Domingo negro

Excepcional thriller de acción del siempre interesante John Frankenheimer (sobretodo en su etapa pre 90´s), rodado con mucho pulso y que mantiene el interés en los practicamente 150 minutos de duración.

"Black Sunday" es ante todo, un buen ejemplo de film de acción filmado con un estilo, sin caer en los efectismos en los que muchas películas actuales caen y respaldado por un sólido guión (basado en una novela de Thomas Harris) y unas grandes interpretaciones (Robert Shaw como siempre magnífico y en el otro bando Bruce Dern también fantástico).

La película no deja títere con cabeza, en el sentido de que se retrata la bajeza y vulnerabilidad en el que puede caer el ser humano en la búsqueda egoísta de sus intereses, siendo aquí especialmente criticados ambos bandos, en un argumento que podía trasladarse sin ningún problema a la actualidad de los últimos años.

Buen thriller, que mantiene al espectador sentado durante todo su metraje... y en especial los últimos tres cuartos de hora, principal reclamo del film en su época, en el que la cinta se aleja del thriller de acción para acercarse a otro género muy admirable nacido también en los 70, el "cine de catástrofes". Este último tercio, con una realización y montaje extraordinarios, y rodado en parte en el transcurso de un partido de la Super Bowl, es probablemente de lo mejor que ha rodado Frankenheimer nunca.

"Black Sunday", hermana de la también interesante "21 Hours at Munich" de William A. Graham, estoy seguro que fue una de las fuentes de Spielberg para rodar su magnífica "Munich" junto a otras películas de acción "setenteras", una época en la que las películas de este género tenían mucho menos presupuesto lo que se tenía que compensar con toneladas de ingenio y estilo, de ahí la grandeza de muchas de estas cintas.

Había oído hablar muy bien de esta película, hasta que he decidido hacerme con el DVD, y la verdad es que puedo decir con la cabeza bien alta que no me arrepiento EN ABSOLUTO de habérmela comprado, ¡¡ME HA ENCANTADO ESTA PELÍCULA!!! Se me ha hecho cortísima porque me ha enganchado desde el princípio y me ha parecido muy entretenida. El mítico actor británico Robert Shaw (Quint, el pintoresco cazador de tiburones de la mítica TIBURÓN) y Bruce Dern hacen grandes intepretaciones, y el legendario John Williams vuelve a realizar otra magistral banda sonora, imprescindible sobre todo en las escenas de acción (al igual que en Indiana Jones, Tiburón y Star Wars).

Muy buen guión de Ernest Lehman, basado en la primera novela de Thomas Harris (autor que alcanzaría la cima con su trilogía de "El silencio de los corderos" varios años más tarde).

DOMINGO NEGRO es de lo mejorcito que yo haya visto de la filmografía de Robert Shaw, junto con Tiburón 1, El golpe y Pelham 1,2,3. Una pena que Shaw desapareciese justamente cuando ya se había convertido en una estrella cinematográfica gracias al éxito que le proporcionó TIBURÓN, porque creo, sinceramente, que era un grandísimo actor (como la mayoría de los actores británicos, Shaw tenía una sólida formación teatral).

Y en cuanto al final de DOMINGO NEGRO, es, sencillamente uno de los finales mejor rodados y especial e indudablemente más EMOCIONANTES de la história del cine.

Indudablemente una de las mejores películas de los 70 y de John Frankenheimer. Una joya de las que ya no se hacen.

ESPECTACULAR, especialmente la última media hora. Si aún no la has visto, ya tardas.

No defrauda.

Basada en una novela del autor de El silencio de los inocentes Thomas Harris, Domingo negro es un thriller de acción que cuenta la historia del intento de atentado del grupo terrorista Septiembre Negro en la Super Bowl. Bruce Dern es un piloto del ejército americano que después de pasar más de un año prisionero en Vietnam queda trastornado y decide perpetrar una masacre con la ayuda de una terrorista germano palestina, Marthe Keller. Robert Shaw es un expeditivo agente del Mossad que les perseguirá sin tregua hasta el explosivo final.

Como la situación de la cuestión palestino-israelí sigue siendo básicamente la misma que en nuestros días, el argumento no ha quedado desfasado. John Frankenheimer demuestra tener un buen pulso narrativo e imprime dinamismo a una historia que se alarga en exceso y que al final chirría por las licencias que se toma el guión en las secuencias de acción. Aunque si quieres emoción y espectáculo esto último resulta inevitable.

Me quedo con la tensión que proporciona la banda sonora del maestro John Williams y el trabajo de los protagonistas, todos ellos muy metidos en sus respectivos papeles.

Un ejemplo, y sobre todo, un paradigma de cómo se hacía el cine de acción a finales de los 70 y década de los 80. Con gran habilidad argumental y un montón de extras para las escenas de peligro en lugar de efectos especiales, el maestro Frankenheimer aporta todo el ritmo necesario para convertir una película de acción de más de 2 horas, en una cinta muy entretenida que hoy en día sería imposible escribir de forma tan crítica. Es una de las primeras obras americanas que navegan en las aguas turbias del terrorismo islámico, tras haber sido inundadas las carteleras con la mediática Guerra Fría pero, sobre todo, su originalidad radica en el hecho de que se cuente también la historia desde la perspectiva de los terroristas, incluso aportando momentos de sensibilidad emocional y cierto atractivo físico por parte de los mismos, algo que estaría completamente vetado en los tiempos actuales, especialmente si tenemos en cuenta que aquí el maligno es un veterano yankee absolutamente ninguneado tras su regreso del frente, y lleno de ira y rencor contra su madre patria. Una crítica feroz al sistema que, probablemente, no pretende justificar nada, pero sí que lo muestra sin cortapisas.

Los años 70 fueron un buen caldo de cultivo para buenos títulos de espionaje e intrigas internacionales. “Domingo negro” es una de ellas.
Dirigida por el interesante John Frankenheimer, y contando con buenos actores como Bruce Dern y Robert Shaw, nos cuenta una trama de terroristas y la correspondiente persecución policial.
Dern hace un gran trabajo. Su papel es el mejor en todo el reparto.
El argumento dosifica muy sabiamente los detalles del plan de los malos, y se van guardando las sorpresas, de manera que tenemos muy pocas pistas más que las fuerzas del orden, que cuentan con escasísima información para intentar detener este malvado plan. En este sentido me ha recordado un poco a la estupenda “Chacal”, también de esta época, porque los malos parten con ventaja.
El interés se mantiene hasta el final, en el que una larguísima secuencia con mucha tensión pone la guinda. Para no tener los medios que hay ahora, está todo bastante conseguido. Además, es algo violenta teniendo en cuenta su antigüedad.
He descubierto que el fallo gramatical del doblaje por el que se usa mal el verbo haber en plural (“han habido razones”), no es algo tan reciente como yo creía. Ya en esta película lo podemos encontrar.
Pero lo que me resulta muy triste del mundo en que vivimos hoy (2016), es que, a pesar del malvado, concienzudo y estudiado plan de los malos, es casi una broma comparado con atentados reales como el de las torres gemelas, por ejemplo. La realidad supera tristemente a la ficción. Y mira que el plan es retorcido, pero visto hoy en día no da tanto miedo.