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Rep. Dominicana Pescador de ilusiones
15.058
Drama. Comedia. Fantástico
En la imponente Nueva York, Jack Lucas (Jeff Bridges), un famoso locutor de radio caído en desgracia, y Parry (Robin Williams), un enajenado profesor de historia, emprenden la búsqueda del Santo Grial. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2008
18 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mala mezcla de muchas cosas diferentes puede llegar a oler mal. Hay que saber hacerlo bien para que la mezcla tenga buen resultado, y no es el caso. Lo que sucede con el Rey pescador es que o bien eres fan del director o de algún actor y ya empiezas a verla con buenos ojos (plan premeditado) o simplemente te vas convenciendo poco a poco de que es un coñazo (plan objetivo) No puedo destacar ni el pretencioso y teórico mensaje poético-lírico-sentimentaloide ni la trama absurda del azaroso cruce entre las vidas de los seres humanos.
A mí sólo me gusta Mercedes Ruehl, de ahí la elevada nota.
A mí sólo me gusta Mercedes Ruehl, de ahí la elevada nota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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27 de mayo de 2014
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mismo que otros títulos, parecen dos películas en una. La primera parte me gustó mucho. Muy imaginativa, tierna y alocada, típico de Gilliam. Una bonita historia de redención, donde Robin Williams está en su salsa y Bridges nos sorprende con otro registro en el que no le había visto.
Sin embargo, la segunda mitad es un rollazo. Pasamos de una historia bonita a una de amor, a hombre que intenta conseguir a una mujer, una mujer repelente y fea, todo sea dicho y aquí cae su encanto. No terminé de verla porque no me interesa esa historia, pero la primera parte me gustó bastante.
Sin embargo, la segunda mitad es un rollazo. Pasamos de una historia bonita a una de amor, a hombre que intenta conseguir a una mujer, una mujer repelente y fea, todo sea dicho y aquí cae su encanto. No terminé de verla porque no me interesa esa historia, pero la primera parte me gustó bastante.
26 de marzo de 2011
14 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de las diez peores films que he visto en mi vida, y ya llevo algunos miles. Después de veinte años reuní la energía y el valor suficiente para ver esta película que intuía sería una estúpida historia de memos, pretenciosa y pseudoprofunda. Pero la experiencia resultó todavía peor. Es una mezcla entre "ceniciento" y "la historia insoportable" aderezada con el pestilente histrionismo que Robin Williams imprime a todas las cintas en las que participa. El film no merece mayores comentarios, pero no me quedaré satisfecho si no añado alguna apreciación más a la interpretación de R. Williams: bobo, insoportable, payaso, histérico, amorfo, irritante... ¡Odio a Robin Williams!
7 de febrero de 2014
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como premisa, por si no sabes a lo que te enfrentas: Terry Gilliam está zumbado, tiene momentos de brillantez, sí, pero a mí siempre me deja la misma sensación de "este tío se masturba mientras caga".
La película muy bien, muy rica. El personaje de Jeff Bridges es una joya, los veinte primeros minutos de cinta son gloria bendita. Pero enseguida salen a relucir viejas manías. Camaras que pasan de la cuerda floja al trapecio, que suben, que bailan y venga primeros planos, qué desasiego, qué desconcierto, siento las paredes de la psique de Jack aplastándome a mí también.
Anda y cómete un bífidus cabrón.
A Gilliam le gustan los locos, le gustan mucho los locos y guay porque los locos son entreninidos, que todos nos sentimos un poco locos, que a lo loco se vive mejor y todo lo que tú quieras.
Malograr una película así es un pecado. Sobre todo porque la película va de malograrse, de la redención, del castigo y de la culpa. Que los locos no están locos porque estar loco mole.
La peli va de Jack, un apuesto locutor de radio con alma de crítico de Filmaffinity que está por encima del bien y del mal. Es un triunfador. Piensa nombres para su futura autobiografía y tienes tres pedazos de teles de 27" en su salón (welcome back to the nineties).
Una mofa sin importancia a uno de sus oyentes desencadena la catastrofe y todo se va por el retrete.
(sigo en el spoiler, porque hay spoilers y eso)
La película muy bien, muy rica. El personaje de Jeff Bridges es una joya, los veinte primeros minutos de cinta son gloria bendita. Pero enseguida salen a relucir viejas manías. Camaras que pasan de la cuerda floja al trapecio, que suben, que bailan y venga primeros planos, qué desasiego, qué desconcierto, siento las paredes de la psique de Jack aplastándome a mí también.
Anda y cómete un bífidus cabrón.
A Gilliam le gustan los locos, le gustan mucho los locos y guay porque los locos son entreninidos, que todos nos sentimos un poco locos, que a lo loco se vive mejor y todo lo que tú quieras.
Malograr una película así es un pecado. Sobre todo porque la película va de malograrse, de la redención, del castigo y de la culpa. Que los locos no están locos porque estar loco mole.
La peli va de Jack, un apuesto locutor de radio con alma de crítico de Filmaffinity que está por encima del bien y del mal. Es un triunfador. Piensa nombres para su futura autobiografía y tienes tres pedazos de teles de 27" en su salón (welcome back to the nineties).
Una mofa sin importancia a uno de sus oyentes desencadena la catastrofe y todo se va por el retrete.
(sigo en el spoiler, porque hay spoilers y eso)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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13 de noviembre de 2006
17 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terry Guilliam es otro de los directores que con solo nombrarlo muchos se masturban debajo de la mesa. Pues creo poder decir, que después de haber visto la mayoría de sus trabajos, Guilliam es un artesano, pasado de ácido y con un concepto de la narrativa pésimo.
El rey pescador es una mierda. Como un templo, suficiente daño hace una historia de Guilliam como para poner dinero americano en ello. Robin Williams se merece un tiro en la cabeza en cada escena, y el personaje amigo de Williams vagabundo como él, es un idiota compulsivo, con claros síntomas de diarréa mental o posible parentesco con el director.
Bridges salva los muebles, con el mejor personaje con los diálogos menos malos.
Otra idiotez del director.
El rey pescador es una mierda. Como un templo, suficiente daño hace una historia de Guilliam como para poner dinero americano en ello. Robin Williams se merece un tiro en la cabeza en cada escena, y el personaje amigo de Williams vagabundo como él, es un idiota compulsivo, con claros síntomas de diarréa mental o posible parentesco con el director.
Bridges salva los muebles, con el mejor personaje con los diálogos menos malos.
Otra idiotez del director.
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