Llego Sartana... la sombra de tu muerte

Da lo que ofrece a quien le guste el 'spaguetti western' aunque no haya ninguna profundidad en la historia y quienes conocen bien el subgénero lo consideren un filme muy inferior a la mayoría.

De hecho, da igual que aunque la premisa principal sea acabar con los hermanos Randall, antes Sartana se pierda por ahí desfaciendo distintos entuertos, como vengarse del sheriff corrupto que lo denunció o rescatar a una muchacha (Simonetta Vitelli) interpretada por la hija del director, que también tiene un pequeño papel como alcalde del pueblo.

Y es que apenas hay diálogos o relaciones entre los personajes, pero nunca se pretendió. Porque la preponderancia y el poder de la imagen en que la peli se sustenta, y vaya si lo hace bien, es puro cine. Todos los duelos, enfrentamientos y peleas están fenomenalmente rodados, pese a esa sequedad y aparente desmañamiento de la planificación que choca cuando uno está acostumbrado a westerns más académicos. Al igual que la preferencia por los planos cerrados frente a los abiertos. o por los desmontes desolados del Lazio frente a los paisajes de grandes extensiones del western clásico. Porque todo eso también es un estilo.

Y es que las perspectivas vitales (y morales) del universo del 'spaguetti' ya no son aquellas de la Edad de Oro: amplias y esperanzadas, en las que predominaban valores como el bien. o la honestidad. Sino feas y mezquinas, cerradas y mucho más ásperas. Incluso crueles.

Y el héroe por bondadoso que sea -nada como la faz admirativa del negrito al que le pide que cuide de su caballo, cuando comprende quién es- no tendrá paz ni asiento y será siempre un antihéroe.

Simple, directa, pasajera, previsible, típica, cutre, lamentable, encantadora, simplista, certera, eficaz y ajustada producción italiana en forma del tradicional Spaghetti Western, en el que un famoso pistolero sobre el que hay una recompensa, recibe la oferta de un pueblo que está atormentado por unos peligrosos delincuentes.
La película ofrece lo que se espera de ella y no sorprende en absoluto, pero se disfruta por completo si eres fan del Spaghetti Western. Estoy seguro y convencido de que se trata de una de las películas que harían feliz a Quentin Tarantino en sus ratos de infancia.
No esperes ver grandes interpretaciones, ni una gran calidad técnica, pero disfruta del paseo que se marca el protagonista impartiendo su justicia particular. Enorme Sartana!