Lan Yu

Parece mentira como se ha podido sacar una película que ofrece interés de una historia tan simple y corriente. Sin duda la elaboración de un buen guión puede producir un efecto positivo sobre lo que se va rodando. Pero es que además aquí hay un director que cuida hasta el más mínimo detalle de planificación y montaje para ofrecernos un estilo, que basándose en esa historia tan conocida y melodramática, sea cinematográficamente interesante. Los planos son cortos, cuando el director sabe que lo puede hacer, y las elipsis, tan importantes en el lenguaje del cine, son simples pero bien incluidas, de manera que el espectador no necesita más para situarse. Cuando una escena lo requiere, el director vuelve a la narración clásica y el espectador entra en el argumento como siempre está acostumbrado a hacerlo cuando ve cine. Después está la interpretación de los protagonistas principales y de los secundarios, que siendo tan sencilla y natural consiguen darle a la trama todo el interés, o al menos más interés que si ellos fueran estrellas de la pantalla. Por otra parte es interesante ver como en China se vive una vida tan occidentalizada, como si la historia ocurriera en Europa o Norteamérica, y es muy curioso el recuerdo que los protagonistas le dedican a Mao. La música está en su justa medida, salvo el videoclip final, que no me viene a cuento, a no ser que se quiera remarcar el melodrama o vender la canción o el cantante. En fin, si piensan verla no se hagan muchas ilusiones y de esa manera a lo mejor les gusta más.