El imperio de las hormigas

Cojamos a un grupo de personajes ridículos 'soltados' ante la cámara apòstaría que sin ningún papel estudiado, en plan: "a ver qué se os va ocurriendo decir". Añadamos situaciones estúpidos: "el río, ¡se bifurca en dos... qué hacemos ahhhh!", "nosotros nos vamos mejor por aquí (matrimonio de ancianos en el bosque separándose del grupo), "¡huyamos!"... y se van hacia un campo de tupido maíz, claro)...
El resultado es en sí una parodia no pretendida de pelis de bichos gigantes, una 'Scary bichos Movie' que vista con amigos es para troncharse de lo mal hecha que está y de los 'diálogos'.
Decir que tiene efectos especiales es echarla un superpiropazo imposible: o bien salen tomas normales de hormigas (así, sin más, que podrían valer para documentales o grabarlas nosotros mismos en el jardín) y, si hay que enfrentarlas a los 'actores', movimientos de cámara tan expresamente exagerados-mareantes para que no se note que lo que llegamos a intuir son trapos negros con antenas de lana. Patético. Mala. Muy mala.
Y eso que la introducción es interesante...

El amigo Bert I. Gordon se despedía de las películas de bichos gigantes con este film serie B (como todos en su floja filmografía) de los setenta, en plena ebullición del género de animales asesinos. El mismo había firmado un año antes, probablemente su film más recordado, “El alimento de los dioses” (1976).En este caso se trata de hormigas, que debidas a un problema con unos residuos nucleares…pues eso que en vez de morirse que seria lo normal, como en cualquier film que se precie de Bertie, se hacen grandes…muy grandes.
El problema es que tenía tan poca pasta, que el resultado se resiente desde el guión hasta el montaje pasando por unos cutres efectos especiales…sobrepone planos de hormigas reales y actores, con el fin de aumentar el efecto de gigantismo, pero con malos resultados, aunque en algún momento a pesar de todo, tiene alguna escena apreciable, como es la hilera de hormigas dirigiéndose por el muelle hacia el yate, mientras horrorizados, la tripulación lo observa desde la playa…. probablemente lo mejor de la película. Eso y que no se limita a muertes a diestro y siniestro sino que introduce la curiosa idea de que son capaces de dominar al ser humano, para su beneficio propio, con las feromonas. Muy lejos, lejísimos, de otra película relacionada con estos insectos, como es la joya del género, “Sucesos en la IV fase” de Saul Bass (1974).
Del director pues ya sabemos a que se dedicaba por entonces…acabo con alguna comedia su carrera y debuto allá por el año 1955 con "King Dinosaur", cuando este tipo de cine estaba en pleno apogeo, lastima que en su debut empleó el todo vale… y el film es horrible, se mire por donde se mire.Del plantel destacable la presencia de Joan Collins , más tarde muy famosa por la serie “Dinastía” (1985), pero horrible en su actuación en este film, y Robert Lansing, el único del film con una filmografía destacable, protagonizo un sin fin de episodios en multitud de series para la televisión y entre otros films para la gran pantalla realizo la apreciable “Nido de águilas” (Delbert Mann, 1963). Del resto del elenco, nada destacable, todos televisivos en alguna serie que otra y malas interpretaciones en este trabajo…tal vez el guión no ayudaba mucho. No esta mal la banda sonora ( Dana Kaproff) aunque en muchos casos recuerde a la archiconocida “Tiburón” de John Williams.
Para amantes de este subgénero de animal asesino y poco más.

Estaba yo en el sofá, después de comer y dispuesta a dormir la siesta cuando empieza la peli. Bueno (pensé), no está mal, una cutrepeli para que me acompañe esta media hora de sueñito. Cerré los ojos e iba siguiendo el guión mientras me adormecía. De vez en cuando me echaba unas risas por lo cutre de los dialogos (abría un ojo cuando no hablaba nadie y veía hormigas retozando entre residuos radiactivos), más risas y me quedo dormida.

¡¡¡Me despierto con unos gritos estridentes y un sonido desagradable!!! Veo hormigas gigantes atacando a gente y lanzándoles una humareda de "feromonas" para dominarlos como si fuesen obreras... (hay mare mía...) El sonido, como de chirrido, eran las hormigas, ya lo había escuchado en sueños y pensaba que era un despertador...

Otia, qué mala es la peli (pienso) pero de tan mala la veo hasta el final (quedaban unos 15 minutos). Final explosivo y huída entre risas, lloros y abrazos... Ni en eso es original...

Bueno, al menos me eché unas risas, y cuando las hormigas trepan por el cielo en esa composición digna de montaje para colgar en YouTube... eso no tiene precio! jajaja!

Un día de verano sentado en el sofa de casa con mi hermana estamos cambiando de canales y de repente vemos unas hormigas gigantes en una película un poco extraña hasta que pocos minutos después pudimos comprobar que se trataba de una película de terror o quizás de risa.

El terror de estos años se caracterizaba de monstruos gigantes, sangre y más sangre pero aquí todo esto produce risa y el único interés que me despertó fue ver como se pudo hacer algo tan malo y que al director de le pasara de alto ver algo tan tan malo.

Es cierto que es un tipo diferente de terror, cine B hecho con poco presupuesto y actores principiantes pero el resultado es un tipo de cine bastante gracioso.

Sabiendo de antemano que nos disponemos a presenciar un desastre cinematográfico, interpretativo y de todo orden, es posible que os pase como a mí, que gustándome como me gustan las películas super-cutres (cuanto más hiper-cutres, mejor), lo que espero de ellas es, "simplemente", partirme de la risa.
Con esta película lo más probable es que acabéis retorcidos de risa en las escenas supuestamente más terroríficas.
Especialmente recomendada para verse en estado lejano a la sobriedad y en compañía de los amigotes.