Casa propia

Una historia parca e íntima, que escenifica los últimos día en la vida de un adulto, antes de tener su casa propia. No estamos hablando de título de propiedad, si no, de un lugar que sea propio, para vivir uno bajo las propias reglas, y desarrollarse como persona.

La película nos ilustra la falta de esa independencia; los traspiés de la vida adulta para un sujeto que, a sus 30ylargos, nunca ha vivido solo; y que por lo tanto, desconoce como esto lo afecta en su relación con los demás. Un sujeto que avanza equivocado, enojándose con su entorno, refunfuñando y masticando hiel. Que además carga con algunas mochilas, y por eso se arrastra a desgano. Con algunas escenas inteligentes, entendemos el hastío que sufre, pero también, el hastío que provoca. Son escenas para masticar, desde ya, incómodas y frías, como ese ojo gigante que nos espía desde una ventana blanca, en el afiche. Aca no hay escenografías de colores ni gran juego de luces. Es gente a cara limpia, enojada, incomodándose entre sí, y además, equivocada. Esto es cine real, de carácter adusto.

Una película intimista, y muy pero muy certera. Un relato realista y bien adulto, que enfrenta el desafío de presentarnos una vida deslucida, cargada de amargura, y un conflicto escuirridizo al ojo desatento, pero transcendental en la vida de toda persona. Sale adelante con una puesta minimalista, un ritmo, dentro de todo ágil, y una actuación impresionante. Ese protagonista, encorvado y fiero, desencajado y tieso, se lastima ante nuestros ojos, y termina teniendo una revelación junto a nosotros.

Esta película empieza con unos pibes tomando fernet en la calle. Como si fuera una continuación de De caravana, la anterior película del mismo autor. Sin embargo, al fernet que nos hace tomar en ésta, le ha sacado la gaseosa, y no tiene espuma ni burbujas. Solo un terrible amargor.