Charlie Countryman

A veces aparecen películas que nos recuerdan que el cine es, principalmente, un arte visual en el que la historia se ns cuenta a través de imágenes rodadas con un claro fin estético. Últimamente, directores como Nicolas Winding Refn han apostado por la estética por encima de la historia. Fredrik Bond se suma también a la tendencia con una de las películas visualmente más elaboradas de los últimos años.
Charlie Countryman es un thriller bastante tópico y sin demasiado brillo en su trama, con un ritmo que, además, avanza demasiado lento, pero no se le puede negar que es un ejercicio estético de primer nivel. La puesta en escena de Bond es excelente y más aún lo es la fotografía de Roman Vsyanov, que pinta de colores, luces y sombras psicodélicas la historia de este pobre hombre que es Charlie Countryman, resultando casi los colores un personaje más de la cinta que da carácter a los bajos fondos de Bucarest, donde se desarrolla la historia.
Otra cosa que sí tiene la película es un reparto de los que ya no hay. Desde los inefables Til Schweiger y Mads Mikkelsen como villanos (qué personalidad tiene el danés) a la espectral Melissa Leo, pasando por la frescura innata y talento cómico de James Buckley y Rupert Grint (¿alguien dijo Ron Weasley?), es el casting de Charlie Countryman lo que da vida a una película más del montón desde el punto de vista argumental de lo que deja ver su estupendo envoltorio. Pero sin duda, el alma son Shia LaBeouf y Evan Rachel Wood, que ponen cuerpo y corazón a la bella historia de amor de Charlie y Gabi. LaBeouf es un actor excelso cuyo problemático carácter le está impidiendo llegar más lejos, y es una pena, porque transmite como pocos (atención al principio de la cinta o el episodio en el avión), y Wood es directamente una superdotada que puede con todos los géneros. Pocas actrices podrían permitirse el lujo de interpretar a una extranjera hablando en inglés sin que nadie le preste atención a su acento, y tiene unos ojos que valen un mundo (¿o un premio? ¿para cuándo, Hollywood?).
Al fin y al cabo, la historia de Charlie Countryman es la de siempre: el chico bueno pero tontorrón quiere salvar a la chica del sórdido mundo en que se mueve y de un hombre que no le conviene, y por el camino encuentra amistades, amor y un sentido a su vida. Nada nuevo bajo el sol, pero Fredrik Bond nos cuenta el cuento con un estilo muy particular en lo visual y con intérpretes absolutamente excelentes, y eso hay que valorarlo y aplaudirlo.

Lo mejor: Los actores (especialmente LaBeouf, Buckely y Grint), la puesta en escena y la espectacular fotografía de Roman Vasyanov.
Lo peor: Es demasiado lenta en el ritmo y le sobran tramas (por ejemplo las de Carl y Luke).

Así como muchas veces dan notas altas a películas que no lo merecen, en este caso le han dado una nota baja a un film que es excelente. Además de ver los puntajes, puestos por quién sabe qué eminencias, leo las críticas de los usuarios porque los siento más próximos a mis gustos que lo que dicen los "especialistas". Es increíble lo que dicen esos "sabios" de este film: que es una "catástrofe de película", que es "fatigosa" y que su guión es "bastante tonto", etcétera. Nada más alejado de la realidad. Este film tiene de todo y muy bien hecho. Buenos actores, buena dirección, buen guión, buena ambientación, buen "tempo" para las acciones... para mí es un diez (10). Se las recomiendo vivamente. La única explicación que le encuentro a las críticas "sabihondas" es que están hechas por personas que se han quedado en el tiempo, en películas como Casablanca o Lo que el viento se llevó. Este film es una joyita para ver más de una vez.

Después de ver “Charlie Countryman” da la impresión que solo un actor como Shia LaBeouf sea capaz de imprimir al personaje de Charlie Countryman una sorprendente fragileza y un empaque dramático que ningún otro actor de su generación podría conseguir. De acuerdo, partamos de la base que “Charlie Countryman” es un recital de un Shia LeBouf intimista y efectivo. Pero es que además, “Charlie Countryman” es una película sorprendente e incluso mas entretenida de lo que parece a primera vista. No es esta la típica película de americano buscándose a si mismo en Europa aunque eso sea lo único que cuente. La diferencia es la manera en que lo cuenta y los personajes que utiliza. “Charlie Countryman” tiene momentos hermosísimos y otros tan cursis e innecesarios que asustan. Es de esas películas irregulares que pueden llegar a hacerte perder los nervios (sobre todo cuando nunca acaban de arrancar) pero cuyo empaque visual es tan poderoso que quedas fascinado por todo cuanto pasa por tus ojos. Es cursi, eso si, terriblemente hortera y pretenciosa. Es un compendio de folletín trufado de amor y violencia que no nos sonará a nada nuevo. Pero sigo insistiendo que la dirección, los actores y la maravillosa música de Moby consiguen darnos momentos absolutamente irrepetibles. En cierta manera “Charlie Countryman” tiene muchos puntos en común con “Solo Dios Perdona”, la diferencia es que mientras “Solo Dios Perdona” es una película adulta, este “Charlie Countryman” es más bien un divertimento inverosímil que de adulto tiene poco. “Charlie Countryman” es una película irregular que puede apasionar o a la que puedes odiar. A mí me apasionó y odie a partes iguales. Y eso significa que es buen cine, cine capaz de hacerte reaccionar. ¿Una película recomendable? Por Dios… no. No recomendaría “Charlie Countryman” a nadie, pero tampoco recomendaría a nadie “Stoker” ni “Holy Motors” y las considero obras maestras. Puede que “Charlie Countryman” no sea una obra maestra, le falta madurez. Pero es una película realmente curiosa e interesante que merece una oportunidad del espectador, aunque sea para que la odien.

Regular película que nos muestra como un joven estadounidense se enamora de la novia de un gánster en la ciudad de Bucarest, a partir de allí veremos todo, todo, lo que hace por ella que va desde meterse en muchísimos problemas a recibir todo tipo de golpes. En realidad Shia LaBeouf no me gusta, siempre ese gesto perdido y esa mirada que no se sabe que mira, ni lo que piensa y es así en todas las películas que ha filmado. Mezcla de thriller con drama romántico que en síntesis no termina siendo nada, solo una película lenta y aburrida más del repertorio.

Charlie (Shia LaBeouf) es un joven que emprende un viaje a Bucarest por deseo de su madre que acaba de morir, llegado a la capital rumana conoce a Gabi (Evan Rachel Wood), una hermosa chica con la que intentará liarse amorosamente a pesar de que ella está casada con Nigel (Mads Mikkelsen), un peligroso gánster de la ciudad.

Estamos ante una obra estéticamente muy bien realizada, la dirección de Bond me ha gustado bastante porque resulta sumamente llamativa y esto hace la propuesta muy atractiva, el film se sostiene por buenas actuaciones por parte de todo el elenco, la música de Christophe Beck es otro de los punto altos.

Argumentalmente es donde la película flaquea un poco, la historia ya de por sí es bastante volada, hay varios momentos donde se siente muy liviana en su tratamiento, como que no se toma en serio, mucho por la forma que tiene la película como tal, el tratamiento de los personajes antagonistas no es acertado, guión a cargo de Matt Drake.

En síntesis estamos ante un film que por mucho no es perfecto, pero que particularmente me resultó agradable, mínimo podría resultar interesante, una buena historia de amor tratada de forma no convencional.