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Licht

Drama Viena, 1777. Maria Theresia Paradis, niña prodigio, pianista ciega de 18 años, perdió la vista de la noche a la mañana cuando tenía tres años. Tras innumerables experimentos médicos fallidos, sus padres la llevan a la finca del polémico 'doctor milagro' Franz Anton Mesmer, donde se une a un grupo de estrafalarios pacientes. Disfruta del ambiente liberal de la casa en un mundo rococó y conoce la libertad por primera vez, pero empieza a ... [+]
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
6 de octubre de 2017
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Interesante co-producción entre Austria y Alemania, que narra la historia real de una célebre y gran pianista de su tiempo, ciega de la noche a la mañana, que logró un gran virtuosismo pese a la enfermedad.
Sucede que no llega muy alto porque la dirección de Barbara Albert es más bien plana, no aburriendo nunca la película y resultando interesante, pero sin mostrar imaginación en la puesta de escena.
Y es una pena porque el guión de Kathrin Resetarits y Alissa Walser es rico en momentos donde las distancias y distinciones entre diversos estamentos de la sociedad, entre los señores de las mansiones, miembros de la alta sociedad, y sus empleados, están bien mostrados, a veces sin necesidad de diálogos.
Pero lo mejor, aparte de la excelente ambientación y fotografía, es la estupenda composición de Maria-Victoria Dragus, una actriz de enorme talento que transmite en todo momento sus estados de ánimo.
En resumidas cuentas, que merece la pena, pero deja un poquito insatisfecho al espectador porque podría haber llegado un poco más allá quedándose en una (interesante) superficie.

https://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Constancio
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27 de agosto de 2019
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Licht (Mademoiselle Paradis), es un filme que se acerca al cine de autor; que resume la estancia en una clínica de Maria Theresia von Paradis (1759-1824), pianista y compositora austriaca invidente desde los 3 años, que causó admiración en Mozart y Haydn, para tratar de sanar su afección en la vista que le impedía percibir una silueta decente. Pero tocaba como un ángel, y su ceguera potenciaba su sensibilidad. “Desde que comienzo a ver tocó peor”, afirma en el filme, encarnada por una excelente Maria-Victoria Dragus.

La directora, Barbara Albert, ofrece múltiples escenas en espacios cerrados; la claustrofobia de la ceguera se traslada al espectador, que apenas sale al exterior. Y aún más, nos exhibe la incómoda presencia de un ciego, una debilidad de nuestras facultades que provoca rechazo y enjuiciamiento negativo. Mientras toca el fortepiano ante un nutrido grupo de aristócratas es aplaudida como un mono de feria; solo su médico, el controvertido “doctor milagro” Franz Anton Mesmer, la entiende en su plenitud, de hecho llega a improvisar con ella “a oscuras”, porque sabe que la ceguera es un trastorno de la mente.

Solo un país como Austria podía producir un filme que no pretende entretener al espectador ni al melómano, pues la música escogida dista de ser conocida, a pesar de ser “clásica”. Muy estimulante.
tristankl
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