Haz click aquí para copiar la URL

Bob y Carol y Ted y Alice

Comedia. Drama Después de que la ultrasofisticada pareja formada por Bob y Carol decidiera asistir a una aislada terapia de grupo, sus opiniones en torno al sexo cambiarán de forma radical, para escándalo de sus amigos Ted y Alice. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
4 de junio de 2006
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ópera prima de Paul Mazursky, en la que interviene como guionista y director. Se rodó en las Vegas, LA y Pasadena, con un presupuesto estimado de 2 M dólares. Obtuvo 4 nominaciones a los Oscar, 4 premios y otras 6 nominaciones.

La acción tiene lugar en LA en 1968/69, a lo largo de varios meses. Narra la historia de Bob Sanders (Robert Culp), de su esposa Carol (Natalie Wood) y de sus mejores amigos, Ted Henderson (Elliott Gould) y Alice (Dyan Cannon). Bob es reportero documentalista de una cadena de TV y, por motivos profesionales, asiste en compañía de su mujer a la sesión inaugural de un curso de terapia de grupo de un Instituto que profesa una concepción abierta y liberal sobre las relaciones sexuales dentro y fuera del matrimonio. La experiencia les mueve a distinguir entre amor y sexo, y entre relaciones sexuales por amor y por razones físicas. Advierten, además, que las relaciones extramatrimoniales pueden incentivar y relanzar las matrimoniales, cuando la rutina se apodera de ellas. Explican sus ideas y experiencias a Ted y Alice, que forman una pareja tan unida como la suya, pero más conservadora. Tras diversas incidencias, Ted y Alice les proponen un "menage" a cuatro.

La película constituye un testimonio del movimiento a favor de la libertad sexual que arraigó en Europa y EEUU durante la segunda mitad de los 60 y en los 70. Se dio asociado a la emergencia del feminismo moderno, que reclama igualdad de derechos, oportunidades y retribuciones, y sistemas de paridad en la administración, la empresa, las organizaciones sociales y en los aparatos del poder legislativo, ejecutivo y judicial del Estado. Reclama, además, el derecho de la mujer al aborto, dentro de los plazos biológicos. Paralelamente se extendieron las exigencias de libertad y respeto al amor homosexual y su concepción como hecho natural y normal, susceptible de ser amparado por la figura del matrimonio. La película, en 1969, se posiciona en favor del amor libre de pareja, de la dignidad del amor gay y lésbico y del amor interracial. Son escenas destacadas la sesión de Alice en la consulta del psiquiatra, el encuentro de Bob con un tenista perplejo y el desfile final.

La música incluye el "Alleluya", de "El Mesías" de Haendel, la canción "What The World Need Now Is Love", de Hal David y Burt Bacharach, y la versión instrumental de "Burbank Brown". La fotografía, luminosa y colorista, presta atención especial a los lances cómicos (tos de Ted y Alice después de su pipa de marihuana). El guión es ágil, irónico, festivo y crítico. No oculta las dificultades individuales, de pareja y sociales de las propuestas que se glosan. La interpetación de Natalie Wood destaca dentro de un conjunto equilibrado y correcto. La dirección, pese a irregularidades de ritmo, construye una narración atractiva, simpática e hilarante.

La película fue recibida con simpatía por unos, indiferencia por otros y hostilidad por los círculos más conservadores. Alcanzó un notable éxito de público.
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de abril de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es cierto, vivimos en una sociedad en la que abunda la hipocresía, la deslealtad, el disimulo… Y tenemos relaciones de pareja entre las que se posa de comportamientos intachables cuando, en el fondo, se está deseando hacer (o ya se hace) lo que a otros se prohíbe. Se alaba y se exige la fidelidad, y los que más de esto reclaman son los que tienen más rabo de paja. Se habla de amor y lo que se siente, en la mayoría de los casos, no es otra cosa que deseo.

Carol y Bob Sanders se han dado cuenta de que, también en su relación de pareja, suceden cosas como éstas y entonces se han inscrito en un curso intensivo de entendimiento del amor y la libertad sexual… y han salido ¡tan bien instruidos! que pronto ya no habrá secretos entre ellos y mucho menos pretensión alguna de seguir con el cuento de la fidelidad. Lo que veremos a continuación, dio mucho de qué hablar en su momento -años 60’s- y obedecía a la libertad sexual que, con el mayo del ’68, la abolición de la muy rancia censura cinematográfica y la expansión del compartir que circuló por casi todo el orbe, nos puso a fantasear… y a hacer realidad algunas de estas fantasías.

Pero han avanzado a tal punto las libertades sexuales, que ahora “BOB & CAROL & TED & ALICE” luce tan casto como un rosario con la madre Sofronia. Aquí apenas se sugiere, se pretende pero no se llega, se insinúa pero no se muestra… y al filme hay que ubicarlo ahora en su momento histórico para poder entender las sugerentes intenciones a las que apuntaba el, desde entonces, director Paul Mazursky.

No obstante, ubicados en su punto, el cuento de las dos parejas de amigos: La una en busca de experiencia y libertad, y la otra asfixiada por las convenciones sociales, pero a la “espera” de que alguien les dé un empujoncito para tomar vuelo, resulta bastante entretenido, sobre todo porque, entre los protagonistas, Natalie Wood se faja una desenvoltura que sorprenderá a muchos y Elliot Gould es el típico maridito que, con sus salidas desentonadas, nos hará sonreír inevitablemente.

