Brass Eye (Serie de TV)

Hace 20 años que se emitió el primer episodio de Brass Eye. Es curioso verificar que los estándares y clichés de los informativos que satirizaba Chris Morris, cuando eran desde la hipérbole pura, se han convertido ahora en el patrón que rige el formato. Bueno, más que curioso es lamentable, la verdad. La frase hecha de índole subnormal, las licencias poéticas de carácter retrasado, la gesticulación de sordomudo al dirigirse a la audiencia, los gráficos con variables de fantasía, el hablar de lo que no se entiende ni se constata con nada a la manera de un hecho irrefutable, los saltos aleatorios de temáticas chungas a otras frívolas, los espacios publicitarios para famosos con la salvaguarda de la caridad o la condena y demonización de drogas o el amarillismo que toque... todo, absolutamente todo, figura en Brass Eye. Hizo que se cambiaran las normas que decían qué y qué no se podía emitir en TV, en este caso las entrevistas a famosos a colación de un tema inventado que cualquier persona con dos dedos de frente y no ansiosa por autopublicitarse a santo de lo que fuera en la tele sabría torear, de tal manera que el código censor de UK incluyó la cláusula Brass Eye entre sus disposiciones para dar pábulo a que todo aquel anormal que quisiese hacer gala de su subnormalidad pudiese hacerlo al margen de ser un miembro del parlamento, Britt Eckland o quien fuese.

Controvertida pero divertidísima serie en formato mockumentary, donde nuestro presentador( el mismo creador de la serie) Chris Morris, nos da noticias, a cada cual más apoteósicamente divertida. Así se hace una sátira bien hecha, con cosas que pueden dar en la llaga, pero de una forma graciosa, no como ahora que la comedia negra, se hace o muy controvertida(pero sin gracia) o graciosa (pero siendo muy edulcorada). Aquí no se cortan un pelo en hacer gracia en casos sobre la crueldad animal, sexo, ciencia, familias disfunciones, juventud problemática o incluso temas tan controvertidos como la pedofilia, enfermedades, la homofobia o abusos sexuales. Pero está hecho de una forma tan graciosa e inteligente, que te es imposible no soltar una carcajada en cualquiera de los siete, (contando el especial) episodios. Cabo a destacar la introducción y las transiciones, que son a cada cual episodio más exageradas. Recomendable solo si eres un fan del humor negrísimo y bestia.
Mis episodios favoritos son los del sexo y la ciencia, contando obviamente el especial brutalismo de la pedofilia. En la zona de Spoilers comentare los momentos.