Haz click aquí para copiar la URL

También los ángeles comen judías

Acción. Comedia Años 30. Durante los duros años de la Gran Depresión, Sonny conoce a Charly, un campeón de lucha libre, al que apodan El Misterioso. Ambos traban amistad y son contratados como matones por Angelo, un importante gángster. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
5 de agosto de 2019
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de leer la guarrada calenturienta con las que nos obsequia alguno, y hablando de la película, diremos que nos encontraremos a Giuliano Gemma como colega de Bud Spencer en una película muy a propósito para la presencia de Terence Hill, sencillamente porque es la típica comedia apropiada para la famosa pareja "Hill-Spencer", pero por lo que fuera, que no viene al caso, Terence Hill no está y su sustituto cumple con entusiasmo. Terence Hill, no obstante, aporta un lado canalla superior, pero eso va en gustos.

El elenco contrario es el apropiado para desarrollar la historia, Robert Middleton "El Sonrisas" es el perfecto contrapunto, un clásico irrepetible en estas películas como jefe mafioso; sin olvidarnos por supuesto al genial Ricardo Pizzuti, otro fijo a la hora de recibir tortazos por la famosa pareja (no olvidemos los dientes que escupía por cada bofetón que le endosaban).

La historia es divertida como se puede esperar, tortazos a mansalva, espectacular inicio en el ring (fijarse en el árbitro, un showman), buena puesta en escena y guion siempre presto a burlarse de una policía abusona, con diálogos sobre chantajes mafiosos en tiempo de la recesión económica en USA. Los aficionados a los mamporros de Bud Spencer podrán disfrutar con esta nueva propuesta.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de diciembre de 2007
29 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante una noche de insomnio ¿quién no ha recurrido a esto? aunque no te apetezca, tienes que hacerlo porque esa sensación de plácido bienestar tras un frenético dale que te pego, te ayuda a dormir.

Pero es cierto, no apetece ponerse. Así que la sigues notando blandita a pesar de una inicial estimulación en forma de toma de contacto. Exploras tímidamente ciertas fantasías que sabes que funcionan y en casos en los que la predisposición es máxima lo levantan ellas solas. Y así, con unas leves caricias en zonas puntuales todo se va poniendo a punto para que la dureza sea tratada con un machaqueo constante e in crescendo.

En aumento, todo está encaminado hacia el punto de no retorno que despeje las dudas del objetivo final de la consumación. Ese punto llega y ya solo tienes que mantener un ritmo, hasta que colmes todas tus expectativas fantaseando en tal o cual aspecto y decidas dar el cambio de ritmo final que haga salir a chorro todas esas emociones que tenías guardadas. El tembleque final que te entra, las oleadas intensas de placer que alcanzas desde ese único punto acompañan a todo ese calor final que te deja plenamente satisfecho por fin.

Sí, "Los ángeles también comen judías" es como ese tipo de masturbaciones. No te apetece verla, pero como no tienes sueño lo haces. Empieza con imágenes impactantes, como ver a Bud vestido de luchador sobre un ring, pegando ostias pero solo a tres contrincantes. Así que se te va levantando el gusanillo a medida que avanza una trama por el medio de la extrema pobreza de la Gran Depresión, esperando unas hostias que no llegan más que a cuenta gotas porque hay una historia detrás que se nos está contando. Hay una violencia inusitada en una peli de Bud Spencer, con tiroteos, bombas y muertes violentas, en vez de los socorridos mamporros. Y también hay una voluntad cómica en el lenguaje, con diálogos de la más alta comedia, sobre todo con el personaje del inspector de policía y su soplón Judas:

" - Aquí tienes, Judas, los 30 dólares
- Teniente, ¿le importaría pagármelos en monedas de un dólar? es por una vieja costumbre familiar"

Así pues, esa tormenta de hostias no llega, pero la comicidad, los pequeños golpes y el retrato tremendista del hambre de aquella época, tratado al estilo de como lo haría Zucker unos años después, te causa ese placer de las grandes películas, pero al que le falta culminar...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si en algo no anda exiguo de ejemplos el cartel de clásicos transalpinos es en tener olfato para extraer tajada de modas o éxitos recientes americanos, y el boom de los años 20 reverdecido por él éxito, el mismo año, de Paul Newman y Robert Redford no podía quedarse sin la respuesta italiana.
Y desde luego los fans de las aventuras en el cine de las leyendas del wrestling mexicano no se lo pasarían mal con un interceso similar al de aquellos con combates entre zanganos enmascarados o con mallas.
Enzo Barboni aplica la misma fórmula atemporal y válida para cualquier contexto de juntar a dos polos opuestos, mojarlos de picaresca y mamporros y poner delante de la pareja de héroes a un goloso puñado de matones y gangsters (malmetiendo a semejanza de bandidos y caciques en los spaghetti western) para entretener a los dos colegas a la fuerza: un tunante tramposillo y ligón y un campeón de lucha libre al que apodan El Misterioso (averiguar a cuál interpreta Bud no es un misterio).
Aclaro que como sidekick Giuliano Gemma -vuelve a asignársele a Bud a otro guapete sacado de 'El Gatopardo'- se aleja de la patente de Terence apostando por el karate, golpes bajos en la entrepierna, cinismo y chulería.
El slapstick, la astracanada y el aroma a comedia de enredo clásica -qué diantres, entre tanto gangster sí que planea intermitente la sombra del homenaje velado a Billy Wilder- brillan como si la dirigiese George Roy Hill-.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
antonio lopez herraiz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de noviembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los duros años de la Gran Depresión, dos desconocidos entrarán a formar parte de un clan familiar dedicado a cobrar a los habitantes de la ciudad.

