The Decline of Western Civilization Part II: The Metal Years

Fascinante bajada a los infiernos del mundo del rock and roll de Los Angeles de los legendarios años 80. En la época del spandex, el rimmel, las melenas crispadas y el boom que el hard rock vivió en los primeros años de la década, Penelope Spheeris se atreve a destripar ese, en aparente, mundo de contínuas juergas, sexo y diversión para entrar de lleno en la decadecia, el duro ascenso al estrellato y la eterna plaga del alcohol y las drogas, indisolubles del mundo del show bussiness.
Ozzy, Mötley Crüe, Kiss, Motörhead, WASP, Aerosmith, Poison, Alice Cooper desfilan por el film. Nada que objetar, en el plano musical, para todos quienes amamos el sonido de todas estas bandas. Pero también aparecen muchos otros músicos, ninguno de los cuales pasó de ser un segundón... o ni tan siquiera eso. Y esa serie de aspirantes a rockstars, los fracasados, son los más patéticos. Porque en el momento de rodar la película todos deseaban comerse el mundo, tenían aspiraciones, tenían sueños, como individuos que, en su arrogancia, decían querer ser como Paul Stanley o Nikki Sixx. Pero visto el film con la perspectiva que la pátina del tiempo concede a todo, todos han quedado en soñadores frustrados que se han quedado por el camino a causa, precisamente, de esos sueños rotos a los que muchos de ellos quedaron abocados.
En resumen: mucha buena música, sorprendentes declaraciones de los entrevistados (la escena de Chris Holmes borracho en la piscina, junto a su madre, es tan denigrante como fascinante), y un documento esencial para conocer más a fondo la movida metalera americana de tan importante escena musical.