Los chacales del desierto

A partir de un argumento escrito por Menahem Golan, y de un guión escrito, entre otros, por un principiante Dario Argento, Armando Crispino dirigió un film bélico de claro mensaje antibelicista un tanto extraño, que trata de mantener cierto equilibrio entre la acción y el espectáculo, por un lado, y la introspección psicológica y la descripción de personajes, por el otro. El desenlace final es verosímil, pero también desconcertante.

Algunos planos, que llevan a la historia al terreno del suspense sórdido, por el énfasis de la iluminación y de los ángulos de la cámara -por ejemplo, aquellos en los que vemos a Lee Van Cleef espiar por una rendija el piso inferior- , así como la música de Nascimbene, que, por el protagonismo de los redobles de tambor, parece salida de una procesión de Semana Santa, singularizan este film y le dan una extraña personalidad, dentro del género bélico. Sin duda, en los años 60 la Segunda Guerra Mundial se puso de moda en el cine. La película de Armando Crispino no está lejos de, por ejemplo, "Doce del patíbulo" (The Dirty Dozen, 1967), de Robert Aldrich.

He visto esta película en una edición en dvd que retitula el film con el título de "Commandos", y que contiene un doblaje en español horrible, inenarrable, que causa vergüenza ajena. De esta manera, da la impresión de estar viendo una película bajo el prisma humorístico e irreverente de un programa de "Muchachada Nuí" o "El informal". La voz prestada al personaje de Lee Van Cleef es la más horrible de todas las voces de este horrible doblaje, lo que añade aún más horror al resultado, ya que Van Cleef es el protagonista, aunque un protagonista que, sorprendentemente, a veces queda en segundo plano, en beneficio de los demás personajes.

Recomiendo encarecidamente a quien lea esto que, si está interesado por este film, lo vea en su versión en inglés, o no se compre el dvd con la carátula que aparece con la ficha de este film, publicada por Filmaffinity.

"Hazañas bélicas" en tono de spaguetti, no en vano es co-producción entre Alemania del Oeste pero con Italia.
Y lo de la parte italiana se nota mucho en las escenas de acción, planas, demasiado alargadas y faltas de mordiente.
Los intérpretes se esfuerzan y la lucha de poder entre los dos mandos que luchan contra los alemanes está bien expuesta, pero el desarrollo de los acontecimientos no tiene fuerza dramática apenas, aunque haya algún feliz diálogo, no continuado, que invita a pensar que podría haber sido mejor de lo que al final llega a ser: un tebeo más o menos distraído tirando a tedioso en algún momento, en mi opinión excesivamente larga para lo que cuenta y que, al menos, y eso es lo mejor, tiene un final más o menos antibelicista que aporta un momento de sensatez, cordura y humanismo a la durísima contienda de la II Guerra Mundial.
Poca cosa en mi opinión, que deja bastante frío.

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Directo, potente, sencillo, sucio, intrigante, oscuro, intenso, violento, emocionante, rompedor, atrevido, emotivo, cruento, increíble y plausible producción de la segunda guerra mundial, que presenta y desarrolla un aparatoso y épico conflicto entre los bandos enfrentados.

Armando Crispino, confecciona un relato bélico complejo, en el que consigue dar forma y sentido a un aparatoso e insólito juego de rivalidades y sospechas, que mantienen la atención y la emoción hasta su plausible y épico desenlace.

Los responsables de la película, van directos al grano y presentan de una forma sencilla y eficaz, las personalidades e intenciones de sus protagonistas.

La experiencias personales de sus protagonistas en el conflicto bélico, hace que cada movimiento y decisión durante la contienda, se convierta en una lección de vida y supervivencia.

Algunas situaciones de la trama y su desarrollo, se pueden antojar forzadas e insostenibles, pero se disfrutan si nos dejamos llevar por su atrevimiento con las dosis de acción y violencia.

Mario Nascimbene, confecciona y ofrece una banda sonora cargante y emocionante, con la que potencia la crueldad del conflicto entre los bandos enfrentados.

La pieza musical recoge el espíritu y la esencia de la película, con un tono misterioso acompañado por un toque jocoso.

Por su temática, banda sonora, estilo visual y por la presencia de algunos intérpretes, como: Lee Van Cleef y Jack Kelly, me atrevo a decir que es una de esas producciones épicas, con las que Quentin Tarantino, pudo llegar a disfrutar en algún momento de su juventud.

Paso esta producción a la lista de pequeñas grandes joyas a recomendar entre mis amistades.

Una bruta y sucia radiografía de los tiempos de la guerra.

Los chacales del desierto, queda como un atrevido y explosivo relato bélico, con espacio para el suspense, la amistad, el honor, la venganza y el aprendizaje.

Una película con poco peso argumental y escaso giro en su desarrollo.
Un comando de soldados italo-americanos es enviado a un punto militar estratégico para tomar un oasis, suceden relaciones entre los soldados de ambos bandos, por las que florecen dudas respecto a sus ordenes.
A partir de ahí comienza la tragedia, todo es muy negativista y el desarrollo de los personajes es de todo menos heroico.
P.D. Me cuesta ver a Lee Van Cleef fuera del Western.