Las líneas de Wellington

Pocas veces topa uno con una película tan genuínamente mala. Tras un comienzo lento donde aparecen unos actores mal dirigidos o directamente patéticos tenía la sensación que podría recuperarse el film poco a poco, no en valde el metraje tiene aires de superproducción Portuguesa, pero ¿sabéis? Eso nunca pasa.
Un centenar de personajes entrecruzan historias continuamente tras un fondo inexistente de guerra. Creo que no recuerdo más de dos o tres películas donde los personajes estén menos trabajados, las actuaciones sean tan lamentables (siendo generoso) y la sensación de ver caspa cara sea tan palpable. El tiempo es increíblemente excesivo, ignoraba su duración cuando empecé a verla y ojalá me hubiera informado antes de darle al "play", cuando pasan dos horas y ves que la tortura continua y que peligra con eternizarse dan ganas de arrancarse los ojos, además es que la velocidad narrativa es continuamente decreciente y eso durante 150 minutos es duro. Me gustaría poder resaltar alguna faceta de la producción pero resulta imposible.
Resumiendo y hablando mal, dos horas y media de mala mierda. Otra de esas películas que uno no entiende ni que consiga financiación, ni que se gaste energía siquiera en pensarla.

¿Es posible responder a esas preguntas respecto a esta película? Si. Con Valeria Sarmiento, compañera, colaboradora y, sobre todo montadora durante 40 años de la obra de Ruiz. Nunca podremos saber, y en todo caso es meramente anecdótico (el film, toda obra de arte, es al fin y al cabo independiente de su autoría), cómo lo hubiera hecho el chileno. Sarmiento tiene más posibilidades de elucubrarlo. Pero, y es importante, en sus palabras ella NO QUISO filmar "alla maniera de".Lo que interpreto como una hermosa mezcla de homenaje, respeto y recuerdo. Dejó, sí, (faltaba menos) las correcciones que su marido anotó al margen del libreto de Saboaga (con el que ya colaboró en "Los misterios de Lisboa"), guardó todo lo que durante 6 meses filmó en Portugal como ambientación y dejó los actores ya elegidos por él, más los que se agregaron como forma de reconocimiento al creador, Deneuve, Huppert, Piccoli, los hijos de la primera, Chiara Mastroiani y Christian Vadin. Y emprendió la tarea, prácticamente SU tarea. El resultado es una obra muy interesante por el enfoque del argumento y lo original de su línea rectora: la independencia de Portugal, lograda por los ingleses, de la invasión napoleónica (los franceses, la verdad, no quedan muy bien que digamos). Este tema debió fascinar al antipinochetista de Ruiz (y a Sarmiento, es obvio). Lo contradictorio, diría patético, es que en Chile fue exactamente al revés, la independencia SE PERDIÓ con la ayuda de las "líneas" del Imperio del siglo XX, E.E.U.U. Sarmiento filma con solvencia esta historia, donde también (o mejor fundamental) lo anecdótico es, como dije original. La directora habla de las "1001noches", como punto germinal. Yo pensé en modelos más modernos de los cuentos árabes, los "de "Canterbury" y los del "Decameron. Pero, ella aclara en una entrevista, "sintetizados", porque su marido, tal como era le "hubiera dedicado cinco horas a cada personaje". Esta suma de historias, insinuadas, necesitadas de la imaginación, con mayor o menor "objetividad", van haciendo de este largo camino, geográfico y fílmico, de la logística inglesa un microcosmos de un mundo en perpetuo movimiento y con todas las cualidades habidas y por haber. Y esto con un halo épico, no exentó de miseria como la vida, que imprime a "Las líneas..." una agilidad y un interés continuos. Es un viaje (casi) "iniciático" donde los ejemplares humanos otorgan el verdadero sentido a LA guerra, sea cual sea. Por eso no estoy para nada de acuerdo con la opinión de un compañero de FilmAffinity: no resulta aburrida, los actores no pueden estar desaprovechados porque, salvo en pocos casos (por ejemplo la excelente Marisa Paredes), la mayoría sólo hace "apariciones", más o menos largas, pero sólo eso y, si son buenos ( que hay muchos), basta y sobra. El film tiene baches, cierto descontrol (lógico) en las incontables historias pero queda la frescura, el horror y un ritmo y puesta en escena más que dignos y atractivos. En fin, recomendable para los que amamos al cine, estamos curados en salud y, a veces, agradecemos una sorpresa, Aunque no sea perfecta en absoluto.

Interesante filme, si bien hacer una película bélica no es nada fácil creo que Valeria Sarmiento logra entregar una propuesta tentadora y atractiva al espectador.

La directora hace una acertada realización de este drama histórico del siglo XIX sobre las Guerras Napoleónicas; sin embargo hay algo de esta película que no me termina de convencer.

Los valores cinematográficos como la ambientación, la fotografía, el vestuario, el diseño de producción y el maquillaje son grandes... pero el fallo esta en la trama la historia dura mucho y esa fórmula de trama coral con diversos personajes entrelazados alrededor del conflicto principal hace divagar a la cinta de su verdadero propósito y más importante objetivo.

En conclusión; es una agradable película pero puro dar para mucho más ya que tenía todos los elementos para ser una joya del cine contemporáneo.