Cuento de Navidad - Películas para no dormir (TV)

“Cuento de Navidad” me parece que es lo mejor de “Películas para no dormir” junto a “La habitación del niño”. Una aportación que muestras sus cartas desde un inicio arrebatador con Loquillo y la Pataky homenajeando y parodiando a las películas de zombis de Fulci. Ese doblaje, esos degradados... Puro revival ochentero. Puro homenaje de mejores tiempos para un género que ha acabado un hoyo y con Hollywood echando más tierra al cadáver.

Vale que los niños sean unos friquis de “V”, “Karate kid”, “El equipo A” y de las pelis de zombis. ¡Pero que lo tengan TODO! Que si el Simon, los walkies chulones y todos los artilugios posibles. Y otros con la pistola de cartón de “V” de la Teleindiscreta… Rezando para que los Reyes Magos cumpliesen con la cartita… Desde luego estos niñatos pijos del Club Megatrix me han caído como el culo. ¡Qué injusta fue mi infancia!

Pese a ser el argumento bastante cutre tiene detalles interesantes como su homenaje a tiempos pasados (y mejores) y la puesta en escena basada en dejar en ‘off’ a los adultos. La banda sonora mediocre. ¿Lo he dicho ya en mis anteriores críticas de “Películas para no dormir”? Pues lo repito: M-E-D-I-O-C-R-E.
Creo que todos los espectadores se solidarizarán con la causa de esa ‘pobre’ ladrona atrapada en el hoyo de “El bosque” y exterminarían a esa panda de impresentables y odiosas criaturas.

Se deja ver con facilidad y sirve de reverso oscuro a “Cuenta conmigo”.
El momento friqui homenaje a “Karate Kid” insuperable.

Entretenida e interesante fábula navideña que me ha hecho pasar un buen rato.
La crueldad infantil y la mezcla de ficción y realidad harán las delicias de todos aquellos a los que les guste la acción, el misterio y lo sobrenatural. Bien dirigido, bien interpretado por chavalillos creíbles y una ambientación ochentera que traerá más de un emocionante recuerdo para los treintañeros.

A destacar los cameos de Elsa Pataki y Loquillo en una delirante película de serie Z, detonante de la acción. La presencia de una Ivana Baquero pre Laberinto del Fauno.


Lo mejor: Los niños, sus argumentos a favor de su comportamiento cruel y su desbordante imaginación. La escena en el parque de atracciones con un momentazo "Karate Kid" delirante.

Lo peor: No entiendo por qué sólo emitieron dos capitulos de esta magnífica serie en televisión. Al menos siempre nos quedarán los DVD.

La infancia ESPAÑOLA de los 80' a la perfección y todo sin dejar de ver la televisión. Las California, los Walkman, V, Karate Kid, la música disco de verbena, el VHS, Los Goonies, los billares...los colegas que nunca volverás a tener ni a vivir con ellos lo que viviste cuando tenias 8 años.
El titulo de "películas para no dormir" engaña en esta cinta en lo que no hay ningún minuto de terror sino rememoración y de las grandes, de esas que te dejan una sonrisa en la cara cada vez que ves un cromo de Kempes, un comic de V o los dos rombos de la TV con "Invasión Zombie".

Película divertida en todos los sentidos, con una historia facilona y nada trascendental, pero que se deja ver muy bien, y que hace justicia a las películas americanas de esta época retratando los 80' españoles mejor que nadie.

Si quieren recordar una infancia como la vivieron, véanla, les alegrará el día.

Siendo como es una “Película para no dormir” debería dar miedo. O angustia. Pero, seamos francos, “Cuento de Navidad” no transmite ni lo uno ni lo otro. Aún así, la peli de Paco Plaza posee atributos -los suficientes al menos- como para lucir orgullosa ese meritorio ‘interesante’ con el que he decidido catalogarla.

Para empezar incidiré en algo que todo cinéfilo sabe de sobras: rodar con niños y animales es harto complicado. Y ésta es una peli protagonizada por una actriz y cinco chavalines de doce años. Cinco chavalines que cumplen. Que se cargan a sus espaldas un arriesgado proyecto que podría haber sido perfectamente un nuevo descalabro del cine de terror patrio.

Pero al margen de esas prometedoras interpretaciones (Ivana Baquero protagonizaría un par de años más tarde “El laberinto del fauno”), “Cuento de Navidad” se ha ganado holgadamente mi más sincero aprecio y respeto porque constituye un espléndido homenaje al cine de terror de serie B, C, D o Z y porque, sobre todo, constituye -a la par- un impagable guiño a todos esos ‘niños’ nacidos entre finales de los sesenta y principios de los setenta. A todos esos ‘niños’ que consideran como suya la década de los ochenta. Como yo.

Así pues, de la mano de una impecable puesta en escena ochentera y de una entrañable galería de referencias de la época (las míticas panther, los posters de “V”, el muñequito de “Érase una vez el cuerpo humano”, las cintas VHS, las cancioncillas de Baccara... ), pude tragarme con todo el gusto y las ganas del mundo una liviana peli (71 minutitos) en la que nadie creo que vaya a indignarse porque la mala acabe dando más pena que ‘yuyu’.

1985, cinco amigos, Koldo (Christian Casas), Moni (Ivana Baquero), Tito (Pau Poch), Peti (Roger Babia) y Eugenio (Daniel Casadellà), encuentran atrapada en un agujero en medio del bosque a una mujer (Maru Valdivieso). Supuestamente ésta es una ladrona llamada Rebeca, por lo que deciden chantajearla para quedarse con su suculento botín. Un perverso juego infantil que se volverá en su contra.

Paco Plaza realiza este retrato nostálgico y entrañable (por lo menos para los que nacimos durante los ochenta) con toques macabros. Cuento de Navidad funciona perfectamente como homenaje a las películas juveniles de aventuras estilo Los Goonies (The Goonies) o Cuenta conmigo (Stand by Me), pero también cuenta con varios guiños a series de la época, entre ellas El equipo A (The A-Team). Aunque el mayor homenaje, y (a mi entender) el mejor, es esa cinta de serie Z con la que están obsesionados los chavales y cuyos protagonistas están interpretados por… Loquillo y Elsa Pataky. Genial.

A la más que loable labor de Plaza hay que sumar unos actores infantiles que cumplen con corrección, aunque en el apartado interpretativo quien destaca es Maru Valdivieso. Puede que entre tanto homenaje y guiño la historia quede un poco eclipsada, además, su devenir (a excepción del excelente clímax final) resulta algo irregular. Ello no quita para que el resultado final sea más que interesante.