El abuelo que saltó por la ventana y se largó

No tenemos la oportunidad de ver demasiados films suecos en nuestras salas de cine comerciales, pero últimamente están llegando de manera significativa, no es para menos, teniendo en cuenta que se trata del pequeño país que vio nacer al gran Ingmar Bergman. El director del film, Felix Herngren, aparte de dirigir también es conocido por su faceta como actor y por ser un famoso comediante, pero por si fuera poco, la afición por el celuloide viene de familia, Felix Herngren es el hermano pequeño del también director de cine Mans Herngren.
Esta película se trata de una adaptación de la exitosa novela del escritor Jonas Jonasson y es una mirada hacia películas del estilo de Forrest Gump. Nos cuenta las vivencias de Allan Karlsson, un anciano que acaba de cumplir cien años que harto de vivir en una residencia para la tercera edad, decide escapar por una ventana, dejando tras de sí al alcalde y a la prensa local, no sabe muy bien a donde ir, pero igualmente, se lanza a la aventura, entre medias de la historia. El film nos conduce por un paseo cronológico que tiene como recorrido la historia de su vida, haciendo una parada en los momentos más importantes, un personaje repleto de vivencias que llegó a conocer a personajes tan ilustres como variopintos, tales como Franco, Stalin o Churchill. Perteneció a la CIA, pero también ayudó a Oppenheimer en elaboración de la bomba atómica, de manera casual y anecdótica.
La aventura es absurda y bastante estrambótica, nos condimenta con humor situaciones de algunos oscuros personajes de la historia, un humor algo candoroso, falto de elementos abruptos pero con cierta picaresca que termina por lograr entretener y no hundirte en un estado de pesadez. El film perece en una montuosidad que unas veces sirve para engancharte y otras para hastiarte, la condescendencia hacia los ancianos es notoria, pero se queda a medio camino en un quiero y no puedo ser entrañable.

Me ha parecido destacable la habilidad que muestra el director para contarnos dos historias paralelas del mismo personaje, una, la aventura actual, la cual lleva el título del film y la otra, la fabulosa historia de su épica vida, todo un siglo de vida narrado con un cariz cómico. Se me ha hecho algo largo, sobre todo en la parte final, la sonrisa termina convirtiéndose en bostezo, le falta mordiente, le sobra candidez, una vida tan apasionante no puede ser narrada de forma tan ligera, con algodoncitos de azúcar y lluvia de miel. La caracterización del personaje principal me ha parecido una broma, demasiado caricaturesca, en momentos me parecía estar viendo a Johnny Knoxville en Jackass.

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Cuando leí la sinopsis y me decidi a verla esperaba que no fuera una de esas tediosas películas que ofrecen mucho pero que terminan siendo un aburrimiento prolongado durante más de una hora, pero ni mucho menos, desde las primeras escenas se veía que esta película tenía una cierta calidad y que merecía ser visionada y no fue para menos, alguna que otra risa y una constante sed de curiosidad, esperando la próxima y peculiar historia o personaje.

Hacía mucho tiempo que no veía una película en la cual no podía parar de reír. Sin vulgaridades, sin recurrir al humor fácil, sin moralina y sin melosidad. A los amantes de las típicas comedias románticas americanas que tanto proliferan o de las comedias españolas llenas de tacos y sexo que se hacen en estos últimos años, no la vean. Entretenida, y mucha risa. Éramos sólo cuatro en la sala de cine y las gargantas dolían de la risa. Si quieres pasar un rato muy divertido, ve a verla.

El abuelo que saltó por la ventana y se largó..., tú con intentar no quedarte dormido ya harás bastante!!!
Este Forrest Gump sueco basado en la novela de Jonas Jonasson de superventas y éxito mundial no convence ni satisface a nadie más allá de la simpatía y cariño inicial por un personaje que, conforme rueda y avanza en su aventura fantasiosa, se va haciendo más y más pesado, más arduo de llevar y soportar pues te dan ganas de abandonarlo en una gasolinera y seguir tu sólo el viaje!!
Una recreación bonita, colorida y de mucha luz para una narración que no provoca interés ni alegría, encanto o ensoñación excepto alguna sonrisa pícara ocasional que no sobrevive más allá de la primera hora, intrascendencia que se respira a cada paso de un filme que no levanta suspiros ni júbilo, fervor o quimera sólo el martirio de una ilusión apagada que carcome tu interior y corrompe todos tus anhelos de una inventiva sorprendente e impactante que guste y agrade.
La esperanza y ensueño del espectador se va secando cual pasa tostada hasta quedarse sin apenas gracia ni sabor, ritmo o pasión, un atractivo que se diluye y pierde al compás de los minutos transcurridos al observar que todo el despropósito de este cuento soñador, toda la disparatada seducción que debería despertar se queda en cansino esperpento, extravagante desatino de narrar por narrar, inapetencia de unos pasos que no conservan la magia y desparpajo que toda fábula debe mantener y ofrecer.
Nulidad en el descaro, la soltura y la destreza, torpeza de un efecto deseado que pasa con demasiado facilidad de una sana curiosidad emocionante a una indeseable pesadez agobiante que oscurece los detalles positivos de una historia que no dudo sea divertida y chistosa, entretenida e hilarante en letra escrita pero que en palabra dicha e imagen formada se vacía de todo su entusiasmo y ánimo, asombro y admiración, pérdida fatídica de la locura y delirio que debería proporcionar esta comedia surrealista.
Un trayecto caótico y destartalado que siembra la emotividad del cariño y el afecto, la ternura y la amistad, sintonía de buen rollo y compañerismo que en la práctica se vuelve desastre total, desconexión silenciosa por falta de armonía y vigor, brío o emoción, una vibración intensa que mantenga tu pulso constante a buen equilibrio y donde el frenesí, la diversión y el desternilleo no sean un deseo que haya que dar por perdido por ser imposible su localización.
Estrambótica narrativa de provocación ausente, cardio bajo, nula gracia y resultado soso, nimiedad e indiferencia ante unos personajes curiosos y ocurrentes a los que no se ha sabido sacar buen partido, sólo retazos poco deslumbrantes sin tino ni ardor, únicamente aburrimiento y tostón, desidia y dejadez, un angustioso cautiverio de somnolencia más que segura y desapego garantizado.
Dan ganas de ser el espectador que saltó por la ventana y se largó!!!

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