Cara a cara

En esto del spaghetti de momento me quedo con el original y genuino Sergio Leone. En defensa del otro Sergio y también italiano, Sollima, se ve que se ha impregnado del estilo del susodicho y cuando suena la bella música de Ennio Morricone, que parece que compone sus melodías en función de la calidad de la película, cuanto mejor es ésta, mejor es su pieza, y vemos al estupendo Gian Maria Volontè, uno piensa que está delante de un buen western. Sin embargo, ni la historia, ni los personajes, ni las pausas, ni el sudor, ni la dirección está a la altura de Leone. Se queda desgraciadamente en una copia apresurada y superficial con más buena voluntad que eficacia.

Sollima intenta construir una especie de western psicológico en el que los al principio antagónicos protagonistas, el bandido Solomon 'Beauregard' Bennett (Tomas Milian) y el profesor Brad Fletcher (Gian Maria Volontè), inician una amistad que las hará ir mudando de personalidad. Lo malo es que el intento es demasiado brusco sin que quede justificada la evolución. La verdad es que no me la creo ni en uno ni en otro. Entre tanto habrá una serie de golpes de mano algo deslavazados pero es la llegada a una comuna anarquizante y libre, en realidad, siniestra, lo que nos deja los momentos más violentos con la guapa María (Jolanda Modio) como protagonista (SPOILER).