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Perfect Blue

Perfect Blue
1997 Japón
Animación
7,5
15.801
Animación. Terror. Thriller. Drama Mima es la cantante de un famoso grupo musical japonés. Debido al fracaso de ventas de sus discos, su mánager decide apartarla del grupo y darle un papel en una serie de televisión. Mima cae entonces en una profunda depresión que la lleva a replantearse su vida y su carrera, pero su crisis se agrava cuando descubre que su vida está al alcance de cualquiera en Internet y que alguien la está vigilando. Cuando la serie empieza a emitirse ... [+]
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Críticas 77
Críticas ordenadas por utilidad
16 de diciembre de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría escribir un tocho sobre porque Perfect Blue me parece una obra magna, digna de un genio y solo realizable por muy pocos, pero estaría de alguna manera chafando una experiencia única a alguien que probablemente más que explicaciones busque opiniones positivas o negativas.

Entiendo el hecho de que sea poco valorada y vagamente conocida, ya que la animación japonesa tiende hacia el simbolismo y dejar jugar e interpretar al espectador, dándote los ingredientes para que tu te prepares el plato a tu gusto.Perfect Blue es un constante juego entre lo onírico y lo palpable, donde ambos caminos tienen sus límites y pero tienes que descubrirlos.Tú.
Lexg
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19 de abril de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo ella puede llegar a descubrirlo, aunque su mente se esté desmoronando y empiece a cuestionarse si su percepción de la realidad no es más que el producto de un maldito sueño o de la ilusión de un acontecimiento vivido el día anterior.
Mima es la única capaz de determinar si ella...es real.

El alma de ese genio desaparecido antes de tiempo llamado Satoshi Kon puede descansar en paz, ya que pudo crear una de las películas japonesas de animación más grandes que se han realizado...y buenas hay muchas, pero poquísimas son capaces de ponerse a la altura de "Perfect Blue", sobre todo en lo que al género del suspense se refiere, (ha sido señalada como el primer "thriller" psicológico animado). Aunque yo me considere un fan de la ciencia-ficción nipona, teniendo títulos como "Wicked City", "Ghost in the Shell", "Akira" o la aventuresca "El Puño de la Estrella del Norte" entre mis predilectos, siempre consideraré "Perfect Blue" mi película de anime favorita...supongo que tiene mucho que ver el que fuera la primera que descubrí.
Seguramente no imaginaba el sr. Kon el impacto que iba a causar con su obra cuando, tras una carrera comenzada a mediados de los '80 como escritor y animador (participó en "Patlabor 2" y en "JoJo's Bizarre Adventure"), decidió embarcarse en su primer film con personajes reales tomando de referencia la novela de Yoshizaku Takeuchi.

Sin embargo, los daños producidos por el terremoto de Kobe en el estudio hicieron decantarse a Kon por el menos costoso proyecto de un anime, y aunque la historia de la novela no le entusiasmara demasiado para una película, sí que lo hacían las ideas de la misma, por lo que encargó la revisión del guión, previamente escrito por el autor del libro, a Sadayuki Murai. Dicha historia nos hace entrar en la vida de Mima Kirigoe, una cantante perteneciente a un trío musical de "pop" de relativo éxito llamado CHAM! que ha decidido emprender un nuevo camino como actriz, lo que para muchos seguidores del grupo ha supuesto una tremenda desilusión.
Mima, junto al no muy satisfactorio apoyo de sus agentes, Rumi y Tadokoro, se esfuerza al máximo para tomarse en serio su nueva carrera, primero actuando en una serie de suspense, luego posando como modelo erótica; estas decisiones, unidas al peso de su antigua vida como "idol" y a las amenazas que recibe de los que antes eran sus fans, minan paulatinamente su autoestima, haciéndola caer, en última instancia, en un abismo de confusión donde le será imposible distinguir lo que es ficción de lo que es realidad...y el descubrimiento de una página web llamada "La Habitación de Mima", en la que, al parecer, alguien intenta suplantar su identidad, no ayuda a paliar la situación.

Muchos matices, claves y aspectos envuelven la trama del film, pero uno de los temas principales es el del mundo de las "idols". Para los que sepan de la cultura "teen" japonesa, una "idol" no es otra cosa que una cantante "pop", y se han llegado a convertir en todo un fenómeno cosechando gran fama entre los más descerebrados adolescentes nipones (y los no tan adolescentes, ¿eh?). Tanta fama se ganan que luego se vuelve contra ellas, ya que lo del fanatismo en Japón alcanza niveles inimaginables (no hay más que recordar el caso de hace unos años de la cantante y seiyu Aya Hirano, amenazada de muerte por sus seguidores al salir a la luz que había mantenido relaciones con miembros de su banda (¡!) ). Esta situación tan increíble, además del control que pretenden tomar los fans de sus ídolos, es criticada de forma demoledora en el film.
Otro elemento fundamental es el imaginario en el que nos sumerge el director. Gran practicante, cual David Lynch, de los esotéricos y enigmáticos mundos que se hallan ocultos bajo esa cortina de opacidad que llamamos realidad, cuyo gusto demostró en cada una de sus siguientes obras, el sr. Kon, haciendo uso del metacine (catalizador de la angustia de la protagonista), invita al espectador a interpenetrar en la enfermiza pesadilla que acosa a Mima, cuya percepción se desdobla creando un modelo de realidad engañoso y en la que su propia identidad como persona es puesta en duda, viéndose finalmente abocada a un bucle infinito: se adentra en la ficción a través de Rika, a quien da vida en la serie "Double Bind", se estanca en ella, vuelve a despertar, su ansiedad se acrecienta, regresa a la ficción.

