Almas gemelas

Sabía que estaba inspirada en '1984' (libro), pero esperaba que se centre en los sentimientos, en los buenos setimientos, los que nos hacen más queribles como humanos, la verdad que el mundo es tan distópico, que necesitaba sentir esperanzas. Fue mejor de lo que esperaba, lloré mucho, pero me encantó la valentía y abnegación de los personajes, sentí que fue brillante la eleccion de los actores. No es una pelicula para la gente que quiere que las peliculas tengan un ritmo frenetico, el montaje es más lento que el tipico film estadounidense y es completamente adecuado, no esta dirigida al jugador del pokemon go, sino para los que sufrimos la realidad, ayuda a tener esperanzas. La amé de principio a fin.

El director Drake Doremus nos trae aquí una película para digerir de forma lenta y sin apuro, un drama distopico pero que se puede tomar como una metáfora de estos tiempos. Visualmente hermosa y con una paleta de colores fríos que van bien con el futuro sin emociones que se nos plantea, acompañado con una buena banda sonora, tenemos una historia de amor, pero mas que nada, es un relato sobre ir descubriendo sensaciones y sentimientos.
No es una película para todo el mundo, pero en estos tiempos que corren, plagados de superheroes y remakes, hay que agradecer que sigan haciendo ideas originales. Doremus tiene mucho futuro como director.

Esta semana he tenido la ocasión de ver dos películas de ciencia ficción. Una es Equals y la otra "La llegada" recien estrenada en los cines.

Bien, mis conclusiones son claras. Los críticos o están untados o no se explica las notas y las impresiones de la segunda película en cuestión. "La llegada" es un rollazo de dimensiones galácticas donde el único objetivo es que una científica con dotes casi sobrenaturales interprete el lenguaje marciano. Vamos, una de esas películas con argumento americano que tanto gusta por esos lugares.

Equals, no nos engañemos, no es una gran película de ciencia ficción. Pero tiene muchos detalles y unas actuaciones que la convierten, a mi forma de ver, en una joyita que siempre estaré en mi lista de películas a tener en cuenta cuando hablamos de ciencia ficción.

Grandes actuaciones para una historia que no es fácil de representar. Un futuro distópico (menuda palabreja) que me creo y que espero no tener que vivir. Un objetivo, eliminar los sentimientos, que ya hoy en día es una realidad.

Lo dicho. La crítica siempre se equivoda dos o tres veces.

El mundo que habitan Silas (Nicholas Hoult) y Nia (Kristen Stewart) es muy diferente al que hoy conocemos. Tras la Gran Guerra, la humanidad ha quedado dividida en dos facciones: Península, habitada por deficientes, y Colectivo, donde viven los protagonistas ajenos a todo resquicio sentimental.

Drake Doramus presenta un universo emplazado en un futuro donde la humanidad se ha visto desprovista de los sentimientos que vehiculan sus otros trabajos, como Pasión inocente (2013) o Como locos (2011). Partiendo de la concepción de las pasiones como una deficiencia del ser humano, el Colectivo patologiza toda manifestación de emociones considerándolas síntomas de una enfermedad denominada SOS (Síndrome Obsesivo Sentimental) que ha de ser urgentemente erradicada y que reina en la Península.

Pero, ¿y si quienes padecen dichos síntomas no quieren suprimir su capacidad de sentir? En una sociedad donde el contacto físico y la demostración de afecto son conductas ilegales, Silas y Nia encuentran en su incipiente relación una oportunidad de fuga de su rutinaria vida como engranajes del sistema al que se descubren sometidos. ¿Qué es el ser humano desprovisto sentimientos? ¿Simplemente Ser? Equals plantea a los individuos del Colectivo como piezas de una maquinaria donde no está permitido el libre albedrío y cuya obsolescencia programada coincide con la fecha de sus muertes. Vivir por y para el sistema siguiendo un calendario de tareas que impiden pensar en otra cosa que no sean asuntos laborales fuera del propio lugar de trabajo.

Haciendo un interesante uso del color, donde predominan los tonos blancos, azules y grises vinculados a mundos futuristas, se introduce el nacimiento de sentimientos a través de la incorporación de rojos a la paleta de color. Donde la fotografía fría es protagonista, la calidez se abre paso para representar visualmente la evolución de las emociones de Silas y Nia, creando una atractiva dualidad que divide la pantalla gracias a los tintes, además de la construcción de encuadres en base a la geometría de los diferentes espacios. A todo ello se suma el empleo de planos detalle y primerísimos primeros planos que buscan exaltar lo que experimentan los personajes, recreando la cercanía y el afecto que sienten hacia el otro.

Equals es un filme sobre las pasiones del ser humano y la importancia que tienen para definirlo como tal. Una metáfora sobre la influencia de la tecnología en nuestras vidas, capaz de borrar nuestra necesidad de sentir y convertirnos en una máquina más que actúa sin pensar. Una defensa de los sentimientos como fortaleza frente a la frialdad tecnológica.

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Tengo que disentir rotundamente con el vapuleo de la crítica a esta película. Que no va a ser la película del año, sí. Que no va a ser referente del género, sí. Que es una mala película, no.

Equals viene a dar una lección de cine donde todas las películas contemporáneas del género flaquean. Y es que hoy en día parece que la ciencia ficción se corta por el patrón de un argumento plano e insustancial, pero eso sí, con efectos especiales de escándalo para quedarte clavado en la butaca. Mira pues no, la gente va al cine porque le gusta que le cuenten historias. Y es que el buen cine está precisamente para eso, para que pensemos y sintamos, para que salgamos de la sala sobrecogidos y sintiéndonos un poco más vivos. Equals en este frente atiza a sus competencia donde más le duele, pues viene a demostrar que para hacer cine sólo se necesita una historia que toque el corazón y buenos actores para saber transmitirla.

En el apartado técnico la película cumple. La fotografía sin ser espléndida alcanza su objetivo, la banda sonora acompaña. En las actuaciones sin ser un gran fan de Kristen Stewart creo que es uno de sus mejores trabajos, el coprotagonista y el elenco restante también convence.

En definitiva, buen film para disfrutar sin prejuicios.