B.A.G. El Buen Amigo Gigante

Más que novelas para niños, lo que Roald Dahl hacía eran novelas en las que morían niños, y de maneras grotescas. Me dieron mucho miedo “Charlie y la fábrica de chocolate” y “El gran gigante bonachón” cuando me los leí por primera vez porque en ambos morían, o se daba a entender que morían, bastantes niños pequeños.

La película, igual. Cuando la vi alquilada del videoclub –hace muuuuuuuuucho- no supe que estaba basada en un libro de Roald Dahl. Una película que me aterrorizó pero me fascinó al mismo tiempo y dio rienda suelta a mi imaginación, un poco como la genial “El pequeño Nemo”.
Años más tarde, aunque aún de pequeño, mientras leía el libro, no dejaba de mosquearme acordándome de que alguna vez había visto alguna película que se parecía bastante a lo que me estaba leyendo. (No las relacioné enseguida porque se comercializaron con títulos diferentes en España). Y luego me la volví a y me volvió a fascinar, cómo mostraba un mundo de gigantes que venían a devorar niños y dejaban los huesos debajo de las camas, cómo sólo había un único gigante bueno, que decía que era mejor soltar gases por el culo en lugar de por la boca, o al revés, un curioso anuncio de Coca-Cola.

Hace mucho, pero mucho, que no me veo esta película, pero no me he olvidado de ella. Quizá debiera volver a echarle un vistazo un día de estos, aunque sólo fuera para ver qué tal me parece de mayor.

Un filme muy singular que os recomiendo, aunque no recuerde ni la calidad de la animación.

Película muy curiosa con animación y diseños más que decentes, de los que ya no se suelen ver. Lo primero que quiero decir es que no me he leído ninguno de los libros de Ronald Dahl.

Su primera parte es muy interesante y llena de magia pero la continuación con el Reino Unido metido por medio de esta historia de fantasía la verdad es que me ha sacado un poco de la historia, sumado a la aparición de Isabel II como coprotagonista. La banda sonora pasa muy desapercibida, ni siquiera la canción del gigante pedorro llega a enganchar.
La premisa de gigantes monstruosos que devoran niños la verdad es que es bastante original y da ese toque de terror para niños que si la llego a ver de pequeño está claro que me hubiera encantado. Vista por primera vez con mi edad no pasa de ser una película curiosa sin más.

Echo de menos que hubiese echado una manita nuestro gran Rey Juan Carlos rifle en mano dando su merecido a esos malditos gigantes come niños. Por lo menos un par de puntos más de hubiese ganado.

Incluso yo lo admito, me he pasado, para cualquier adulto, esta no es una película que merezca la puntuación máxima.

Os explico, gané este filme allá por 1996 a la entrañable e inocente edad de 6 años gracias a una especie de festival al que me llevaron en la Feria de Madrid.

Cuando llegué a casa, decidi ponerme a verla ya que estabamos en Vacaciones de Navidad, y asi fué como pasé mis vacaciones de Navidad, segun terminaba el capitulo de Dragon Ball, serie a la que era ADICTO a esa edad, veia B.A.G, leía algo... En fin, lo que solía hacer en aquella época.

Hace poco, por algun motivo, la recordé, la busqué en Internet ya que no conservo mi reproductor VHS para hacer un 2º visionado cómo adulto, no la encontré, a los pocos dias, encontre... Algo, llamemoslo "Visionado en 240p en Youtube"... Vamos, que tenía que verme la peli en una calidad penosa no, lo siguiente...

Entonces, descubri porqué esa peli me enamoró tanto de niño, es infantil, pero B.A.G y Sofia son dos personajes muy entrañables, la trama principal puede ser un poco traumática para un niño*, pero las subtramas son increibles**, y cualquier niño que vea eso queda absolutamente enamorado por dichas subtramas protagonizadas por un duo que no he vuelto a ver en una pelicula animada y que sigue maravillandome.

Si hubiese visto esta peli únicamente ahora, probablemente se hubiese llevado un 6 o un 7, pero fué mi pasatiempo favorito durante todas las navidades de 1996, y eso habla por si solo, para un niño, será una peli mágica, y le transmitirá valores tan importantes como la empatía, la amistad o el valor.

Y por eso el 10.

Es perfecta para esas noches en las que uno está dando vueltas en la cama, con un sueño tremendo, pero que, vaya usted a saber por qué, es imposible quedarse frito. Con B.A.G., el sueño -instantáneo- está asegurado.
En las películas infantiles, es usual -y recomendable- que el conflicto de la trama se introduzca poco después de haber presentado a los personajes. De lo contrario, se obtiene a un niño aburrido que ha perdido todo interés y quiere cambiar de cinta. Pues bien, B.A.G. es una película que no ha sabido cuándo encuadrar el momento del conflicto, por lo que los primeros 20 minutos sientan como un somnífero en vena. Me llegó a recordar a Interview, de Buscemi (con la diferencia de que este último guión es maravilloso). B.A.G. es su adaptación para niños: la primera media hora (¿o es que a mí me pareció tanto tiempo?) discurre en un mismo escenario, con una conversación demasiado... dilatada para el público al que supuestamente se está dirigiendo. Falta el movimiento, la acción, los dilemas, sangre en las venas de los protagonistas, incluso color. Lo dicho: es un cóctel molotov que arrastra al soponcio. Paso de puntillas, por pura vergüenza ajena, de la canción de los pedos -llamados cuimpos, o una palabra tonta semejante- y la superpropulsión que provocan.
Hay que reconocer que tiene puntos buenos, que es original con eso de la trompeta, los sueños y el país de los gigantes, pero desgraciadamente son tres detalles incapaces de convencerme para que cambie de opinión y siga pensando que B.A.G. no se merece una valoración tan alta como muestra la media. ¿B.A.G. casi un 7 y Pocahontas un mísero 6? A veces estoy desconcertada...
Pero... no sé, que no desanime a nadie a verla: quizá es que me ha dolido el tener que relacionar este título con el magnífico Roal Dahl; un gran genio de la narrativa juvenil.