El guerrero americano

Un marine americano formado en las técnicas secretas del Ninjitsu (el inexpresivo Michael Dudikoff), descubre una conspiración en el seno del ejército, urdida por un mafioso que lidera un batallón de guerreros ninja.

Menahem Golan y Yoram Globus (es decir, Cannon Group), producen esta cinta de acción que sigue la estela de las protagonizadas por Chuck Norris. Muy mala, contiene todos los tópicos de este infracine: base militar estadounidense en Filipinas, artes marciales, filosofía oriental de baratillo, alusiones a la Guerra Fría, héroe de enigmático pasado que salva a chica secuestrada... Su éxito en los videoclubs propició varias secuelas.



"Ha llegado el momento de tu última lección."

Cero pretensiones y muy correcto resultado. Pero cuando el resultado es correcto y las pretensiones son las que son hay que interpretarlo correctamente.
La cinta no es buena y rozaría lo malo, pero en verdad crea lo que busca y además la película vive en un momento en el que este tipo de películas funcionaban y tenían su público.
Michael Dudikoff se convierte en el héroe perfecto para la película (y para buena parte de un público que luego aumentará la demanda de películas de este tipo) . Así, se crea una notable película que tendrá continuidad con numerosas películas y no todas secuelas (no creo que sus sucesoras estén a la altura).

Así pues, tenemos un conjunto en el que hay que colocar la película con una nota alta: rozando el notable (pero para una película que en el mejor de los casos rozaría el cinco); así, la mejor nota que se merece es un cuatro.

Un último comentario, para lo bueno y para lo malo (sobretodo lo malo) lleva el sello inconfundible de la Cannon.

El efecto hipnotizante de la Cannon es un hecho, su particular estética y decorados eran de lo mas vistosos y resultones, y este film lo refleja perfectamente.

Lo habitual: efectos limitados pero logrados, interpretaciones pasables, de mejor a peor según el actor, trama sencilla pero efectiva, que es natural en el género de acción puro (no le puedes pedir a un defensa que meta goles). La serie B en su apogeo.

Se debe tener claro que Cannon hizo el mejor cine al mínimo coste, sorprendiendo al mundo entero con su incorreción política.

Gracias una vez mas Cannon, te hicieron caer porque hiciste las cosas bien.

Sí, yo también tenía un vago recuerdo de esta "El guerrero americano" como un clásico de los 80 de las artes marciales. Ahora resulta que una vez vista, no hay más remedio que decir que es mala, sin paliativos, ni excusas con la nostalgia de por medio. En mi propia defensa diré que la que me gustó realmente era otra de la saga, evidentemente no sé cual, en la que Steve James, pelea con unas espadas. Aunque a ver si va a ser peor que ésta. De todos modos, me llama la atención que haya quienes la pongan a caldo y luego le den un diez o un nueve. Aquí no se juzga, o no debería hacerse, la impresión que se llevó uno de niño, sino la calidad de la película, que me temo, es poca.

Lo que más me sorprende de "El guerrero americano" es que esté catalogada para mayores de 18 años. No lo entiendo. Que levante la mano el que la haya visto ya mayor de edad. Nadie. Pero si esto está dirigido a los chavales para emocionarlos con tanto ninja (se pronuncia "ninya" y no "ninja" como aquí, según entiendo) de colores y peleas a porrillo. A un niño le da igual un guión pobre, una mala historia, pésimas interpretaciones y hasta unos combates flojos con tal de que haya. Porque esto es lo que tiene esta película que me recuerda a "G.I. Joe". Claro que es tan simple, tiene tantas cosas mal hechas y hasta alguna rareza, como rayos láser, que te entretiene y te ríes con ella.

Pero, por favor, observemos el cartel de «Guerrero americano». Las barras y las estrellas a todo color, y un Joe con katana atacando a un ninja (según la película, pronunciado «ninja», como se escribe...) agachado y de espaldas. Qué poderío.

Fijémonos en que ni siquiera el dibujo de Joe transmite ni un mínimo de emoción, de esfuerzo. Ay, madre, después critican a otros actores del género de acción y cuyos nombres sería ofensivo para ellos nombrar aquí, pero este Michael Dudikoff no tiene precio. Su expresividad sí que es nula, haga lo que haga, y mate a quien mate. El chico se mueve, imagino, que bien, pero los combates son tan, tan, tan lentos, tan coreografiados, tan pésimamente dispuestos, que la acción se queda en una especie de bizcocho desinflado que no apetece lo más mínimo. El resto del reparto está más o menos a su altura y los personajes son típico tópicos, incluido el de la chica-hija-del-jefe-que-es-una-chillona-tonta, porque vaya comportamiento cuando huyen del primer ataque. Niña, cállate un rato.

La mezcla de «ninjas» y cultura occidental no es muy brillante, entre otras cosas porque es imposible creerse esto: ¿cómo es posible que el mayor ataque a unos militares sea, ¡atención!, unos «ninjas» con estrellas y palos? Pero, ¿y las balas, y las pistolas? Supuestamente las esquivan... pero podemos ver cómo los soldados ni tiene la intención de disparar; se quedan quietos, a la espera de que los «ninjas» vaya a por ellos. En fin, que es una paranoia friki que entretiene, no hay duda, y que a los niños les encantará, pero que vista con perspectiva y a pesar de toda la condescendencia del mundo, no puede aceptarse como buena.

Para los muy nostálgicos y para un rato chistoso, ya está.