Robert Culp como Bob y Dyan Cannon como Alice, son las parejas que saldrán sorprendidas con la apertura que, súbitamente, descubren en sus consortes… al tiempo que también la descubren en ellos mismos. Habrá, pues, sorpresas, amagues de creciente, salidas del cauce… pero ¿la sociedad convencional seguirá su curso o los cuatro amigos serán capaces de matricularse en la difícil experiencia de la sexualidad grupal?

Tras esta opera prima, el director y guionista Paul Mazursky, seguiría hurgando en la sexualidad humana y otros filmes se avendrían para seguirnos diciendo, como Emanuelle Arsan, que “el erotismo no es un culto sino la victoria de la razón sobre el mito, no es un producto decadente, sino, por el contrario, síntoma de progreso… un instrumento de salubridad mental y social”.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de agosto de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que no ha envejecido bien respecto a lo que trata, aunque pensándolo mejor, tengo mis dudas sobre lo que acabo de escribir, porque mirándolo bien, la sociedad no ha variado mucho.

Desde el pensamientos actual no se puede valorar objetivamente, así que hay que intentar ponerse en la piel de aquella época.

Seguramente fue una película bastante atrayente y tiene unos toques de humor muy buenos, el erotismo y la comedia se "compenetran" muy bien.
AndrésFS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de julio de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi obsesión enfermiza por el cine de la década de los 70 como el mejor de la historia tiene fundamento y no es caprichosa. De pronto y sin previo aviso, todos los convencionalismos de los estudios caen y el cine se renueva temática y estilísticamente como nunca antes. Una parte de esa ola de genios que confluyen cuando los 60 se convierten en 70 buscan una modernidad absoluta a través de la revolución cultural hippie que se había impuesto entre las clases intelectuales norteamericanas; los otros, en cambio, buscan el clasicismo y se sumergen en la estética de los años 20 y 30 para cambiar el cine desde ahí. “Bob, Carol, Ted y Alice” se incluye en la primera de estas tendencias, la de la modernidad temática y visual.

Francis Ford Coppola, Arthur Penn, Stanley Kubrick, Sydney Pollack, Peter Bogdanovich, Martin Scorsese, Sergio Leone, Bernardo Bertolucci, Woody Allen, Roman Polanski, Michael Cimino, George Roy Hill, Bob Fosse, Milos Forman, John Cassavetes o Robert Altman… todos a la vez cambiando las reglas del cine para siempre. No se volverá a repetir nada igual. Paul Mazursky no es un genio a la altura de los anteriormente citados, pero su aportación es muy interesante y este film es buena prueba de ello.

En “Bob, Carol, Ted y Alice” se atreve, utilizando las fórmulas más modernas y vanguardistas del momento en lo visual, a utilizar un sutil tono de comedia (más bien tragicomedia) para hacernos reflexionar sobre la llegada de la libertad sexual a los matrimonios norteamericanos de clase media. Porque Bob y Carol están dispuestos a revitalizar su vida íntima experimentando a través de una relación abierta, permitiéndose tener relaciones sexuales con terceros ajenos a la pareja siempre que se lo cuenten entre ellos con sinceridad. Ello afecta sobremanera a sus mejores amigos, Ted y Alice, tanto en su propia relación marital como en la que tienen con una pareja de amigos que ha decidido romper con los estrechos y asfixiantes convencionalismos de la monogamia al uso y han cruzado los límites. Una vía de revisión de la manera única en la que parece tener que afrontarse la institución familiar que abriría una senda perfectamente culminada por “La tormenta de hielo” de Ang Lee y “American Beauty” de Sam Medes muchos años después.

Tanto por la época, como por la temática y el atrevimiento estilístico setentero de Paul Mazursky ya merece verse. Pero ahora llega lo más importante: Natalie Wood, una de las grandes divas de mi vida, embelesando a la cámara también cuando interpreta a una mujer de mediana edad que asume la libertad sexual en su matrimonio con convicción. Como es obvio, ella está muy por encima del resto del elenco actoral, formado por un joven Elliot Gould, Robert Culp y Dyan Cannon.

Parece mentira que estemos en presencia de una película de 1969 por la modernidad y actualidad absoluta del guión que firma el propio Paul Mazursky, que podría haberse escrito hoy mismo por la contemporaneidad en el planteamiento de la posibilidad de otras formas de existencia de la pareja más abiertas y flexibles. Si se le suma a todo ello que la música la aporta Quincy Jones, ni más ni menos, la cuestión se pone aún mucho más imprescindible.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de enero de 2013
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo que fue. Se le nota el tiempo en todo, así es la vida. Se deja ver.

En mi caso la vi por haber visto una película argentina reciente que aborda el mismo tema. Como ya estaba "preparado" digamos que poco me asombró.

La hipocresía burguesa acerca de las relaciones genitales humanas y la serie de mitos creados alrededor de ellas apenas si son esbozadas.

Después de todo una película no tiene porqué ser un tratado de antropología.

Todo irá cambiando, no sé si despaciosa y armoniosamente pero todo irá cambiando, nadie será propiedad de nadie y los intercambios ya no serán transgresiones y quizás así despierten menos morbo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
PepePalermo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow