Texas

O eso dicen. El francés Alain Delon hace de noble castellano en «Texas». Tirando para casa, sí señor.

Pues este noble, Baldasar, que al principio parece que ni es noble ni es na’, tendrá que huir del ejército estadounidense y llegar a Texas por motivos que no vienen al caso. Allí se topará, entre otros personajes, con el colono Sam Hollis interpretado por Dean Martin, que no canta, y vivirá diferentes aventuras, también románticas. Pero, ojo, que Baldasar es un caballero, y además español, así que su comportamiento será siempre intachable.

De hecho, el acierto de «Texas» es poner el acento en las diferencias del viejo continente y el nuevo, entre un Baldasar para quien el honor y el deber lo son todo y un Hollis que hace gala de un profundo americanismo liberal. Dos visiones que son carne de parodia, pero parodia respetuosa y divertida. Incluso los indios dan pie a una serie de chistes que son de los más graciosos.

Todo combinado con algunas gotas de amor, un tono bromista continuo que sienta bien y, por supuesto, con el plato de fuerte del sublime Alain Delon. Olé, torero.

Tres personajes bastante dispares: El pistolero gringo Sam Hollis, el duque español Andrea Baldasar y un indio karankawa llamado Kronk, terminarán haciendo equipo en Shreveport, (un pueblo situado entre Louisiana y Texas a lo largo del río Rojo), luego de que el compromiso matrimonial del particular duque con la sensual, Phoebe Ann Naylor, se interrumpa tras una gresca bastante peculiar, y él, acusado de matar a un soldado del ejército, tenga que huir. Lo que se aviene, desde entonces, es una comedia donde el wild wild west comienza a ser cosa del pasado, pues, aquí, la interrelación entre las más diversas culturas no se consigue a empellones… bueno, ¡quizás con alguna palmadita!, y ciertas diferencias tampoco se dirimen a balazos, pudiendo sentir -ellos y nosotros- que un cierto aroma a civilización comienza a respirarse por fin en el ambiente.

No por nada, “TEXAS” es un western realizado en 1966, cuando ya el género entraba en su más marcado declive… y bajo la batuta de Michael Gordon, uno de esos directores para quienes el respeto por la diferencia era sagrado, lo que vemos es una suerte de oeste luminoso donde, hasta el hombre blanco y noble, puede enamorarse de la india, sin que nadie ponga reparo en ello.

Sin duda, a la historia de Wells Root, Harold Greene y Ben Starr, le falta cierta solidez, pues, algunas anécdotas resultan bastante livianas, pero, en general, se la pasa muy gratamente con un cuento que logra arrancarnos unas buenas sonrisas y donde, cada personaje, tiene un particular encanto que nos reconcilia con la vida. Gordon se empeña en ofrecernos una grata lección de convivencia y, de hecho, sale uno bastante oxigenado con una historia tan benevolente y edificante.

La historia transcurre casi todo el tiempo en exteriores, en una ambientación que refleja el amplio espacio que existe para todos, y de paso, se exalta a la tierra, ese especial paraíso al que tantos se empeñan en convertir en un infierno. En esta ocasión, y como pocas veces ocurriese en el cine realizado hasta entonces, los indios resultan bastante simpáticos y se agradece que Gordon insista en romper con el mito de que los indios Karankawa eran caníbales, idea que difundieron los invasores europeos desde tiempos muy atrás, para poder justificar su saqueo, su aniquilamiento y el tráfico de esclavos. En el libro de Robert A. Ricklis, "Los indios Karankawa de Texas", se puede profundizar sobre esto y sobre su difícil historia.

Dean Martin, Alain Delon, y especialmente, Joey Bishop (el popular comediante del show televisivo), resultan muy simpáticos en esta defensa del honor, la cual se convierte, especialmente, en una búsqueda de reparación social de tantos y tantos males que ha causado la discriminación y la prepotencia. Junto a ellos, Rosemary Forsyth y Tina Marquand (Aumont), serán la blanca y la india que demostrarán el carácter y la sensualidad que también poseían las mejores mujeres de la época.

Como, quizás, diría Kronk:

Atchata (Adiós) y que ustedes tener unas buenas kaitas (risas).

Título para Latinoamérica: “TEXAS DE MIS AMORES”

Alain Delon, actor galo de sobras conocido, interpreta en esta ocasión a un supuesto noble, Don Andrea de Baldasar, que encima es español. O eso dice. La cosa promete y entre castañuelas y besos en las mejillas, hay hasta alguna escena de toros, que no podía faltar. España estaba de moda por aquellos años 60, bueno en realidad antes también e incluso en los primeros años 70 también, seguramente, por la proyección que supo darle el gobierno franquista, y de esta forma nuestro país hace acto de presencia en un western muy atípico completamente desconocido, a pesar de un reparto muy decente que cuanta, además de con el galán francés, con Dean Martín y a unas atractivas Rosemary Forsyth y Tina Aumont, ésta me ha parecido más mona.

Claro que antes he dicho "western muy atípico" porque como quien no quiere la cosa se desliza por la comedia. En realidad, me suena más como parodia del oeste y en este sentido tiente algunas escenas con las que echarte unas carcajadas. Lo cierto es que me ha sorprendido por su simpatía y por sus enredos. Como nota negativa, me temo que Michael Gordon no ha sabido salir de forma creíble del lío romántico en el que se mete. Digamos que cierto personaje se olvida de buenas a primeras de su gran amor para cambiar de caballo de forma improvisada. En definitiva, una de las del oeste cuando este género empezaba ya a declinar, y que en realidad lo que hace es reinventarlo por un camino entre psicodélico, segunda mitad de los 60, aventurero y cómico. Aceptable.

Spoof Western con un magnífico dúo protagonista como Dean Martin y Alain Delon, quienes brindan mucha diversión. Parodia desenfrenada del oeste dirigida de forma convincente por Michael Gordon con escenas entretenidas y otras extremadamente divertidas. Siendo protagonizado por Sam Hollis (Dean Martin), el es un astuto traficante de armas que, junto con su compañero indio Kronk (Joey Bishop), emprende varias aventuras y también sufriendo algunas desgracias. En Texas de 1845, una belleza de Luisiana es cortejada por un noble español pero la apasionada boda de los pretendientes es interrumpida por un duelo causada por una cuestión de honor y después por la caballería y por un traficante de armas de Texas. Alain Delon es un noble de origen español que se ve obligado a huir de Luisiana tras matar accidentalmente a un oficial estadounidense, ex prometido de la joven (Rosemary Forsyth) con la que estaba a punto de casarse. El español llega a un pequeño pueblo de Texas donde se une al animado Sam Hollis y su inseparable socio indio, que se dirigen a la ciudad de Moccasin Flats para entregar armas de contrabando. Mientras tanto, Hollis está reclutando hombres para que le ayuden a enviar armas a través del territorio hostil comanche. El noble español Don Andrea (Alain Delon), acusado injustamente de asesinato, y el pistolero rebelde Hollis unen fuerzas y se producen muchas desventuras cómicas. Por el camino, Andrea salva a una joven india (Tina Aumont) que iba a ser sacrificada y se la lleva consigo, provocando la ira de los apaches y de su jefe Iron Jacket (Michael Ansara). ¡Un divertido juego de balanceo que fractura la frontera!

Esta loca parodia está llena de caos, alboroto, muchas tontas risas, gran entretenimiento y diversión. La mayoría de las risas y chistes visuales funcionan aceptablemente bien; el humor también es audaz e inteligente con una gran cantidad de imaginativos cómicos bocetos . El guión de Harold Greene, Ben Starr y Wells Root, además de tener más que suficientes fragmentos de líneas divertidas, arroja hilariósos papeles tanto en los roles principales como en los secundarios. Western desmitificado formaba parte de un grupo de historias muy imitadas que cambiaron el concepto de este género particular, cada una de ellas empeñada en desmentir un mito popular, pero teñida de humor, parodia y combinándola con antihéroes y la inevitable decadencia de los protagonistas. La fórmula busca potenciar las observaciones cómicas del western originado en la década de los años sesenta incluyendo a los siguientes cineastas: Andrew McLagen con ¨McLintock!¨, ¨Una dama entre vaqueros (The rare breed)¨, ¨La primera ametralladora del Oeste (Something Big)¨ y Burt Kennedy con ¨Support your local gunfighter¨ ( uno de sus mejores westerns de parodia), ¨Support your local sheriff¨ (su punto culminante), ¨Dirty Dingus Mcgee¨, ¨War Wagon¨ y ¨The Good boys and bad boys¨, y un poco más tarde, Mel Brooks dirigió la indispensable ¨Sillas de montar calientes¨ ó ¨Blazing saddles¨. Texas (1966) sigue el estilo de las anteriores, resultando ser una parodia graciosa, surrealista y extrema sobre un grupo común de excéntricos, locos y chiflados personajes. La película es maravillosamente divertida y agradable con Dean Martin como un traficante de armas duro pero simpático con su imagen Maverick que usa cerebro además de armas, así como Alain Delon como el testarudo y jactancioso noble español y, por supuesto, la hermosa Rosemary Forsyth que roba el show como la dama en apuros. Ellos están bien acompañados por un atractivo elenco de apoyo con algunas caras familiares, tal como: Tina Aumont, Peter Graves, Michael Ansara, Linden Chiles, Andrew Prine, Roy Barcroft, George Wallace, Don Beddoe, entre otros.

Contiene una cinematografía colorida filmada correctamente por el excelente camarógrafo Russell Metty. Tan bien como música alegre y agradable de Frank De Vol, incluida una atrapante canción que da titulo al film : ¨Texas Across The River¨ de Sammy Cahn y Jimmy Van Heusen cantada por The Kingston Trio que se reprodujo sobre el título inicial y los créditos finales. La película fue dirigida de manera divertida por Michael Gordon. El dirigió a 3 actores nominados al Oscar: José Ferrer (Mejor actor, Cyrano de Bergerac (1950)), Doris Day (Mejor actriz, Pilow Talk (1959)) y Thelma Ritter (Mejor actriz de reparto, Pilow Talk (1959)). Ferrer ganó un Oscar por su actuación en la película de Gordon. Abuelo de Joseph Gordon-Levitt y Dan Gordon-Levitt, Michael Gordon dirigió películas decentes, tales como: Por amor o dinero, Un acto de asesinato, Puedo conseguirlo al por mayor, The Lady Gambles, Otra parte del bosque, Boston Blackie Goes Hollywood, Agente clandestino, El secreto de Convict Lake y su gran éxito: Cyrano Bergerac. Calificación: 6/10. La película atraerá a los fanáticos de Dean Martin y Alain Delon.
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Con un guión sin grandes cosas y de tono risueño transcurre este western que apunta más a la comedia que a otro género. La trama se desarrolla alrededor de un duque español (un jovial Alain Delon incursionando en el cine yanqui) que por un infortunio es perseguido por la ley. En esa huida se encuentra con un vaquero (Dean Martin que hace todo tipo de locuras) con su amigo indio y los tres emprenderán una serie de aventuras en donde tendrán que enfrentarse a los apaches (es ahí donde están las partes mas cómicas de la película con las tonterias que hace el hijo del cacique indio). Por supuesto es un film menor que lógicamente no pasó a la historia pero el que lo ve pasará un rato divertido.