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Gamera vs. Zigra

Ciencia ficción. Acción. Aventuras Alienígenas espaciales llegan a la Tierra con su tiburón gigante e intentan conquistar el planeta. Pero primero, deberán destruir a Gamera.
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
1 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La saga Gamera, ya desde sus inicios, decidió que debía mirar a un target de carácter infantil presentando films que contaban con niños como protagonistas, y un monstruo gigante que prácticamente era un superhéroe, amigo inseparable de los infantes. Un movimiento al más puro cine infantil, que fue inteligente en su momento debido al progresivo abandono del público adulto y juvenil respecto al cine Kaiju de mediados de los 60. La jugada funcionó bastante bien a nivel taquillero en sus inicios, hecho que contaminó a otros Kaiju. Tanto es así, que la serie Godzilla no escapó a esta influencia infantil producida por Gamera y desde La isla de los monstruos (1969), el saurio radiactivo pasó a ser, de una manera cada vez más explícita, un superhéroe simpático y amigo de los niños. El problema con Gamera es que desde Viras ataca la Tierra (1968) los presupuestos se redujeron drásticamente afectando a la calidad final de los films. Jiger, el señor del caos (1970) fue una mejora para la saga, un film que al menos estaba algo más cuidado que anteriores entregas, pero con Zigra, la amenaza de los océanos (1971), séptima entrega de la saga de la tortuga, el fracaso fue descomunal.
Los extraterrestres del planeta Zigra, que pretenden instalarse en los mares de la Tierra, secuestran a unos biólogos marinos. La huida de éstos provoca su ira y envían a un monstruo anfibio, similar a un tiburón gigante, para recuperar a los rehenes. Gamera se interpondrá en sus malvados planes para evitar toda amenaza del espacio exterior.

La extraterrestre del film. Una maravilla...
La Daiei estaba al borde de la bancarrota, por lo que en esta ocasión, el presupuesto para Zigra fue una lágrima. De nuevo tenemos una invasión extraterrestre de risa comandada por una fémina en chándal de color verde que se jacta constantemente de su enorme poder pero apenas lo demuestra (el presupuesto no lo permite, claro). Provoca en Japón un terremoto de magnitud 18 pero salvo un dibujo con una ciudad destruida poco más vemos del gran desastre provocado.
Las localizaciones se basan en una playa y el hecho de que les dejaran grabar dentro de un SeaWorld japonés. En este sentido, muy pobre. Las maquetas en esta ocasión eran tan diminutas que las escenas con los monstruos se grabaron desde ángulos bajísimos, provocando, de manera involuntaria, cierto realismo sorprendente en algunos momentos. También nos ahorran de presentar stock shots de anteriores producciones pero de la cancioncilla de Gamera, sí que no nos escapamos.
Una historia inexistente con una pareja de niños protagonistas, de verdad, insoportables. Ya llevamos con la saga una serie de niños actores repelentes y malos pero es que estos se llevan la palma. En serio, no sé quién era el lumbreras que se encargaba del cásting de los infantes porque se merece un premio. De juzgado de guardia, cuando llevan a los niños en camillas porque se suponen que han perdido la conciencia y cuando enfocan a la niña se ve claramente cómo se ríe y se mueve…

Los personajes adultos, son una vez más inexistentes y atontados. Los niños en cambio, los más listos del planeta solucionando todos los problemas posibles. Hay tanta dejadez y pobreza de medios en este film que hasta duele (la penosa escena del mini-submarino es un ejemplo de ello). La historia es repetitiva, aburrida y cansina, llena de situaciones (en su mayoría protagonizados por los niños) de vergüenza ajena, presentando chorradas como que al final Gamera crea música dándole de garrotadas a las espinas dorsales de la espalda del moribundo Zigra. Es una lástima cómo ha acabado esta simpática saga. Al menos, el enemigo de este film es atractivo y era uno de mis favoritos cuando era niño. Zigra, una especie de tiburón biomecánico extraterrestre, que desgraciadamente, apenas puede lucirse. La batalla final está perfectamente en línea con las batallas de cualquier Ultra serie televisiva de aquellos años. Y además, ¿cómo es posible que la llamarada de Gamera funcione bajo el agua? Y otra vez, el film no duda en colarte el mensaje ecologista y concienciador. Cuida bien tus océanos.
Zigra, la amenaza de los océanos (1971) es el último clavo en el ataúd de la saga de Gamera. Un film con una alarmante pobreza de medios, tan malo que duele, con malas interpretaciones, con un infantilismo insoportable y con una cutrez y desgana general verdaderamente notable. Un bicho tan simpático como Zigra se merecía un film mejor. Un ejemplo de lo peorcito que ha dejado el género Kaiju Eiga. Sayonara Gamera.

Pese a esto, la saga iba a continuar con un proyecto llamado Gamera Tai Leoman, aunque ni apenas había comenzado la producción de dicho film, la Daiei finalmente, cayó en bancarrota, suspendiendo toda producción del estudio.
Zigra, la amenaza de los océanos (1971), ni siquiera se estrenó en EEUU. Para su horripilante edición en video, el eslogan utilizado era cachondo: -“ ¡Un tiburón del espacio pone a la súper-tortuga en órbita!”. Aunque mi favorito es el eslogan que se utilizó para la edición en vídeo de Guiron guardian del planeta fantasma (1969): -“¿Será Gamera una súper tortuga o una sopa de tortuga?”. Menudos crácks.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
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25 de diciembre de 2020
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Gamera siempre ha sido el hermano pobre de Godzilla y como tal, nunca ha logrado el éxito y el nivel de producción que tienen algunas de las películas del viejo G. Pese a ello, Gamera contra Zigra es un insulto a la inteligencia. Partiendo que el que llega a esta película le ha de gustar por fuerza el género kaiju (nadie llega a Gamera contra Zigra de casualidad "oh, mira, en Netflix han colgado ya Gamera vs Zigra, NO) y que su cerebro ya está preparado para diálogos absurdos y monstruos de gomaespuma, este film ya roza lo molesto. Los adultos son malos, los niños, molestos y los aliens son japoneses vestidos con lentejuelas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
DoctorHarper
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24 de marzo de 2021
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Y de nuevo, niños insoportables. Basta ya, por favor.

Curiosamente, esta me ha parecido incluso aún más infantil que las anteriores, es curioso que en una película donde mueren decenas de miles de personas (se dice, no se ve), después te encuentres escenas tan sumamente ridículas como las de la mujer extraterrestre correteando a los niños, o Gamera usando al malo de xilófono y bailando.

En esta película parece que obtuvieron permiso para grabar en un parque acuático, y ahí se pasan la mayor parte de la película, enseñando imágenes de los animales haciendo trucos, enseñando acuarios... la cosa es que, curiosamente, en ningún momento se dice el nombre del sitio. Una publicidad algo rara.

El monstruo de esta ocasión tiene un diseño guay, pero comparado con otros, me ha parecido bastante flojo, poco peligroso.
A ver si con esta acaba la tanda de pelis infantiloides de Gamera, protagonizadas por niños de 5 años, y se nos ofrece algo más interesante...
TANOMUERTO
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