Enzo Barboni, apuesta por una incursión en un frenético y desenfadado entramado de acción plagado de intereses e intrigas personales con diversión e ironía.

La presencia y participación de intérpretes habituales del spaghetti western, como: Bud Spencer y Giuliano Gemma, hace que la producción italiana, gane atractivo, gracias a la simpatía y desparpajo que tienen juntos.

Cada movimiento estratégico y decisión personal, se convierten en una toda una lección de aceptación y supervivencia con humor.

Los responsables de la película, juegan con los tópicos del género gángster y consiguen cambiar la visión de diversos conceptos establecidos, gracias a la osadía y desparpajo del guion y al tono jocoso del conjunto.

También los ángeles comen judías, queda como un ingeniosa y aparatosa producción de intrigas criminales, plagada de buenos mamporros y referencias al cine negro.
Jon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de octubre de 2019
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertidísima parodia de las películas de gángsters, esta vez protagonizada por el orondo Bud Spencer (al que su padres bautizaron como Carlo Pedersoli, pero que se puso el pseudónimo de Bud Spencer en homenaje a la cerveza Budweiser y al actor Spencer Tracy), y por Giuliano Gemma (un actor italiano que venía del mundo del spaghetti western y que en esta cinta sustituyó a Terence Hill), formando un dúo a modo del Gordo y el Flaco o de Asterix y Obelix, supuestamente ambientado en la Gran Depresión de los EEUU en los años 30, y localizada en Chicago.

Decía en el título que para mí, esta es la mejor y más divertida película de Bud Spencer, por las siguientes razones:

- El guión es muy original, con diálogos, situaciones y chistes dignos del mejor Billy Wilder, con constantes referencias a películas de gangsters y de la mafia, a las que parodia de una forma muy divertida. El discurso del jefe mafioso Ángelo (Robert Middleton) en el puerto, al principio de la película, exponiendo a los obreros el porqué se ha cargado a uno de ellos y qué va a hacer con su mujer y sus hijas, es una obra maestra de guión.
- Es, probablemente, la mejor interpretación de Bud Spencer, el cual está divertidísimo en cada situación (véase cuando aparece en el club nocturno clandestino perfectamente engominado y fumando un largo puro, o saludando a un cliente, como si fuera un habitual. También está muy divertido en su combate inicial contra los 3 tigres de Chicago, o en las réplicas que da a su jefe mafioso).
- Contiene escenas ya míticas, como el tango que se marca Sonny con la mujer rubia (Leona) en el casino, a la cual golpea cuatro veces la cabeza contra el suelo. También es mítica la presentación de los personajes cuando van a buscar trabajo en casa del jefe mafioso Ángelo (el sonrisas): el rolls amarillo, el probador de comida analfabeto puesto por Ángelo para evitar que lo envenenen con cianuro, el combate con los dos probadores 8el navaja y el cabeza de piedra) y cómo el sastre les hace los trajes a medida. Por cierto, y como curiosidad, en la breve escena del sastre, aparece como si fuese un breve cameo de apenas dos segundos el gran (no por su estatura, que sólo era de 1,56 m) actor cómico italiano Alvaro Vitalli (conocido posteriormente por sus papeles de "Jaimito"), en una de sus primeras apariciones en pantalla.
- Robert Middleton hace una brillante interpretación del jefe mafioso ("el sonrisas"), al que no le gustan los irlandeses, y sus frases y diálogos están muy conseguidos.
- Bill Vanders (como capitán de policía que anda al límite de la corrupción) realiza otra gran interpretación, divertida y simpática.
- Aparece nuestro gran actor secundario Víctor Israel, como "Judas", en un demasiado breve papel.
- Es fresca y divertida, con chistes cinéfilos muy brillantes ("tranquilo, es el cartero, siempre llama dos veces").
- No aparece Terence Hill, otrora inseparable pareja de Bud Spencer. En su lugar está Giuliano Gemma, que es muy buen actor, aunque es cierto que en ésta sobreactúa demasiado (probablemente por exigencias del guion).
- El vestuario (esos trajes de rayas de los mafiosos), la ambientación (Chicago años 30, con su pobreza, sus paisajes grises y el humo interior de los locales) y los decorados están muy logrados, por el presupuesto con el que contaba la película.
- Es mucho más divertida y está mejor rodada que cualquier otra película del dúo Spencer-Hill. Es la mejor película de su director.
- La canción y banda sonora me gusta muchísimo (le da el toque paródico que la cinta requiere), y no sé porqué me recuerda a la canción "Viaje con nosotros" de la Orquesta Mondragón.
- El título de la película es todo un hallazgo, y resume perfectamente el mensaje que el director ha pretendido. Lo cuento en el spoiler.

En resumen, una película genial y que, con el tiempo, se ha convertido en una cinta de culto para muchos, entre los que me incluyo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Francesc
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow