Turbulencia: Abróchense los cinturones

El día de Nochebuena, un Boeing 747 despega llevando a bordo a dos delincuentes bajo vigilancia policial. Ya en pleno vuelo, uno de ellos aprovechará una tormenta para hacerse con el control del avión.

Thriller aéreo con Ray Liotta encarnando al psicópata asesino de turno. Casi parece un telefilm caro, si bien se le agradece cierto empeño por mantener vivo el espíritu del cine de serie B americano, así como el desarrollar la acción en un espacio y tiempo limitados. Entre tópico y tópico, sorprende el papel de la heroína: una azafata que planta cara al villano.


"Voy a estrellar el avión."

Flojísima película de secuestros aéreos, que sinceramente no tiene sentido alguno. Al principio no sabes de que bando está Ray Liotta y después te quedas un poco "flipado" con sus tonterías. Una película que sinceramente podría haber sido mas emocionante si hubiese cogido otro rumbo.
No entretiene, aburre. Al principio cuando empiezan a ocurrir cosas, dices me lo imaginaba, es como todas las demás, básicamente porque es muy previsible el comienzo de la trama, pero después su giro te descoloca y rezas que podría haber sido como todas las demás porque aunque hubiese sido repetitiva y poco original no hubiese sido tan absurda como es esta.
3/10

Esta es, sin duda, una de tantas películas que rellenan la cartelera año tras año con el fin, siendo optimista, de engrandecer las otras cintas que sí merecen la pena; si no existieran, las verdaderas obras de arte ya no nos lo parecerían.

Típico filme que inspira a las mujeres normales a que en ellas reside la capacidad de enfrentarse a un brutal asesino, que ha sido capaz de violar y a estrangular a muchas otras pero que si se topa con ellas sólo es capaz de recibir golpes y disparos; y de aterrizar un 747 descontrolado y que se ha mantenido en el aire, durante vete tu a saber cuanto tiempo, en medio de una tormenta de categoría 6 de 6.

Por otro lado, como comedia no estaría tan mal: las caras de angustia de Lauren Holly, y la más que chistosa presencia de Ray Liotta, que en ves de infundir miedo provoca la risa. A destacar, la escena en la azafata coraje es perseguida por el terrible criminal por el avión, misteriosamente vacío, y aprovecha para sentarse en una butaca abrocharse el cinturón y respirar. Tranquila, Lauren, el avión es muy grande y seguro que no te encuentra.

Así pues también es preciso comentar la posibilidad que plantea la película de disparar una pistola en un avión a cientos de metros de altura en marcha y presurizado. Bueno bueno, ¡y que avión dios mío, que se conduce sólo sin el piloto automático y en medio de una tormenta de categoría 6 de 6!

Lástima que esta cinta no la hubiesen vendido como una comedia absurda, habría vendido más.

Interesante, atractiva, llamativa, previsible, intrigante, emocionante, sencilla, directa, irregular y ajustada producción de acción y suspense en la que un importante delincuente, es trasladado mediante un viaje en avión con pocos pasajeros, dando paso a diversos momentos de tensión y emoción, a los que una de las encargadas deberá hacer frente con los pocos medios de los que dispone,
Una de esas películas que se apoyan en un limitado y ajustado presupuesto, con el que sus responsables consiguen ofrecer un producto intrigante, emocionante y satisfactorio.
Peca de sencilla y de previsible, pero cumple con su cometido, el de ofrecer un entretenimiento emocionante e intenso, con el que pasar un buen mal rato.
La pareja protagonista se convierte en el motor fundamental para que el vuelo se mantenga con buen ritmo y rumbo, hacia un desenlace intenso y verdaderamente emocionante.
Turbulencia, queda como un producto menor que consigue dejar buenas sensaciones a lo largo de su visionado, con buenos momentos de tensión y suspense.

Turbulence es espantosa. No me extraña que tenga una puntuación tan baja. Ni sus famosos actores la salvan.
Una suerte de mezcla entre thriller policiaco y proclama feminista (la mujer agredida por un hombre malo malísimo que ha de luchar como la que más, ensangrentada, por supuesto), todo dentro del siempre amenazante y jugoso espacio fílmico que es un avión, para dar con un resultado que, sí, más o menos puede entretener, pero que hace aguas por todas partes y es de un maniqueísmo y una ridiculez que asustan.
Terrible.