Industrial Symphony No. 1 (TV)

En este televisivo film realizado por David Lynch se narra lo siguiente: Una mujer (Laura Dern) está hablando por teléfono con un hombre (Nicholas Cage) que decide dejar su relación amorosa con ella. Entonces, por lo que se entiende (¡En efecto! Se puede entender), en su cabeza se suceden una cierta cantidad de pensamientos/sueños en forma de concierto, en la que una cantante (Julee Cruise) siguiendo una serie de coreografías en las que se incluyen algún que otro vuelo por el escenario, o incluso la aparición estelar del enano de Twin Peaks, canta temas sobre el desamor que siente ahora la chica del teléfono. Desgraciadamente eso es todo, esa breve sinopsis cuenta toda la película, no tiene más. Indutrial Symphony No.1 es como mucho un film curioso que puede resultar interesante de ver para comprobar como se mueve Lynch por otro género, como el de este semi-musical, que no sea el frenético suspense surrealista que se encuentra en la mayor parte de sus películas. A pesar de ello se queda corto y no ofrece prácticamente nada, dejando Industrial Symphony en una mera y, menos mal, breve, curiosidad.

David Lynch se embarca en una aventura de 50 minutos en la que prueba un género nuevo para él, y seguramente agradeció tener la oportunidad de hacer algo tan distinto al resto de su filmografía. Pero el experimento es fallido. El relato es tan simple como esto: a una chica le deja el novio y aparecen una serie de actuaciones musicales a modo de monólogo interior de la chica. Hasta ahí, nada que sorprenda, pero la idea podría haber dado más de sí si se hubieran hecho las cosas de distinto modo; concretamente, de un modo diametralmente opuesto a cómo se hicieron en Industrial Symphony Nº 1.

En primer lugar, no se puede hacer un buen musical con mala música, y esa es la primera piedra en la que tropieza el film. Se confunde melancolía con pesadez y las canciones se hacen muy repetitivas. Las letras no son mejores en absoluto: no transmiten nada, no sorprenden en ningún momento, no ofrecen más que tópicos cursilones y azucarados y, lo peor de todo, no dan profundidad emocional al personaje, que se supone que de eso trata la película.

La puesta en escena no me parece tampoco inspirada. Apenas hay en el film un par de imágenes sugerentes y simbolismos con calado. Lynch pierde su chispa entre tanto cable, tanto foco, tanta niebla y tanto movimiento de maniquí.

Todo esto hace de Industrial Symphony Nº 1, muy probablemente, el peor film de Lynch. Un mediometraje que no se toma en serio a sí mismo.

Como dicen las dos críticas anteriores ‘Industrial Symphony No. 1’ muestra los sueños de una chica después de que su novio la deje rompiéndole el corazón. Lo que se ve a continuación son precisamente una especie de parodias de las típicas canciones de desamor, por eso mismo no tiene sentido quejarse de que es una película simplona o que no es profunda; claro que no es profunda, es que la inmensa mayoría de canciones y temáticas en las que se inspira esta película no cuentan nada más que los lugares comunes con los que sólo alguien al que hayan dejado hace tres días siente que la canción está describiendo lo que siente, que todo es frío como una roca, que estás tan cerca pero te siento tan lejos, que el sol ya no brilla igual desde que tú no estás, o el título de mi crítica.

Por eso mismo creo que cumple, porque consigue recrear todos esos hits de los 80 y 90 añadiéndoles un toque de ensoñación, una buena escenografía y haciendo que uno disfrute precisamente de todos esos cables, bailarinas y demás. Es decir, si uno consigue apreciar esa falsedad es cuando disfruta esta película, pero si uno espera que le transmitan algo con estas cancioncitas porque sí se toma demasiado en serio entonces mal vamos.