Homicidio

Mamet ha sido uno de los directores que más se ha preocupado por el guión; debido, en primer lugar, a su formación teatral, y, como segundo término, a su noción de que la construcción narrativa siempre ha de ir ligada al manejo de las expectativas en una trama que pueda irse tejiendo sutilmente, cosa que si se desbarata podamos recuperar la costura y el hilo en cualquier lugar.
Homicide es una película en la que Mamet logra mezclar la figura del detective, su ambiente, sus compañeros de trabajo, amigos y enemigos, los recelos, con los casos que debe investigar; entre estos últimos está la muerte de una mujer judía en su tienda, lo que despierta un relato de corte antisemita en la mente del investigador interpretado por Mantegna. Así va la película durante su amplio recorrido, y seguimos una teoría de la conspiración matizada por la shoah y la vida en los nuevos suburbios judíos y también neonazis. Pero el camino termina en un gran aviso de vía cerrada al que difícilmente se le pudieron prestar señales.

El interés de la trama radica en su ubicación en el seno de una comunidad judía, donde se ponen de manifiesto aspectos como la rigidez de costumbres, el sionismo y antisionismo, la ortodoxia en oposición a posicionamientos más liberales y el desarrollo en un entorno con vinculaciones terroristas. En realidad, la investigación de un asesinato sólo es un punto de partida. La historia tiene muchas más implicaciones que las que parecerían evidentes desde un principio. El film guarda cierta analogía con "Una extraña entre nosotros" (1992) donde se aborda una temática parecida. La producción merece la pena verse, incluso en una segunda revisión.

"Como no podía ser de otra manera" (perdón por el politiqués), esta película suscita reacciones muy encontradas, no tanto respecto a su calidad fílmica, que es notable a todas luces, como por su mensaje, su fondo o su intención. Y creo que la mayoría de los usuarios de Filmaffinity que aquí se retratan han visto la película con un apasionamiento que les ciega. La verdad pura y simple, la tesis de "Homicide", es que todos son malos: los negros, los judíos y los blancos. Todos son víctimas y a la vez victimarios. Todos culpables.
Todos, menos el protagonista de la película, ese policía judío alejado de su religión, que parece condenado a pagar por la dureza de unos y de otros. Como, además, resulta que el personaje lo encarna ese siempre grato y enorme actor llamado Joe Mantegna, el resultado es una película hondamente humana y muy recomendable para ver y disfrutar con serenidad de juicio.

Me ha gustado mucho. Me parece un gran director, alguien que sabe muy bien mantener las tramas de la película. Es un guionista esencial en el Hollywood actual, siempre en películas de éxito, grandes tramas, buen escritor, excelente (al parecer) escenógrafo, amante del teatro y gran conocedor de la escena. Si adicionas todos estos datos en una coctelera es natural que sea capaz de hacer buen cine.
Es la cuarta película que veo suya y me parecen todas magníficas. Esta en concreto es muy buena, diga lo que diga la crítica o el público.
Su forma de narrar es peculiar, por ejemplo, no hay casi gente en su película, no hay nadie que no sea imprescindible. Todo tiene una pausa peculiar, tranquila, que permite la expresión de los personajes, Joe Mantegna brillante...

Solamente por el rostro final de Joe Mantegna donde se vislumbra todo el sufrimiento que ha padecido a lo largo de historia merecería ver esta maracillosa película.