Funny Ha Ha

Agradable, bella e interesante protagonista de unos 23 años, omnipresente, que busca ubicarse en la vida. Hace pensar en cierto modo en el cine de Woody Allen, de John Cassavetes o Eric Rohmer. Cine independiente, es decir, de bajo presupuesto, naturalista, rodado en 16 mm. y con un elenco no profesional, de la ciudad de Boston, todos en sus 20 años y blancos, entre los cuales se encuentra el director. Supuestamente han terminado sus estudios universitarios y se han independizado de sus padres. En esta situación, alejados del resto del contexto social, pasan el verano y buscan un rumbo para sus vidas. Son extremadamente tiernos, inseguros, solitarios, aunque se reúnen y hablan ...... prácticamente de nada. Película de adolescentes, por adolescentes y para adolescentes, sin una historia para narrar, la historia se desarrolla delante del espectador, es la historia de los intentios de comunicación intersubjetiva. Absolutamente distinta del cine industrial, interesante para algunos que se identifican o se reconocen, insoportable para otros.

Y hete aquí que existe una película indie americana en la que ni todo el monte es orégano ni el oro reluce y tal. Ya lo dice el título: ¿divertido? Ja. Y no se refiere a la calidad humorística o no de la película, sino a que no es nada divertente acabar los estudios, dejar la universidad y empezar (o acabar) con un trabajo basura o temporal. Eso le pasa a la protagonista de la película, y también a todos los secundarios yanquis que, por una vez, no parecen sacados de una fábrica de danones ni de pret- a-porter, o como se diga y escriba. Me creo a estos hijos americanos. La protagonista es majilla, pero nada comparado con esas natillas tipo Katie Holmes, a la cual recuerda, por cierto. La prima lejana y de Nebraska, sería. Y si a eso añadimos que los asuntos amorosos no le sale a casi ninguno de los chicos y chicas de la película, y si les salen no se olvidan de sus antiguos amores… (spoiler)

Me creo la película, me creo que uno de esos chicos, gafas redondas de intelectual y granos por toda la cara, intente sin éxito iniciar una relación con la protagonista, relación que no va más allá de una partida de ajedrez (y porque es uno de los propósitos de ella de cara a su nueva vida). Me creo muchas cosas que veo en Funny ha ha. Me creo que casi no haya banda sonora, porque de canciones estúpidas, vacías y carentes de significado vivimos desgraciadamente en series para hijas de mamá. Me creo que con dos duros haya gente que pueda hacer películas más que decentes en territorio USA. Me creo que no todo en la vida es de color de rosa, aunque ese color del cual está hecho la vida de todos ellos lo llevan al menos con dignidad. Me creo los rechazos que se llevan algunos de los chicos en la película. Y sí, podéis creerlo, en una película de veinteañeros en tiempos como los de hoy brillan por su ausencia tetas y culos, escenas de cama y post cama. Que podría haberlos y muy gratuitamente. Sí, amigos, otro cine es posible. Afortunadamente lo es.

Tras algunos tropiezos y cabreos con algunas cintas embriagas por el «estilo Sundance», un estilo que dejó de ser interesante, cuando decenas de películas clones son estrenan cada año y pocas son salvadas de la quema, decidí buscar cine independiente actual que tuviera la esencia que otrora tuvo: bajo presupuesto; que su BSO no sea un catálogo de grupos “indies”; con historias sencillas, realistas y creíbles; con unos personajes que no aprovechen la mínima oportunidad para demostrar sus enormes conocimientos intelectualoides y a ser posible que no hagan de su Síndrome Peter Pan o su inmadurez emocional la bandera en la que gira la trama. Y sin bokeh, odio el bokeh.

Y lo encontré. Hace tiempo escuché hablar de un subgénero que estaba teniendo algunos adeptos dentro del circuito independiente estadounidense: El Mumblecore. Genero bautizado por el técnico de sonido de la película que nos ocupa, al ver como los actores (no profesionales, por supuesto) más que hablar, murmuraban (Mumble) sus diálogos. Así que en los últimos días he estado viendo algunas películas que se suscriben a este movimiento (Your’s Sister Sister, HumpDay o Buscando un beso a medianoche) hasta llegar a la película que lo inició todo: Funny Ha Ha de Andrew Bujalski.

La película se centra en Marnie y en su grupo de amigos, todos jóvenes, que viven en Boston, y recién licenciados en la universidad, buscan su plaza en el mercado laboral a través de breves y frustrantes trabajos temporales. Esta época, a menudo olvidada en el cine, supone una de las crisis personales más brutales que podemos afrontar, porque rara vez se nos prepara para ello. Por supuesto sus relaciones amorosas no son cuadriculadas, ni estereotipadas; los personajes sufren y luchan por seguir encontrando pareja, sin caer ni en el sentimentalismo ñoño, ni en el dolor infrahumano.

Y ya está. Eso es lo que ocurre. Al fin y al cabo es un retrato realista de un momento de las vidas de estas personas. En sus vidas, como en las nuestras, no ocurren grandes eventos que nos cambian para siempre, sino que vamos madurando y adaptándonos a la realidad cotidiana. La película fue grabada en 16 mm, con actores no profesionales (entre ellos el mismo director) y con un sonido deficiente (este es su mayor defecto técnico). Podríamos llamarla de alguna forma una película amateur, aunque esto podría inducir a engaños por las connotaciones de esta palabra. Pero no se engañe, la dirección es buena, si tenemos en cuenta los medios que disponían, unido además a que la historia no necesita florituras técnicas para ser contada. El guión es realista, creíble e ingenioso, reflejando unos personajes complejos, con diversas aristas, pero siendo en todo momento verosímiles y cercanos. Esta proximidad hace que los actores que encarnan esta película, no desentonen en los papeles que interpretan y su condición de no profesionales, no es un hándicap que distorsiona la película. Además es de agradecer que el casting sea una muestra de gente normal, ni guapos, ni feos, ni altos ni bajos, este tipo de gente común y ordinaria que carece de lugar en la industria de Hollywood.

En definitiva, esta obra grabada en 2002 y estrenada en 3 cines de EEUU en 2005, que fue por el contrario un éxito de crítica, y lo que es más importante, precursora de una forma de hacer cine, que parecía que había desaparecido, una forma donde se premia el fondo a la forma, donde el amor a este arte de contar historias no se tiene nada que ver con el presupuesto que se tenga.

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