Taped

Me gusta buscar películas raras y poco conocidas. Con esta al principio pensé que fallé, pero de repente la historia dio un vuelco e hizo que apretara un poco los dientes. Tiene errores normales con los actores que hacen de extras y tampoco será el film del año, pero te puede hacer pasar un buen rato. Es una película de bajo presupuesto pero amena.

"Hay algo malo en un cine hecho a base de tópicos?".
Seguramente muchos clásicos (económicos) de esta era, se basan en ellos para ser del cine lo que muchos quieren que sea, un entretenimiento. Sigue valiendo como axioma, lo peligroso de films aún independientes como "Taped", y en ésto se asemeja a recientes films como la finlandesa "Things we do for love" (Matti Ijäs),
es que su mirada, de realizadores que habitan el llamado 1er mundo, al querer narrar situaciones de riesgo, encubren ciertas perversidades en la mirada puritana, que como si del mejor western se tratara, sostiene, nosotros somos los buenos, que festejamos el amor, las leyes, y ustedes, los indígenas, son malos, son pobres y es evidente que menos cabida tienen aún para el amor.
Para construir este remanido y puritano argumento , Diederik se apoya en todos los clichés persecutorios del cine independiente, desde la norteamericana Collateral (Michael Mann), hasta la vorágine y entrada en los infiernos de "Irreversible" (Gaspar Noé), pero insistiendo en su mirada infantil llevada a un relato repetitivo y cansino, corramos, corramos y huiremos del mal...
Entendiendo lo que es Hollywood y su maquinaria, es una pena que el espíritu de ciertos creadores europeos, se centre en encontrar al demonio fuera de sí mismos, rehusando aprender de clásicos de la narrativa moderna como Conrad, o Céline, que sospechando que el infierno habita en nosotros, se animaron a viajar para confirmarlo. Y desde ya que no fueron los únicos, afortunadamente.

Agobiante e inquietante film holandés, que bien podría pasarnos a cualquiera en uno de nuestros viajes, si damos con la mala suerte de encontrar policías así, ya que haberlos…”haílos”… y en cualquier país del mundo, sea occidental o no.
Una pareja que esta de vacaciones en Argentina con el fin de arreglar su maltrecho matrimonio, recordando lugares que ya habían estado cuando todo era maravilloso entre ellos, sufre una asfixiante persecución por las calles de Buenos Aires, al ser testigos de un asesinato, (y grabarlo accidentalmente), perpetrado por unos policías.
El agobio por la suerte que pueden correr, al estar en un país extranjero, quedando en determinado momento, sin pasaportes, dinero, ni móviles, ni nada… solo el pensarlo que a uno le sucediese algo así ya es para inquietarse… y poner los pelos de punta.
Más que interesante film, aunque en el fondo sea una premisa trillada, el hecho de la persecución por una cinta. Es el director el que saca partido a una historia que no es que sea extraordinariamente original, pero que sabe llevarla al punto de tensión perfecto en cada situación.
Dirigida por un director a tener en cuenta, Diederik Van Rooijen, que tiene otro interesante film en su haber de corte similar, “Daylight”, 2013. En el papel de la perseguida pareja, están respectivamente, Barry Atsma, (De Storm, 2009) y Susan Visser, (Richting West, 2010), que están francamente bien. Dario Levy (El cielito, 2003), da vida al policía sin escrúpulos.
Recomendable sin lugar a dudas, porque aunque tenga algún fallito de desarrollo del clímax, el conjunto en sí, es más que aceptable.