Pepe Guindo

Una obra, cinematográfica o teatral, ¿quién sabe? En este caso la distancia entre ambos géneros se reduce casi a la nada. Y es ahí donde radica la originalidad de este largometrage.

Un personaje (un actor) y unos cuantos acompañantes para que no esté sólo, aunque la soledad es el calificativo más significativo de "Pepe Guindo".

Sin Fernando, tal vez no hubiera sido lo que es. O, mejor dicho, tal vez no hubiera sido.

Sólo a los amantes de la interpretación les gusta Fernando Fernan-Gómez. Artista único y irrepetible que se nos muestra en todo su explendor en esta película. Es más, tal vez su personaje sobrepase la barrera del "Fin" del film, continuando mostrándose como tal el día de su presentación (véase http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1999/08/20/uve/736258.html).

Quien busque más allá, no va a encontrar. Esto es Fernando Fernan Gómez en su gloriosa vejez. Haciendo un papelón de monólogo. El cine dentro del teatro, algo estilo Bergman pero con mucho más humor que Tras el ensayo" o alguna del propio Fassbinder (que es nombrado por el protagonista). Las españolas siempre tienen tacos y sexo, es lo que más arranca a la risa. A mí es que este actor me deslumbra. Aquí está influenciado pr el mismo, es como ver "La silla de Fernando" de Trueba, esa entrevista colosal donde habla de todo, aunque aquí lo que se hable sea ficción, la vida de un músico perdedor al que van a hacer una película. Interesantísimo guión y forma,(obviemos lo que dice, hay comentarios homofobos o machistas fuera de lugar). Por otra el elenco de secundarios extraordinario, yo no ssé el cine español cuando vaa a encontrar a semejantes piezas de orfebrería brillando de secundarios y de actores de reparto, inigualable. Ahora que faltan tantos, te das cuenta de cómo flojea todo. Lo dicho me sorprende que está película sea tan desconocida. Imprescindible en los fans de la carrera de Fernán Gómez y de los que quieran saber que es el teatro por dentro y un monólogo de altura.
Risa, amargura, crueldad y ternura, no se la pierdan.