Todo se transforma en un descenso a los abismos de su mente. El "¿qué soy yo?", "¿qué me imagino que puedo ser yo?" o "¿qué soy yo para los demás?", cuestiones que atraviesan toda la historia desde el mismísimo comienzo, pues Mima no parece poseerse nunca (recordemos cuando "Me-Mania" la observa en el escenario o esa última frase dicha por ella al final mientras se mira en el espejo, donde no se escucha su voz, sino la de Rica), está acompañado de una intrigante historia repleta de tensión y extrema violencia en la línea de los mejores "thrillers", loco asesino psicópata de turno y tremendo giro final incluidos, evocando al suspense de Fincher, Argento o Kiyoshi Kurosawa y con reminiscencias a clásicos como la "Psicosis" de Hitchcock, la "Repulsión" de Polanski o la "Persona" de Bergman.
Todo esto, añadido a un trabajo de animación sublime, una buenísima banda sonora y unos actores de doblaje entregados al 100%, donde destaca, por supuesto, Junko Iwao, hace de "Perfect Blue", tan visceral, delirante, oscura, provocativa y siempre sorprendente en su concepción, una experiencia única.

Obra maestra de Satoshi Kon y de la animación japonesa que encontró su versión "de carne y hueso", más próxima a la novela de Takeuchi, en 2.002 de la mano de Toshiki Sato. Otro "remake" llegó en 2.010, pero nada pueden hacer contra la original de 1.997, aclamada en multitud de festivales y cuya influencia se ha dejado notar en multitud de directores, como por ejemplo Sono, Miike, Gilliam o Aronofsky (el plano de Mima metida en la bañera desnuda quedó plagiado en "Réquiem por un Sueño").
Chris Jiménez
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6 de noviembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por películas como "Perfect Blue" es que te inicias en el cine de animación, es que llegas a interesarte. Siempre pensé que el anime era para niños. Siempre menosprecié el arte, y no fue hasta que vi esta cinta que me di cuenta de las maravillas que se pueden hacer haciendo uso de este lenguaje y cuando tienes detrás un talento como Satoshi Kon. A día de hoy he visto sus cuatro largometrajes. Lamentablemente este director falleció con apenas 46 años en 2010 a causa de un cáncer de páncreas. Para la posteridad quedan sus producciones que son los más brillantes, a menos para mi.

Una vez leí unas líneas que me causaron mucha gracia: "Esto es un thriller psicológico (Perfect Blue), no Donnie Darko..."
Esa es una verdad absoluta. Perfect Blue juega con tu mente y te hace pasarlo mal de una manera realmente efectiva. El hecho de que sea una cinta de anime produce más incomodidad aún. Qué mente brillante hay que poseer para ejecutar un producto tan perfecto con tan poco, ya que, Satoshi Kon nunca leyó la obra original escrita: "Perfect Blue: Complete Metamorphosis" de Yoshikazu Takeuchi, sino que sólo contó con el guión terminado ya para la película. Y además esta fue su ópera prima. Maldito genio que nos ha dejado demasiado pronto.

Realmente vale la pena ver "Perfect Blue" porque no sólo es de lo mejor del cine de animación, sino del cine en general. Específicamente del género thriller psicológico está en un top 10, top 5 fácil.
MarlaSinger
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18 de noviembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este thriller psicológico de serie B (dicho sea con todo el respeto a las series B) llevado a la animación dado que no había presupuesto para rodarlo con personajes reales, deviene en película de culto en buena medida por ser el primer título de los cuatro que dirijió el malogrado Satoshi Kon convertido en leyenda del ánime japonés. Al final acabaron por hacerse adaptaciones "live-actión" para la pantalla en el 2002 y la tv en 2010 que pasaron sin pena ni gloria.

Acudo a su visionado teniendo tan solo como referencia el interés que me produjo "Millenium Actress" (2001), la siguiente película de ánime que rodó Kon tras el éxito de la que nos ocupa. Lo primero que me encuentro es que la calidad de la animación es mucho peor y que se nota la diferencia de presupuesto a la baja. Y por otro lado acabo teniendo la sensación de que el argumeto de "Perfect Blue" se disfruta más contándolo que viéndolo. Satoshi Kon parece ser que elevó la complejidad y calidad de la novela original de Yoshikazu Takeuchi "Perfect Blue: Complete Metamorphosis" (1991) y que a este no le gustó el resultado final por mucho éxito que tuviera.

No sé si es posible que hace 24 años la complejidad de la trama y algunas de sus escenas donde se implica sexo y violencia amén de darle un cierto repasito a la cultura popular japonesas de los ídolos pop supusieran un novedoso hallazgo en la historia del ánime pero ahora que la cosa global ya peina canas el asunto no es para tanto.

