mejor se le da y vive y muere por el show. Roy Scheider da la mejor actuación de su carrera encarnando a Joe Gideon, impresionante

Durante la película, Gideon se encuentra montando una película llamada "El Comediante" y la anterior película de Fosse era "Lenny", un biopic del monologuista Lenny Bruce (gran película por cierto con un mejor Dustin Hoffman). Fosse pone durante escenas frases de los monólogos de una manera reiterada para personificar el machaque mental y decrepitud comparándolo con Lenny Bruce. Esto convierte a esta obra una segunda parte emocional de "Lenny", pero esta vez sobre Bob Fosse. Bob se ve las cicatrices y los fallos, Bob sabe lo que está haciendo con su vida y no le queda más remedio que satirizar sobre ello y ponerse punto y final a él mismo.

Bob Fosse pone a su alter ego para contar la sombra de las bambalinas de Broadway, de los cabarets y clubes nocturnos. Pese a retratarte todo con un asqueo imperante, cuando llegan los números musicales todo esta tratado con una ternura y sensibilidad impresionante. Se nota como Fosse es coreógrafo, los números musicales son maestría pura. Te cuentan más de Fosse que la película en sí, por eso él es una leyenda en Broadway.

Toda la película ocurre mientras Joe se confiesa y se sincera con una Jessica Lange encarnando a la más blanca y pura de la muertes. Una muerte justa que colecciona a todos los hombres y mujeres en un mismo baúl. Una muerte que te va a consolar por tu vida, en este caso de adicto a anfetas, mujeres y el show, para después despedirte en una bolsa de plástico. Me da la sensación de que Fosse aquí bebe de "El Séptimo Sello" pero con su propia impronta.

Si hay algo realmente a destacar, es el número musical final. Los números musicales que forman parte de las alucinaciones de sus estertores. Uno de los mejores números musicales de la historia del cine que forma un réquiem al más puro estilo Broadway, que cierra una obra contándote que no es un simple musical, sino una canción fúnebre, desoladora y justa consigo mismo. Uno de los mejores musicales de toda la historia.

Agrada ver una película musical donde los números están integrados de manera natural, es decir, forman parte de la trama o son imaginados y vienen a cuento porque se trata de producir un espectáculo; pero además de bien resueltos el argumento tiene interés y la interpretación de Roy Scheider es para quitarse el sombrero, entre el drama existencialista y la ironía mordaz. Una gran creación artística y autobigráfica de Bob Fosse.

Partiendo de que no me atraen en absoluto los musicales, este sin embargo, supera ampliamente a bodrios de nueva generación como "Moulin Rouge", o "Chicago". Aquí el baile es un personaje más de la trama y está supeditado a la historia, y no a la inversa. Si en este film se baila, es porque la situación lo requiere (bellísimas las escenas de padre-hija o marido-mujer donde mientras hablan de su vida cotidiana, bailan), no para congratularse con el espectador.

El elenco de los personajes por su parte, transmite pasión, denota que, aunque sean actores, viven sus personajes desde el amor al espectáculo.

Por otra parte, la estructura de la película es muy interesante, así como la filmación de cada shows. Con un par de flashbacks y conversaciones, te pones en la piel de Joe, el protagonista. Un alter ego del propio Bob Fosse.

La banda sonora, magnífica. Eso sí que eran musicales de verdad.

All that jazz es un musical, es drama, es surrealismo, es emoción, es una reflexión sobre la muerte, sobre el espectáculo, sobre las relaciones, el sexo, el amor, el sacrificio, las obsesiones.

Tintes autobiográficos sobre la vida (Y muerte) de Bob Fosse, que nos muestra con una descarnada honestidad el backstage del showbusiness, la cara oscura de trabajo y sacrificio, de obsesiones y fracasos. Una interpretación magistral de Roy Scheider como alter ego de Fosse. Números musicales que derrochan originalidad, montaje vigoroso y una estructura narrativa compleja que confirma el talento de Fosse para impactar visualmente, asi como emocionalmente, con imágenes, situaciones y personajes cargados de sinceridad.

Una obra maestra del cine, más allá del género musical. Una reflexión surrealmente lúcida sobre los sacrificios y las obsesiones de un coreógrafo, sobre la vida y la muerte. Un film singular que transpira emoción. Espectacular!