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Boychoir

Drama En una famosa escuela de música de la Costa Este, el exigente y célebre director (Dustin Hoffman) de uno de los coros infantiles más prestigiosos del mundo descubre un extraordinario talento en Stet (Garrett Wareing), un conflictivo niño huérfano de 11 años originario de Texas que ha llegado allí tras la muerte de su madre, que era soltera. Las estrictas normas del director empujarán al joven Stet a despertar el amor por la música. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 26
Críticas ordenadas por utilidad
14 de octubre de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contradictorio, ¿verdad? Sonará raro, pero todo tiene su explicación.

Aprovechando que los miércoles es el día del espectador en los cines, me he animado a ver la película “El Coro”, de François Girard. Contradictorios eran también los prejuicios que ya tenía respecto al filme con tan sólo ver el tráiler o leer el argumento, ya que, por suerte, he podido cantar con diferentes coros de toda España la inmensa mayoría de las obras que en él se interpretan, y por el contrario, como gran aficionado al cine y teniendo ciertos (escasos pero fundamentados) conocimientos sobre dirección coral y Musicología, sabía que me iba a enfrentar a un posible y previsible destrozo, musicalmente hablando.

En efecto, tal y como me temía, me he llevado varias sorpresas y decepciones. En lo positivo, destacar la selección de obras que aparecen en la película, con compositores de la talla de Thomas Tallis, Gabriel Fauré o Félix Mendelssohn, con unas interpretaciones más que aceptables para tratarse de un coro infantil de voces blancas; y en lo negativo, la palma se la lleva el casting. Me explico: nadie pone en duda que Dustin Hoffman es un gran actor, de ahí que tenga 2 Oscars y 6 Globos de Oro, pero por muchas dotes interpretativas que tenga, y por muchas horas que reciba clases de piano y de dirección coral para llevar a cabo este papel, él no es ni pianista ni director de coro.

He aquí el hándicap de las grandes productoras cuando se enfrentan a proyectos como este, en el que el actor principal interpreta el papel de un artista en general, y más aún si se trata de un músico.

Entonces, ¿merece la pena asegurarse la taquilla gracias a la estrella del cartel? Al parecer, así es, y Hollywood hace años que se desvió del camino de la excelencia por decisiones como esta. Cuánto mejor sería el resultado de la película si un músico de verdad hubiese estado al frente del coro o al pie del piano.

Este ha sido el fracaso de “El Coro”, pues nada de lo que sonaba se correspondía con los bruscos y perdidos gestos de ese director. No obstante, hay que reconocer que Hoffman nos ha vuelto a dar una lección de cómo comportarse ante las cámaras.

¿Fracasar para triunfar? Así ha sido, por querer triunfar en taquillas, han fracasado en la ejecución y han conseguido que uno de los cantantes de coro más “frikis” de España se sienta desconcertado y decepcionado.
Repanark
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19 de febrero de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película “El coro” de Francois Girard encaja a la perfección en un sábado lluvioso casi con nevadas para no dar ni un paso fuera de casa, con todas las frecuencias anuladas de la tele excepto una que sería la que echaran la peli en cuestión. Entonces, sin la posibilidad de realizar otra cosa que aguantar el tostón de la cinta. Habría que cargarse de paciencia y de montón de palomitas o bien dejarte arrastra al sueño más profundo para despertar justo unos minutos antes del final. El director ficha a Dustin Hoffman como si se tratara de un mercenario o de un muñequito que se coloca en traje con el fin de emular a un director de orquesta de un colegio pijo. Se sube al podio para mover el dedo y dar la alternativa a los chavales del coro. De acuerdo que es un gran actor, en otras películas, y su careto nos remite a otras cintas tan memorables como “Rain Man”, “Tootsie”,”Kramer contra Kramer”, “Marathon Man”, “Lenny”, “Perros de paja”, “Cowboy de medianoche” y tantas otras, pero en este caso se limita a guardar la compostura y que avance la cinta. Lo que le interesa es llevarse el cheque al final de la proyección, porque otra cosa…, no lo creo que lo consiga. Lo mismo sucede con otros actores como Robert de Niro que se ha pasado del drama a la comedia de lo más absurda y no se entiende que acepte unos papeles que no van con él. Suerte que no siempre sucede así porque ahí tenemos al bueno de Clint Eastwood que tanto de director como de actor sus trabajos siempre son de una calidad contrastada y excelente.
Otras críticas en:
http://cinefiloninoindi.blogspot.com.es/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
NINO
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4 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
François Girard dirige esta nueva vuelta de tuerca a la clásica historia del niño marginado con gran talento que tendrá que enfrentarse a su trágica vida personal en un entorno poco familiar. En esta ocasión la acción sigue a Stet, un niño de voz celestial que llegará a la atención de Carvell (Dustin Hoffman), profesor de una prestigiosa escuela americana de Coros de Niños.

