La chica del gángster

No deja de ser una producción americana que, con dinero, ha conseguido tres magníficos actores y una buena realización sobre una simple y fácil historia; “poli salva a gángster, gángster le devuelve el favor con chica, poli se enamora de chica, poli se enfrenta a gángster”

Su comienzo es bueno, pero su final se vuelve deducible y demasiado fácil. Es divertida, con algún gag (como el de Wyne al intentar demostrar su coraje, inoportunamente, cuando un camello le ofrece droga) que lo considero bueno.

Uma para mi hace una buena interpretación y Robert, aunque también, tendría que haberse cambiado los papeles con Bill, a quién no le pega mucho el papel de gángster.

Una comedia notable. La historia puede que esté muy vista (ganster extorsiona chica y poli salva a chica de las garras del gangster) pero los tres personajes son de antología. El poli es la antítesis del poli al que nos tiene acostumbrados hollywood: pacífico, sosillo, tranquilón, anodino... un poli de vida aburrida! Como contrapunto está genial el personaje de Carusso: el poli duro, chulesco, intrépido y peleón de toda la vida. Una pareja de polis fantástica.

Y luego está Uma, también estupenda en su papel. pero sin duda el que lo borda es Bill Murray. Me encanta el personaje y me encanta la interpretación. Ese gangster duro y tierno a la vez, implacable con sus enemigos y con sus víctimas pero que quiere hacerse amiguito del poli aburrido y finalmente se convierte en el realizador de sus sueños. Me parece un papel maravilloso, casi pensado para la cara de Murray, un actor al que la industria no le ha sacado aún todo el partido que en mi opinión tiene.

Bueno, que la recomiendo a todo el mundo. Es divertida, es tierna y sobre todo, está muy bien realizada y magníficamente interpretada.

Bill Murray, literalmente, te mete el miedo en el cuerpo. Transmite una sensacion inquietante, incierta, que al mismo tiempo te provoca frio en el cuerpo. De Niro, como siempre, camaleónico. Se pone la raya del pelo a un lado y parece un pringado cualquiera de la calle. El director se arriesga cambiando los papeles lógicos, y le sale una buena mezcla.

Tras estremecernos con la tétrica y admirable "Henry, retrato de un asesino", McNaughton intentó un giro radical a su carrera al realizar una comedia que pasaba de lado también por la intriga y el melodrama, a partir de una buena historia: un tranquilo, solitario y eficaz policía (De Niro) se enamora de la chica (Thurman) de un gángster (Murray) al que ha salvado casualmente de un delincuente.
Se trata de una película con no pocas posibilidades y atractivos: de entrada ver si el talento de su director es ambivalente y verdadero; después por la atipicidad de ver tanto a De Niro como al antipático y nefasto Murray en papeles muy diferentes a los habituales. Sin embargo, todo queda plasmado fallida y atropelladamente, con una muy mediocre dirección de actores y una evidente descompensación entre los mismos, y una sensación de artificiosidad impropia en un film que no requería sino sencillez y naturalidad en su desarrollo. Una notable decepción.

Robert De Niro es un policía con una vida anodina, buena persona, ordenado, cumplidor de su trabajo, pero se siente solo.
Por azares de la vida entra en contacto con un gangster y una chica que trabaja para él.
Poco a poco se van enamorando, pero la chica pertenece al gangster, esto le creará muchísimos problemas.
Hay un momento en que Robert De Niro se pone a bailar y es genial, sólo por esa escena ya vale la pena ver la película, la canción que acompaña a este antológico baile es de Loui Prima, a todos nos sonará por un anuncio de la TV.
Esta película ensalza la bondad frente al materialismo imperante en nuestra sociedad, aunque es un cuento creo que nos puede dar una gran lección de vida.