La familia IngallsSerie
1974
Blanche Hanalis (Creador), William F. Claxton ...
6.297
Serie de TV. Western. Drama
Serie de TV (1974-1983). 208 episodios. Basada en las novelas infantiles de Laura Ingalls Wilder, fue una popular serie de televisión de los años setenta que narraba las aventuras y desventuras de los Ingalls, una ejemplar, bondadosa y cristiana familia establecida en un pueblo fronterizo del Oeste americano hacia 1870. En Hispanoamérica la serie se llamó "La familia Ingalls". (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2007
34 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una serie con muchos valores positivos. Un canto a la amistad, a la familia, al esfuerzo para conseguir lo que realmente queremos. Es una serie realmente grata, que te deja un buen recuerdo. Michael Landon, excelente actor y director, acertó con una serie muy entretenida y cálida. Su personaje (Charles Ingalls) es el alma de la serie, bien secundado por actores como Karen Grassle, Melissa Gilbert o Victor French, entre otros. Serie familiar, muy recomendable
28 de marzo de 2006
31 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la argentina se conoció como La Familia Ingalls y fue y es un éxito. ¿Por qué? Porque aunque los años transcurran, los valores familiares, los afectos, la ternura, los hijos y el esfuerzo diario por sobrevivir y VIVIR son eternos. I
Una serie para sentir que todavía vale la pena luchar por ser mejor.Michael Landon, extraordinario y un reparto de estrellas que no desmerecen un ápice a su lado.
Por otra parte es maravilloso que la mayoria de los capítulos cuenten historias que empiezan terminan en el día. Los personajes crecen y - como la he visto otras veces - tiene un final alucinante con los personajes ya mayores y enfrentados a un mundo donde lo único que los sostiene son los valores inculcados por la familia.
Una serie para sentir que todavía vale la pena luchar por ser mejor.Michael Landon, extraordinario y un reparto de estrellas que no desmerecen un ápice a su lado.
Por otra parte es maravilloso que la mayoria de los capítulos cuenten historias que empiezan terminan en el día. Los personajes crecen y - como la he visto otras veces - tiene un final alucinante con los personajes ya mayores y enfrentados a un mundo donde lo único que los sostiene son los valores inculcados por la familia.
23 de octubre de 2018
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los aficionados al cine, que a la vez somos atrevidos y nos arriesgamos a hacer críticas; en ocasiones las escribimos desde nuestra parte emocional.
Este es el caso de LA CASA DE LA PRADERA, a la que dediqué tantas horas de domingo durante mi infancia. Una serie que nos reunía a todos después de la comida en torno a la familia Ingals... ¡¡Que recuerdos tan bonitos, y cuantos años han pasado!!
La nostalgia es un elixir que en ocasiones produce un viaje amargo, o delicioso, según se haya deslizado la vida en el tiempo.
Nunca podré votarla objetivamente, por eso mi puntuación la entrego desde la indulgencia hacia unos personajes y unas vivencias, a los que treinta años después sigo viendo con esa dulzura benevolente de los ojos de aquel niño.
Este es el caso de LA CASA DE LA PRADERA, a la que dediqué tantas horas de domingo durante mi infancia. Una serie que nos reunía a todos después de la comida en torno a la familia Ingals... ¡¡Que recuerdos tan bonitos, y cuantos años han pasado!!
La nostalgia es un elixir que en ocasiones produce un viaje amargo, o delicioso, según se haya deslizado la vida en el tiempo.
Nunca podré votarla objetivamente, por eso mi puntuación la entrego desde la indulgencia hacia unos personajes y unas vivencias, a los que treinta años después sigo viendo con esa dulzura benevolente de los ojos de aquel niño.
8 de junio de 2011
22 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
...Porque, es cierto, a veces lo lacrimógeno era ya excesivo o me lo parecía, y algunos personajes me resultaban caricaturescos... Pero ocurre que en el mundo actual nada que no tenga violencia a raudales o personajes superpoderosos parece tener validez, y antes que con vampiros carilindos y medio putazos, invasores extraterrestres monstruosos y agobiantes o increíbles aventureros de lo paranormal, me quedo con esta serie que al menos resaltaba valores de los que nuestro mundo actual está urgentemente necesitado. ¿Que la serie es exagerada? ¡No jodamos! ¿Más exagerada que "Supernatural"? No, y sus personajes me resultan más interesantes y más queribles. ¿Que si es mi serie favorita? No. Lo fue siendo chico, luego me resultó cansadora y hoy la revalorizo, eso es todo. Pero no es poco.
19 de septiembre de 2008
20 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para comprender tanto drama, bacatazos que da la vida, apuros sin fin, bondad infinita y esperanza a espuertas, hay que empezar por conocer a Michael Landon, fallecido con 54 años tras pasar por el trago de una enfermedad sin remedio.
Michael Landon, con 20 años, después de trabajar en varias series, llegó a Bonanza y alcanzó el éxito. Ahí llegó incluso a redactar guiones. Bonanza trataba de una familia en la que los valores humanos primaban sobre lo demás y a Landon le iba aquello con pleno convencimiento.
Cuando la serie llegó a su fin, no tardó nada en crear la familia Ingalls y ponerse a la cabeza del reparto. Fue el padre maravilloso, amante fiel, vecino valioso, trabajador honrado e incansable, en definitiva: pionero del ser humano modelo.
Con tanta ejemplaridad que hay que saber valorar y reconocer, no queda más remedio que ponerla pasable como poco, por el ahínco en mostrar tanta valentía, en querer enseñarnos a no rendirse jamás ante la adversidad.
De hecho, a continuación se llevó a su amigo Víctor French, mientras los demás siguieron con su carrera (Melissa Gilbert tuvo su época de éxito), y con la idea de subir el escalafón de la representación del bien en las pantallas, se puso hacer Autopista hacia el cielo, serie en la que ya no conforme con ser un hombre bendito, interpreta a un ángel que acompaña a su amigo durante cientos de casos igual de enternecedores que los de antes.
Para cierto público que sabe apreciar este tipo de producciones y que, sin duda, es admirable.
Michael Landon, con 20 años, después de trabajar en varias series, llegó a Bonanza y alcanzó el éxito. Ahí llegó incluso a redactar guiones. Bonanza trataba de una familia en la que los valores humanos primaban sobre lo demás y a Landon le iba aquello con pleno convencimiento.
Cuando la serie llegó a su fin, no tardó nada en crear la familia Ingalls y ponerse a la cabeza del reparto. Fue el padre maravilloso, amante fiel, vecino valioso, trabajador honrado e incansable, en definitiva: pionero del ser humano modelo.
Con tanta ejemplaridad que hay que saber valorar y reconocer, no queda más remedio que ponerla pasable como poco, por el ahínco en mostrar tanta valentía, en querer enseñarnos a no rendirse jamás ante la adversidad.
De hecho, a continuación se llevó a su amigo Víctor French, mientras los demás siguieron con su carrera (Melissa Gilbert tuvo su época de éxito), y con la idea de subir el escalafón de la representación del bien en las pantallas, se puso hacer Autopista hacia el cielo, serie en la que ya no conforme con ser un hombre bendito, interpreta a un ángel que acompaña a su amigo durante cientos de casos igual de enternecedores que los de antes.
Para cierto público que sabe apreciar este tipo de producciones y que, sin duda, es admirable.
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