“El Coro” es una película que finalmente emociona dada una premisa con la que es complicado fallar. Es una historia bonita, con buena música y un buen plantel de actores; pero a la que es mejor no buscarle nada sorprendente.

Lee la crítica completa en: http://reelsofcinema.com/critica-el-coro/
xoubara
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13 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hijo secreto, que por la conveniencia de seguir siéndolo, tiene la oportunidad de vivir una experiencia única.
Y al final de la misma, sólo falta que diga “basada en hechos reales”, para que el cuento sea ¡perfecto!
Porque no deja de ser una fábula cálida y preciosa de lo que ya conocemos, suavidad y dulzura para esa hazaña heróica de quien supera los baches, desgracias y vicisitudes de la vida en favor de la enseñanza, el progreso, el bienestar de la rectitud y la gratitud de no despreciar ni malgastar su talento.
Porque, aunque no se sienta con devoción plena, con fanatismo estimulante, aquí el objeto de deseo es el don de la voz primeriza, el sonido celestial de quien todavía es mancebo puro de cuerdas vocales, ese breve periodo, de paso prestado, que te permite alcanzar agudeza suprema pero que, a la que te descuides, habrá mudado por el paso de etapa a nivel mayor, temporalidad que tiene la suficiente grandeza de oído y sonido para componer este modesto relato que no alcanza grandes cuotas y se mantiene como un miembro más del coro, sin destacar ni sobresalir de la media.
Porque su nivel es estándar, menú corriente de conocida ruta, principio de rebeldía y amargura, domesticación de la fiera y los frutos a recoger por ser buen chico y seguir las notas; sólo que aquí, su tema principal, esa magnífica potencia de una soberbia dicción lírica, no levanta grandes pasiones ni excita en demasía, menos anima a unirse con fervor a la fiesta.
Este mismo relato de común planteamiento ha sido plasmado en baile, fútbol, gimnasia, atletismo, patinaje..., y muchos otros sectores que seguro se me olvidan, pero justamente la delicadeza, espiritualidad y finura de los vocablos, con acompasada melodía que se une al canto, como que no te levanta de la butaca ni logra que muevas tus pies al son de su banda sonora, perdón, logra encadilar tu sentido auditivo o gesticular tus labios repitiendo la letra de lo cantado, ¡si es que puedes!
Dustin Hoffman como padre adoptivo temporal, tutor a quien impresionar, de quien ganarse su respeto, mano férrea segura que sirve de guía, la Lidia de “Fama” pero sin bastón, sin tan alentador y emocionante sermón y con escasa fuerza y carácter en su personaje, más una encubierta joya, Garrett Wareing, cuyo rostro, incluso cuando va de malo ¡malote!, es más angelical que el mejor de los arcángeles, en una unión efectiva, de cómoda visión, que busca agradar con esa perspectiva dulzona, entrañable y tierna del cuento de cenicienta, de quien es recogido y rescatado de la mala fortuna, en versión nueva, tampoco tan original como se piensa.
El chico del coro, traducido como “El coro”, no vaya a ser que se confunda con “Los chicos del coro” y pensemos que François Girard ¡ha sacado su idea de allí!, buenachona, lineal, predecible y con mínimo temperamento; ¿lo bueno?, el susodicho actor estadounidense sigue vivo, laboralmente, y en aceptable forma conformen pasan los años -cosa nada sencilla en la meca de Hollywood- y no tienes que preocuparte en exceso por ir al baño y perderte algo, tu mente podrá rellenarlo fácilmente; ¿lo malo?, que no te importe distraerte y desviar tu atención y la vista, pues eres consciente de no extraviar ni echar en falta gran cosa.
“Sabes cantar ¿no?”, pues aprende esto de memoria..., “buscáis la fama, pero la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar, ¡con sudor!”, ¡vamos!, ¡no tanto!, que son chavales y críos aún en edad temprana, ¡no se busca tanto ímpetu y euforia!, sólo moderación para narrar la parábola de ese jovenzuelo, marginal y desafortunado, que gracias a la ventura, bien aprovechada, de una mano amiga, firme y severa pero afectiva, logra encauzar su vida y crearse un destino provechoso, hacia delante, en la vida.
¡Qué bonito que los buenos deseos se cumplan!, ¡que los planes salgan bien! y que coman ¡perdicen para siempre!, en esa querida sintonía de familia feliz.
Un aplauso y en pie; no da para lágrimas, pero si para ternura, velada grata y un abrazo.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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15 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siete años han tenido que pasar para que el director y guionista franco canadiense François Girard volviera a ponerse detrás de las cámaras; algo que realiza con ‘El coro’, film donde utiliza la música como catalizadora e hilo conductor de una historia sencilla y sin alharacas. Girard ya demostró su afinidad e interés por la temática musical cuando realizó su debutó en 1993, arriesgada propuesta en torno a la figura del genio musical Glenn Gould (‘Thirty Two Short Films About Glenn Could’), o cinco años más tarde tras filmar su mejor película: ‘The red violin’; algo en lo que vuelve a incidir con ‘El coro’.

