Johnny Nobody

"Johnny Nobody" es la segunda -y última- película dirigida por el actor británico Nigel Patrick, tras la anterior "How to Murder a Rich Uncle" (1957). Aunque no dirigió más siguió trabajando con éxito, además de actor, como director de escena.

Estamos ante un drama criminal de misterio con toques judiciales, ambientado en la católica Irlanda. Basada en la historia “El juicio de Johnny Nadie” de Albert Z. Carr, el comienzo no puede ser más espectacular en el que un escritor ateo irlandés-estadounidense borracho se divierte diciéndoles a los lugareños que su Dios no existe y que su religión es una farsa. Mientras está borracho, Mulcahy (William Bendix), debido a su blasfemia, se involucra en una pelea de bar con la mayoría de los clientes masculinos y la pelea se extiende a la calle. El padre Carey (Nigel Patrick) es llamado para calmar las cosas, pero Mulcahy desafía a Dios a matarlo con un rayo para demostrar que existe. A partir de entonces, la película avanzará hacia un drama de misterio en el que tomará todo el protagonismo el sacerdote católico con situaciones y giros un tanto insospechados e inverosímiles en los que el componente religioso hará su presencia de manera determinante.

Aunque "Johnny Nobody" empieza muy bien, resulta entretenida y mantiene el interés hasta el final, la historia plantea algunas situaciones poco creíbles que lastran la narración y hacen que estemos ante un film interesante pero no del todo conseguido.