Lo más significativo a mi juicio es el loable riesgo que asume Kon con la estructura narrativa en una especie de bucle agobiante para transmitir la confusión mental que aunque no está muy justificada sufre su protagonista bajo el sustrato de explotación de la industria y la paranoia de aquellos que adoran a sus ídolos artisticos en el sentido más bíblico de la palabra llegando a cometer todo tipo de disparates, algunos trágicos, al convertirse en adiptos dependiente de los mismos sin ser capaces de distinguir a las personas de sus personajes.

La película ha ejercido su influencia en títulos posteriores; la más destacada la de Aronofsky en "Cisne Negro"(2010) que llegó a plagiarle planos. Ni esta ni aquella me han llegado a emocionar.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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10 de mayo de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces la oscuridad brilló tanto como en Perfect Blue, cita obligada para cualquier amante del anime. Olvida la belleza estética de las —estupendas— obras de Makoto Shinkai, o del encanto de muchas obras de Hayao Miyazaki. Perfect Blue es un thriller brillante que comparte trono con joyas del género y que recuerda, en el mejor de los sentidos, a obras de Alfred Hitchcock con un guion que se retuerce, envuelve el cuello de la protagonista, una joven estrella idol llamada Mima, y la asfixia hacia límites insospechados por una serie de malas decisiones al dejar su trabajo, que la llevan a una espiral descendente de locura.

Aquí tenemos elementos que nos recordará a la espléndida Mulholland Drive (2001) del maestro Lynch; nos lleva a la habitación oscura del mundo de la actuación, y, poco a poco, todo lo que ocurre en Perfect Blue se hace trizas delante de Mima y del espectador, en una historia también bastante humana sobre la lucha por los errores del pasado y las consecuencias que todo trae.

El mundo de Perfect Blue es elegante, fascinante y horrible. La oscuridad es atroz, pero puede que más pura que la artificialidad que transmite los focos y el espantoso espectáculo al que está expuesto la protagonista; la película no deja títere sin cabeza; la televisión está podrida, la sociedad enferma que retrata la película; los fans juzgan y atormentan constantemente a los supuestos ídolos que aman; los periodistas recuerdan a zombis que con sus brazos tratan de agarrar y entrar a la fuerza por puertas cerradas, las escenas en los vagones del metro nos recuerda que una vez estás bajo tierra todo es algo más tranquilo.

La estética de los personajes de Perfect Blue guarda también gran mensaje que potencia la sociedad horrible que nos muestran. Mima goza de un físico atractivo que luce aún más entre personas de rostros más cercanos a la imperfección física, y siempre más repugnantes por dentro que por fuera; demostrando que la prioridad de la película no es ni mucho menos ser agradable de ver; tampoco dudará en mostrar sangre y muertes brutales.

Los colores tienen un gran peso en la enferma atmósfera y en la magullada realidad que se nos muestra. En ellos tampoco falta el mensaje y el simbolismo, en los propios colores, como no, el azul intenso, que podemos asociar al descenso anímico de la protagonista, un monstruoso rojo intenso o, en muchas escenas, colores llenos de palidez, algo que va en ascenso si tenemos en cuenta los colores dulces que reinaban los primeros minutos de la película, y que, en sus primeros minutos mostraba la cara reluciente del trabajo de idol. Incluso hay algún dardo al mal uso de la tecnología y las páginas webs, utilizadas como armas de tormento y de persuasión.

Un thriller que vale su peso en oro

Cuando todo pierde el sentido narrativo y sigues sin ser capaz de alejar la vista de la pantalla es cuando sabes que estás viendo una obra maestra; Prepárate para ver un gran reflejo de la locura como pocas veces se ha visto en el anime, a ratos paradójica, con una Mima huyendo de la yo del pasado que perseguía constantemente en clara señal de anhelo por su pasado; también hay escenas realmente difíciles de ver, que no es que no hayan envejecido, sino que incluso se han hecho más horribles y realistas

Para la posteridad queda cierta escena de Mima ensayando una escena para la serie, rodeada de otros actores y necesitando de repetir la escena una y otra vez. Incomodísima esta parte, un auténtico infierno personal que arde dentro de la mente de la protagonista.

Una historia que se ha vuelto más terrible en la actualidad

La magnífica historia de Perfect Blue remata con un final a la altura. Con su propio —y enfermizo— apocalipsis narrativo, demostrándonos en este bloque que estamos una vez más ante una historia sobre obsesiones que perturban y devoran a mordiscos las corduras de los personajes; el último plano es puro cine, teniendo un gran significado sobre el pasado, presente y futuro. Increíble.

Perfect Blue es una joya de la animación en general, y una obra totalmente necesaria de visitar si buscas entender el lado oscuro del anime. Aquel que perturba mente y cuerpo, elegante y atroz, una vena cargada de arte a punto de estallar, y un gran destello en el legado imborrable del maestro Satoshi Kon.

https://marmotacinefila.com/2023/05/10/critica-perfect-blue-1997/
Marmota Cinéfila
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