Con el sencillo y emotivo guion de Ben Ripley, Girard presenta este último film donde narra las peripecias del joven Stet (Garrett Wareing), un conflictivo chaval de 12 años que tiene unas especiales facultades para el canto y que, no sin dificultades, consigue entrar como alumno en la prestigiosa -y ficticia- Escuela Nacional de Coros, en la que imparte clases el célebre profesor Carvelle (Dustin Hoffman).

La película tiene en su reparto - además de Hoffman ‘El coro’ cuenta con la presencia de Kathy Bates, Debra Winger, Eddie Izzard, Josh Lucas y el televisivo Kevin McHale (‘Glee’)- y en los maravillosos cantos de los niños a sus mayores alicientes, algo que no oculta cierta endeblez en el diseño del guion y la esquematización de ciertos personajes. Nada en ella invita o genera poso, lastrada fundamentalmente por su convencionalidad, pero de igual manera resulta un trabajo de oficio donde a pesar de sus problemas podemos sintonizar con los momentos que lucen Dustin Hoffman y el joven Garret Wareing, verdaderos protagonistas de la función, uno por prestancia y jerarquía, el otro por su entrega y voz . Resultan estimulantes los momentos musicales muy por encima del drama comodón que Girard nos pretende mostrar y donde las personalidades y la tensión quedan domadas por el bien del todopoderoso talento musical.

Kathy Bates y Josh Lucas como secundarios no lucen lo más mínimo, la primera por falta de minutos en pantalla, el segundo por carencia de talento interpretativo (me llegó a molestar su ausencia de tensión dramática dentro de un personaje que podría favorecerla). Encajan mejor en la trama los personajes tanto de Eddie Izzard (de lo mejor) como de Kevin McHale, un actor -este último- que parece dirigirse únicamente a films de género musical.

Historia de superación personal muy vista anteriormente pero recomendable para los fans del afamado Dustin Hoffman o de los cantos corales.

Lo mejor: Las voces angelicales de los niños. Hoffman/Wareing.
Lo peor: La banalidad con la que se tratan ciertos asuntos. Resulta previsible.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 4
Interpretación: 6
Dirección: 5
Guion: 4
Satisfacción: 5
NOTA FINAL: 5,10

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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