No lo dejes escapar

En la línea de lo que se esperaba de C. Bow durante los años veinte, la actriz de Brookliyn asume su papel de mujer fatal con absoluta naturalidad convencida de que sabe lo que tiene que hacer y sabe cómo hacerlo.

Pero la película posee otros registros valiosos.
Se trata de un largometraje muy correcto, divertido y dirigido con solvencia por D. Arzner que le imprime un ritmo narrativo irreprochable y proporciona al espectador la oportunidad de disfrutar de cine mudo de excelente calidad.

El film es de obligado visionado y no sólo por la presencia en pantalla de su pícara protagonista.