Contrición

Esta película del señor Seagal (comparada con las ultimas que ha hecho) no esta nada mal.
Peleas varias. damiselas en peligro y el haciendo de bueno, buenísimo.
Lo que no me ha llegado son los movimientos de la cámara durante las peleas de turno y el relevante papel femenino en la misma.
Por lo demás se deja ver.
Le pondré un pasable(5), para pasar el rato.
Besitos y saludos.

Una de las ultimísimas de Steven Seagal, como que es de finales del 2018, y en la que se reserva el papel principal sin disimulos, no como en otras de los últimos años donde realiza poco más que cameos. Además es el guionista. Dicho esto y con todas las limitaciones de este actor, me parece que lo he visto más en forma que en otros trabajos, de tal forma que no canta demasiado como maestro de Kung Fu la mar de espiritual. Por supuesto, hay peleas con un montaje endiablado para no distinguir nada, cámaras que lo graban de espaldas para que no veamos a su doble y muchas manos agitándose en el vacío que simulan ser golpes lanzados y/o bloqueados.

Dicho esto, la película no es muy mala, dentro de la línea por su temática y filosofía de las de Seagal. Se pasan casi una hora de presentación, con varias escenas gratuitas de relleno para demostrar las increíbles cualidades humanas, intelectuales y éticas de nuestro héroe, en el que por momentos parece que toda la trama es sólo un pretexto para hacerle la pelota, para mostrarnos la vida y milagros de Nuestro Señor Seagal, para el final meter una parte de acción es más o menos solvente. No llega a aburrir pero tampoco convence, por ejemplo, el rollo de la maldición, las visiones durmiendo de esta hada madrina y la chica con poderes son demasiado impostados.

¿Qué es Attrition? Y yo qué carajo sé. Ni falta que me hace con un par de chinos haciendo cucamonas de kung fu y Steven Seagal en el centro del cartel -corrijo, en el centro de una carátula o foto de ficha en la plataforma de streaming de rigor, porque éste señor hace milenios que no pisa la cartelera-.
Seagal explora un nuevo e inaudito registro interpretativo como antiguo soldado de las fuerzas especiales que combate contra sus traumáticos demonios internos y los remordimientos que... TRADUCCIÓN: flashbacks de Seagal pegando tiros y haciendo cosas de matar moviendo menos los músculos de su cara que el pañuelo que lleva en la cabeza mientras exterioriza su dolor intrínseco haciendo exactamente lo mismo vestido con la túnica y el sombrero borsalino Ip Man.
Hasta ahí lo normal. Y con eso tendría una descripción aproximada de sus últimas videoincursiones de no ser porque aquí, vete a saber si por el gusanillo oriental que se le ha reactivado rodando lejos de Europa del Este -bonitas imágenes de la jungla Tailandesa, por cierto-, o por forzarse a sí mismo a no terminar muy rezagado frente a Rudy Youngblood -protagonista de 'Apocalypto'-, el artista marcial Louis Fan ('Ip Man' 1 y 2) mas un par de celebridades -en su país, lo que deduzco por el número de sus followers en Instagram- de la enjundia de Kat Ingkarat o la mongol -de Mongolia- Bayra Bela.
Yu Kang -un habitual en las películas de Donnie Yen- es el villano Qmom, un proxeneta que secuestra a la bruja que se le aparece en pelotas cada noche a Axe -no, Steven no hace de desodorante- para que le ayude a romper la maldición que le impide salir de casa.
Obviamente un guión así es obra del propio Seagal. En la dirección un tal Mathieu Weschler que hizo no sé qué utilizando las escenas montadas a partir del videojuego 'Grand Thieft Auto' en 'The Trashmaster'.
Atención a los créditos finales en los que, tras el discurso zen con voz en off, nos metemos de pleno en un final al estilo Bollywood con todo el reparto bailando en una discoteca mientras Seagal rockea a tope con su banda en el escenario.
No se puede molar más.