La hija de D'Artagnan

Una película de aventuras pero para niños (tontos) porque si no, no se explica lo absurdo de los diálogos que parecen sacados de una clase de parvulitos. Sophie Marceo hace de hija de D'Artagnan y la verdad quitando que está buena poco más podemos añadir. El personaje de Mazzarino es un papel cercano a la caricatura italiana vista por los franceses y los mosqueteros no es que sean viejos es que parece una residencia de ancianos. Dicen que es la peor de Tavernier y aunque no he visto todas me lo creo.
¿En qué pensaría Tavernier para aceptar dirigir esto? Como excusa por lo menos el guión no era suyo, cosa habitual en sus películas. Lo mejor, la música y algún actor secundario como Claude Rich.

Nunca una mujer con espadín se había visto tan hermosa y apasionada como en esta película en la que Sophie Marceau da vida al personaje de Eloise-Adelaide-Jeanne D’Artagnan, hija del famoso mosquetero.

El logro se lo debemos al director Bertrand Tavernier, quien nos presenta una historia de intrigas y enredos en la corte de Luis XIV, el Rey Sol. La ambientación, la fotografía y la música son muy buenas, pero el valor de la película se debe principalmente a las actuaciones de Philippe Noiret, en el papel de D’Artagnan, Gigi Proietti, en el del cardenal Mazarino, y Claude Rich en el del Duque de Crassac.

“La hija de D’Artagnan” puede decepcionar a aquellos que esperan una película de acción, porque más bien se trata de una comedia que recurre a un humor muy negro, en donde se ridiculizan a los íconos de la historia, como el monarca francés y su consejero espiritual, y de la leyenda, como los cuatro (no tres) mosqueteros de la novela de Dumas; resultando así que las estocadas más emocionantes de esta obra no son las corporales, sino las mentales, que hacen que todos los personajes queden mal parados, principalmente los hombres, pues esta cinta tiene un toque, o mejor aún, un “estoque” muy feminista.

Intenté verla tan sólo por la Marceau, que me parece una maravilla (como mujer, no como actríz), pero no pude llegar hasta el final. Los diálogos bordelinos, el insignificante argumento, y la coreografías de verguenza ajena me lo impidieron.
Tan recomendable como acompañar un plato de callos con un cubata de cacaolat con orujo.

Atractiva, interesante, llamativa, directa, desenfadada, dinámica, pasajera, entrañable, dinámica, irregular, modesta, menor, endeble y desaprovechada producción de aventuras Francesa, en la que se presenta la historia de una venganza en la que la hija de D'Artagnan, encarnada por Sophie Marceau, intentará vengarse de los responsables del ataque fatal que ha sufrido la hermana superiora de un convento.
Los responsables de la película apuestan por el tono desenfadado de las películas tradicionales de aventuras, con una trama que permite recuperar y disfrutar de los personajes literarios de Alexandre Dumas.
La película tiene su encanto y consigue resultar interesante, divertida y entretenida, aunque hay diversos tramos en los que se aprecia que es una producción insulsa y menor.
Se puede disfrutar, pero tampoco es para enamorar a los seguidores de las novelas de capa y espada. Esperaba un poco más.

Eso es lo que es esta peli una cacatúa. Me animé a verla porque salía Sophie Marceau, la que entre a cientos eligió Mel Gibson para luchar por su amor en "Braveheart", pero luego que me la tragué con mi sempiterna paciencia me desilusionó completamente. Ya no es por los mosqueteros jubiletas, ni por tener a Sophie haciendo de karateka de los veinte duros para nada, sino por la historia en sí. Personajes patéticos para una patética película, que carece de consistencia y de encanto. La dirección está regular y las luchas no valen un pimiento. "La mujer mosquetero" con Depardieu está mucho mejor que ésta.